“Estamos disponiendo de la estructura para atrapar a un peligroso narcotraficante”, enfatizó una fuente judicial luego de los nuevos allanamientos en vano realizados el fin de semana en nuestra ciudad y la localidad de Sacanta para la búsqueda de Leandro “Leo” Sacco.  

En la Fiscalía de Delitos Complejos de San Francisco se respira una sensación de malestar por la cantidad de tiempo, trabajo y recursos que tienen que disponer para tratar de atrapar al joven, imputado por abuso sexual y cuyo paradero es toda una incógnita para la Justicia desde hace más de un mes.

El eje central de este caso es la grave denuncia que efectuó una adolescente de 17 años, quien denunció -y lo confirmó mediante su declaración en Cámara Gesell- que Sacco la drogó y la abusó sexualmente el pasado 14 de agosto.

Por esto, el fiscal Bernardo Alberione inició la investigación y ordenó la detención del joven, tras lo cual debe determinar si este grave hecho ocurrió tal como lo denuncia la adolescente o no, y solicitar la pena para el acusado si corresponde. El proceso recién comienza, pero el principal acusado todavía no declaró ya que sigue prófugo y evadiendo a la Justicia.

Pero la cuestión sorpresiva de esta trama, es que tras la denuncia radicada aquel sábado 14 de agosto, ni el más pesimista de los investigadores sospechó que ese hombre iba a causarle tantos dolores de cabeza. Incluso, por momentos, dejándolos casi en ridículos a los ojos de la comunidad tras decenas de allanamientos, sistemas de inteligencia y vigilancia, utilizando fuerzas de choque, con procedimientos de búsqueda que pueden ser útiles hasta para atrapar a un peligroso narcotraficante.

Así y todo, Sacco no aparece y desde la Justicia remarcaron que eso solo puede hacerse con una cadena de encubridores y dinero.

Un desafío

El caso se transformó en un gran desafío para los investigadores que prestan tarea en la Fiscalía de Delitos Complejos. La causa lleva más de 30 días de intensa búsqueda y se le agregan otros condimentos como las declaraciones del padre del imputado, Víctor Sacco (también estuvo detenido por presuntas amenazas hacia el fiscal Alberione), quien en una entrevista con este medio cuestionó el accionar de la Justicia y señaló que su hijo no se presentaba porque “no tenía garantías” de la Fiscalía.

Además, Víctor Sacco se mostró muy molesto con los allanamientos y denunció destrozos en su domicilio, además de “saña” de la Justicia contra su familia y también contra miembros de la iglesia evangélica de la cual es pastor.

Emulando a la histórica película bibliográfica “Atrápame si puedes” (2002), dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Tom Hanks, el joven Sacco logra sortear todos los procedimientos ordenados por el fiscal, tanto en San Francisco como en la región, con un poder de escapatoria que no deja de asombrar a las fuerzas de seguridad.

Como aquella historia norteamericana -rescatando todas las diferencias- la causa local se transformó en un episodio pocas veces visto en los relatos policiales de la ciudad.

¿Quién encubre al joven Sacco?

Mantenerse prófugo de la Justicia no es nada simple, y mucho menos para una persona que está identificada públicamente y que no estaría acostumbrada a lidiar con los experimentados rastreadores.

Sin embargo, Sacco logró burlar cada uno de los allanamientos realizados por la fuerza policial, el grupo ETER y la División de Investigaciones de la Departamental San Justo.

Desde la Justicia subrayaron que evidentemente el acusado tiene contactos y recursos que le permiten mantenerse prófugo. Por el momento, desde su entorno y su defensa legal no dan señales de que vaya a presentarse y su situación judicial, a juzgar por los dichos del fiscal, se complica cada vez más.

Esta semana el fiscal Alberione apuntó contra las personas que participan para encubrir a Sacco y abastecerlo de recursos y condiciones para que continúe escapando.

"Seguimos trabajado en la investigación de la causa por un lado y por otro tratando de dar con el paradero de la persona imputada. La Fiscalía empleará los medios que sean necesario para logar el objetivo que es nada más y nada menos que estar a derecho", comentó Alberione, quien resaltó que se debe invertir una gran cantidad de recursos humanos y materiales para buscar al joven.

La Fiscalía advierte ahora que esta protección y escapatoria de la Justicia no será gratis para sus colaboradores: "Estar prófugo es una situación muy delicada porque involucra a todos lo que participen en este estado como participes de un hecho delictual, como autores. No solo se lo busca sino que cuando se logre desentrañar la cadena de personas que participaron, todas tendrán su responsabilidad penal de acuerdo al grado participación que ha tomado. Esto va a acrecentado el tamaño".

¿Mal asesorado?

Está claro que difícilmente Sacco pueda pasarse toda la vida escapando de la Justicia. Y más allá del malestar de los investigadores y de que la responsabilidad por el caso de abuso todavía tiene que determinarse con el proceso judicial, también es cierto que según señaló el fiscal desde el primer momento mientras más tiempo se mantenga prófugo, más complicará la credibilidad de su versión.

Si bien desde su entorno familiar junto al abogado defensor Mario Ruiz remarcan que “no existen garantías de imparcialidad” para el joven, la realidad es que el fiscal actuó como lo hace habitualmente en sus investigaciones y ya tomó declaración a numerosas personas como testigos. Públicamente Alberione reiteró que Sacco tiene las mismas garantías que le otorga la ley. Ni más, ni menos. Y además, que la Justicia tiene que dar una respuesta a la presunta víctima, la joven denunciante.

Su familia aseguró que “hay cosas raras” y que su hijo es inocente. Su defensor aseguró que se iban a presentar pruebas importantes para demostrarlo. Cabe preguntarse entonces cuáles son esas garantías que según su familia le faltan a Sacco, por qué no se presenta ante la Justicia después de un mes y quiénes lo encubren.

Existen muchísimos casos de abusos que se investigan en la Justicia local, que son cada vez más. Sin embargo, éste demanda gran parte de los recursos, tiempo y esfuerzo de los investigadores a partir de la trama que enhebró el joven Sacco y parte de su entorno que lo mantiene prófugo.

Pese a todo, no hay que olvidar que la causa no está cerrada y el imputado por presunto abuso sexual deberá presentarse ante el fiscal tarde o temprano, y tendrá derecho a defenderse. El caso no está terminado, la investigación está en marcha. Y esta triste historia promete sumar nuevos capítulos.