Al menos cuatro suicidios se registraron la semana pasada en el departamento San Justo, dos de ellos en San Francisco. El dato fue confirmado por el médico psiquiatra y forense del Hospital Iturraspe, Mario Vignolo, quien advirtió que los meses de otoño y primavera son los más endémicos y donde se registra la mayor cantidad de casos. 

Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Está organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio. El objetivo de esta jornada, que copatrocina la OMS, es demostrar que estos actos se pueden prevenir.

“Solo prestando un oído se puede salvar la vida a otra persona”, recomendó el médico en El Periódico Radio FM 97.1 (Lunes a viernes de 17 a 19).

“Es preocupante siempre que se registran estas muertes, pero lo más triste son las edades porque las víctimas tenían 40, 30, 20 y 17”, dijo el médico, quien advirtió que anualmente en el departamento San Justo hay un promedio de 30 casos por año. Sin embargo, alertó: “Este año vamos camino a pasar esa cifra porque ya llevamos más de 26”.

Cada vez más jóvenes

Un dato impactante en el análisis de la suicidiología de esta región es el descenso en las edades de las personas que toman esta drástica decisión.

Vignolo junto a su colega Carlos Cornaglia han realizado un estudio sobre este tema: “Desde 1985 a 1995 la edad promedio era 63 años; de 1995 al 2005, de 56 años; del 2005 al 2015 bajó a los 48 y hoy la edad media está en los 40”, sostuvo.

Ocho de cada diez son hombres

Por motivos que todavía no están claros, la estadística demuestra que en la mayoría de los casos se trata de hombres. Según el registro con el que cuenta Vignolo, el 80% de los casos son protagonizados por hombres y solo el 20% por mujeres. 

“Cada vez hay más hombres que mujeres. Tal vez sea porque las mujeres tienen más resiliencia y a lo mejor no tienen tanto coraje y los elementos para hacerlo”, analizó.

Mario Vignolo: prevención de suicidios.

- ¿A qué tenemos que estar atentos?
Una de las situaciones que se dan en muchos jóvenes es la falta de expectativas en un mundo donde el consumismo y la inmediatez es todo. Queremos todo para ahora, estamos acostumbrados a que no se respeten más los procesos y cuando chocan con la realidad es un golpe duro. Sumado a esto que somos más lo que consumimos que lo que sentimos.  

- Hay que estar más alertas.

Sí, debemos estar muy atentos, mucho más ahora. Antes se elaboraban los suicidios. Ahora hay muchos más inmediatos, sin un cuadro previo y de un día para el otro toman decisiones. Eso es más preocupante porque no hay aviso. Cuando vemos alguien que está con cambio de actitud, pensamientos raros o ideas catastróficas hay que ayudarlo. El que se suicida no es alguien que se quiere morir, sino que es alguien que no soporta vivir. Para él lo que es un conflicto tremendo para otros es algo que tiene solución.  Cuando tengamos alguien del entorno familiar, laboral o amistoso, y vemos que está distinto hay que preguntarle qué le pasa. A lo mejor con el solo hecho de prestarle el oído ya le estamos salvando la vida.

- ¿El consumo de estupefacientes puede ser determinante?

Sí, porque en los menores de 30 años que toman esta decisión, el 80% al momento de realizar la autopsia tienen restos de cocaína o marihuana. Muchos se vuelcan a estos estupefacientes por problemas, pero otros por modas y consumismos.

- Hay que consultar a un profesional, pedir ayuda…

Es muy importante. Antes era un tabú ir al psiquiatra o el psicólogo, pero hoy está lleno de gente que asiste. Cuando hay alarmas, las familias enseguida deben estar atentas.