El genocida Jorge Balla se resiste a irse de San Francisco: “Debería regresar a la cárcel”
Edelveis Almada, integrante de la comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia, manifestó que el exsargento del Ejército es agresivo y peligroso. “Además su familia no sabe contenerlo”, dijo en El Periódico Radio FM 97.1.
Edelveis Almada es una de las familiares víctimas de un desaparecido en la última dictadura cívico militar que atravesó la Argentina, y en el marco del 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, se refirió a la situación del genocida Jorge Balla, quien reside en San Francisco desde junio pasado.
“Después de que nos enteramos de lo que había pasado y quién es esta persona no lo podíamos creer”, manifestó a El Periódico Radio FM 97.1 (Lunes a viernes de 17 a 19).
El exsargento del Ejército, Jorge Balla, fue condenado a cuatro cadenas perpetuas por la Justicia de Santa Fe por la masacre de Las Heras. El genocida se convirtió en un ciudadano más de San Francisco desde junio pasado, ya que por una resolución judicial de la Justicia Federal de Santa Fe se le otorgó nuevo domicilio para seguir con su beneficio, aunque en otra jurisdicción.
“Balla fue condenado por la muerte de cuatro militantes Montoneros en Santa Fe durante la última dictadura. También asesinaron a una vecina que al escuchar los ruidos que abrió la ventana para ver qué sucedía en el departamento donde habían allanado”, contó agregando que fue la masacre de Las Heras, donde podrían haberlos detenidos y enjuiciarlos, pero eligieron asesinarlos.
Cabe recordar que el propietario del departamento de San Francisco, donde reside Balla solicitó el desalojo, pero el genocida rechazó ese planteo, por lo que la causa se encuentra en instancia judicial y se aguarda una resolución en una próxima audiencia.
Desde la Comisión por la Memoria, la Verdad y Justicia sieguen de cerca el proceso judicial para el desalojo del genocida: “Balla contestó la demanda para que se retire del departamento. No quiere irse, dice que no están dadas las causales por las cuales tendría que irse. Quiere terminar el contrato, y no sabemos qué va a pasar”, cuestionó Almada.
“Como comisión de derechos humanos teníamos pensado hacer un pedido de que se le revoque la prisión domiciliaria a Balla y que regrese a la cárcel”, comentó.
También dijo que los vecinos del departamento quieren que este hombre se vaya porque se sienten muy incómodos.
Una persona agresiva
Almada consideró que Balla es una persona agresiva, acosadora, luego de lo que le pasó a una pareja vecina de su domicilio de Santa Fe, motivo por el cual le ordenaron el traslado de jurisdicción.
“Después de hostigar a sus vecinos debería haber vuelto a la cárcel, y no darle la oportunidad que sea trasladado a un departamento de San Francisco”, manifestó.
“Son muchas las infracciones que cometió y violó la prisión domiciliaria. Incluso el certificado médico es poco contundente”, indicó.
La familia no lo contiene
Cuando se le hizo el pedido de la revocación de la prisión domiciliaria, se mencionó que Balla tendría que tener una familia que lo contenga y controle, siendo una persona peligrosa y agresiva. Sin embargo, Almada, sostuvo que los familiares lejos de contenerlo en la vivienda, los hijos participaban en las agresiones a los vecinos.
La desaparición de su hermano
La abogada recordó que su hermano, Elvio Alberto Almada, desapareció el 30 de diciembre de 1975, antes del golpe militar: “Esto muestra que la represión comenzó antes del golpe militar, con masacres en diferentes lugares y represión sistemática. En la provincia de Córdoba, hay muchos desaparecidos antes del golpe”.
“La última dictadura fueron largos años de tortura, represión y muerte de lo que no podemos olvidar. No reconciliamos y no perdonamos porque lo que pasó nos tocó las fibras más íntimas que puede tocarle a un ser humano”, consideró la integrante de la Comisión por la Memoria, la Verdad, y Justicia.
En este sentido expresó que la comisión estuvo un poco desactivada en el último tiempo por la condición de pandemia, pero continúan “con reuniones al menos virtuales para seguir luchando para no olvidar”.