Motos, dinero en pesos y dólares, prendas de vestir, joyas, electrónica, griferías, materiales de construcción, cables y hasta animales. Sí, aunque parezca risueño, ni un chancho se salvó días atrás en barrio San Cayetano. Afortunadamente la propietaria de la vivienda de la que se lo pretendían llevar se dio cuenta y dio aviso a la Policía, que pudo interceptar al ladrón.

Los delincuentes echan mano de lo que encuentran en su camino para hacerse su botín y actúan sin freno. Golpean, amenazan armados o simplemente estudian a su presa y aprovechan un momento de ausencia para actuar.

Los vecinos, como pueden, buscan respuestas a través de reuniones con las autoridades policiales. Pero en materia de seguridad, como en tantas otras, nada se resuelve con palabras, sino con hechos.

Crecieron los índices en 2021

El delito creció en 2021 un 14 por ciento en la provincia de Córdoba, respecto al año anterior, según las cifras oficiales. Pese a ello, todavía no llegó al nivel de prepandemia, es decir, a los números de 2019.

Datos del Observatorio del Delito, ente que depende del Ministerio de Seguridad, indican que en 2021 se cometieron 77.268 robos y hurtos en territorio provincial, respecto de los 67.463 denunciados en 2020.

Según el informe, de 10 delitos contra la propiedad en la provincia el año pasado, seis fueron robos armados.

Dentro de esas cifras, el departamento San Justo asoma entre los cuatro más complicados del interior provincial en materia de hurtos, por ejemplo.

Tres jurisdicciones

San Francisco forma parte de un conglomerado urbano que tiene la particularidad de tener tres jurisdicciones: se le suman Frontera y Josefina, ambas de Santa Fe.

Según el mapa del delito, el mayor problema respecto a la inseguridad se da en el eje este –tomando la Avenida del Libertador, en su sentido norte y sur, como línea transversal- a medida que el radio urbano se acerca al camino interprovincial. Es allí donde las estadísticas se disparan respecto a hechos contra la propiedad, hurtos, robos calificados, entre otros.

Por eso es común que se vean más afectados barrios como Vélez Sarsfield, La Florida, Sarmiento, más allá que se trate de una problemática que afecta a todos los vecinos.

A ello hay que sumarle que la ciudad creció mucho en la extensión de su ejido urbano: son 8500 hectáreas y hoy el recurso humano policial necesario para realizar tareas preventivas en todo este perímetro no alcanza.

El delito crece y los vecinos piden acciones a la Policía: ¿hay repuestas?

Reuniones barriales: pocas respuestas a los reclamos

A mediados de marzo, en la sede del centro vecinal de barrio Vélez Sarsfield, más de 50 vecinos tuvieron la posibilidad de reunirse cara a cara con autoridades policiales y municipales, para plantearles la necesidad de contar con mayor seguridad en el sector.

Aunque se sabe que los hechos delictivos no discriminan barrios, los habitantes de Vélez Sarsfield quedaron atónitos ante un reciente hecho donde una mujer de 41 años fue asaltada por motochorros el domingo 6 de ese mes en calle San Juan casi Entre Ríos.

La atacaron con un arma blanca para robarle su motocicleta Honda Wave y la cartera. A causa de ello, la víctima recibió un corte en el tendón de un dedo de la mano.

Fabián Franceschi, presidente del centro vecinal, indicó en ese momento que la realidad del barrio no difiere de lo que ocurre en otros sectores, aunque reconoció que lo sucedido con el ataque y robo a esta mujer despertó indignación y preocupación.

Vecinos del sector consultados recientemente indicaron que tras ese encuentro observaron algo más de presencia policial en su sector. Sin embargo, no logra prevenir que sucedan hechos.

Hace exactamente una semana, una comerciante de calle Juan de Garay y Vélez Sarsfield, alrededor de las 20, resistió un asalto al defenderse con un cuchillo y puso en fuga al delincuente. Días atrás, un bombero voluntario que regresaba a su vivienda tras una guardia sufrió el robo de su moto en un asalto cuando llegaba a su casa en calle Entre Ríos al 1300.

El próximo martes, en tanto, la cúpula policial participará de otro encuentro con vecinos, esta vez de barrio Sarmiento. El presidente de ese centro vecinal, Julio Kohan, indicó a El Periódico que será una buena oportunidad para plantear lo que se vive diariamente.

“Siempre hablamos de prevención que es fundamental para que no sucedan los hechos. Nos preocupan los robos a los negocios y domicilios del barrio. Los vecinos nos trasladan todo el tiempo esta sensación, nos exigen más seguridad y nosotros cumplimos en transmitir ese mensaje porque también estamos preocupados”, destacó el vecinalista.

En barrio Sarmiento hay una gran indignación ante la doble liberación por parte de la Justicia –de Córdoba y Santa Fe- de un delincuente de 23 años apodado “Chulo”, a quien se le adjudica al menos cinco robos en comercios de ese sector, entre fines de febrero y marzo, con la modalidad “rompepuerta”.

Bernarte, preocupado

Por su parte, el intendente Damián Bernarte se mostró preocupado ante el escenario delictivo que, claro, no es nuevo: “Estoy muy preocupado y tiene que ver con una problemática que conozco desde el ejercicio de mi profesión como abogado”, señaló ante la consulta de El Periódico.

Al reconocer las particularidades de un conglomerado donde conviven tres jurisdicciones, el intendente también destacó: “Hay una decisión que va dar resultado a mediano plazo, pero que en esta transición nos complica. Es una decisión política saludable que la Provincia de Córdoba haya decidido que sus suboficiales tengan un proceso de capacitación de tres años. No obstante, hasta que salga la primera camada habrá faltante en cuanto a recursos humanos”, dijo.

Bernarte confió que esta decisión permitirá mejorar la calidad del servicio: “Tener en la calle portando armas a agentes policiales sin formación adecuada o corta, también implica un riesgo”.

La “barrial” camina lento

El ministro de Seguridad de la Provincia de Córdoba, Alfonso Mosquera, confirmó a este medio en su visita hace un mes a la ciudad, que ocho efectivos de los nuevos oficiales ayudantes, de los 153 que se incorporaron a la operatividad de la Dirección Policía Barrial días atrás, arribaron al departamento San Justo.

Se trata de uniformados que cumplieron funciones en el último Operativo Verano y que recibieron una formación específica de la especialidad en materia de proximidad.

La Policía Barrial es uno de los pedidos más escuchados por los vecinos de los diferentes sectores. Se trata de efectivos de a pie que cumplen tareas preventivas y que generan confianza en la ciudadanía. Por eso, no es casualidad que ante cada reunión que mantiene la cúpula policial local con referentes de centros vecinales le solicitan la vuelta de estos uniformados.