Veredas cubiertas con excremento, autos manchados, deterioro de los edificios y monumentos, y  contaminación; son algunas de las consecuencias que provoca la plaga de palomas que padece el casco céntrico de la ciudad. Una problemática que viene desde hace años, pero que se acentuó en el último tiempo.

Lo primero que se debe aclarar es que este flagelo no sólo ocurre en San Francisco, es una disyuntiva incluso mundial donde las principales ciudades de Europa no logran resolverlo. Y lo segundo es que es un problema que se da producto de la mano del hombre, a partir de la deforestación, el avance contra la naturaleza y nuestra mala conducta con los desechos. En fin, es nuestra la responsabilidad.

Las ciudades son un escenario ideal para la reproducción masiva de las palomas, ya que encuentran los edificios que emulan ser acantilados, el arbolado les sirve ante la falta de bosques nativos, y los residuos de las personas son su fuente de alimentación. A esto se le suma la falta de depredadores naturales que existirían en su hábitat natural como comadrejas, iguanas y aguiluchos.

Si bien técnicamente es una plaga que afecta la salud y el patrimonio arquitectónico de la ciudad, a muchos especialistas no les convence el término plaga. En lo que sí todos coinciden es que la solución debe llegar por el lado de la política sanitaria de Estado. 

“No me gusta el término plaga”

Hugo Paulini es biólogo recibido en la Universidad Nacional de Córdoba, que analiza esta problemática que se repite en muchas localidades del país y el mundo. 

“Lo primero que hay que asumir es la cuota de responsabilidad que nos cabe a los humanos. Porque generalmente somos los propiciadores de este aumento de población de palomas debido al ambiente que generamos”, aclaró Paulini en El Periódico Radio FM 97.1. 

Entrevista a Hugo Paulini en El Periódico Radio 97.1

Al mismo tiempo, agregó: “La cantidad de palomas aumenta considerablemente porque le proveemos de alimentos todo el tiempo. Eso provoca junto con la ausencia de depredadores por estar en un entorno de ciudad que las poblaciones de palomas lleguen a unos números insostenibles”.

El biólogo cordobés expresó que es ahí cuando empieza lo que nosotros percibimos como un perjuicio para el humano, principalmente por las deposiciones que dejan. 

A diario se pueden observar ciento de palomas en las calles del centro.
A diario se pueden observar ciento de palomas en las calles del centro.

-¿Es una plaga?

“Es una plaga en función de su número, pero no me gusta utilizar ese término porque deslinda nuestra responsabilidad. Nos hace olvidar que nosotros somos los responsables, y nos avala a buscar soluciones más sencillas o drásticas olvidándonos de que son seres vivos con su derecho a la vida”, indicó Hugo Paulini.

La deforestación de árboles y bosques nativos es uno de los principales motivos de que las palomas se trasladen a las ciudades. “La plaga principal suele ser con la paloma Columba Livia o paloma Rockera como le llaman en España, porque su hábitat natural suele ser los acantilados rocosos y nuestros edificios los emulan perfectamente, y junto con la deforestación se dan un gran avance de la frontera agropecuaria y para ellos consiste en alimentos”, explicó el profesional. 

Cabe remarcar que técnicamente se considera una plaga cuando hay más de 400 palomas por kilómetro cuadrado, aunque esta cifra puede variar en función de la característica de la ciudad. 

“Tenemos que limpiar todos los días”

 Alejandro Spalla es portero de un edificio céntrico de San Francisco, y de alguna manera su testimonio representa lo que padecen tantos trabajadores que, de forma cotidiana, tienen que limpiar las heces de las palomas en el microcentro. 

Todas las mañanas se puede observar como personal de limpieza, porteros y demás trabajadores intentan despegar el excremento de estas palomas de las veredas y tantos otros espacios. Una tarea que les demanda mucho tiempo, a pedido de los propios inquilinos que residen en edificios.

Alejandro Spalla.
Alejandro Spalla.

“Todos los días padecemos este problema. La única opción que queda es limpiar prácticamente todos los días las veredas y otros espacios. Tenemos que baldear con agua, lavandina y escoba de paja”, comentó a El Periódico Radio FM 97.1.

Además manifestó que es un pedido específico de los vecinos porque más allá de la suciedad que genera, entienden que también es un foco de enfermedades.

“Es un trabajo bastante complicado, que lleva horas a la mañana, pero al otro día cuando regresamos la situación se repite”, sostuvo agregando que lleva 18 años trabajando de portero y siempre se dio con este inconveniente.

Spalla explicó que varias veces se habló con el consorcio para tratar de darle una solución pero es difícil de encontrarla. “Hay que ser cuidadoso con los productos que se utilizan porque se puede perjudicar a otros animales y a los propios vecinos”, consideró.

Dos soluciones a la vista

Se hace muy complicada frenar la reproducción masiva de las palomas dado que, si no se corta la fuente de alimentación, estas aves tienen la capacidad de reproducirse en grandes cantidades. 

Para lidiar con esta situación, el biólogo Hugo Paulini plantea una esterilización química a través de la alimentación que provoca que la cáscara del huevo no llegue a endurecerse, y por lo tanto se pierde antes de que el pichón logre nacer, lo cual involucraría una política sanitaria desde el municipio. 

“La solución más viable desde mi punto de vista es el tratamiento de fertilidad. Utilizar el recurso alimenticio en combinación con algunos químicos veterinarios que provocan que cada vez vaya siendo menor la posibilidad de que se reproduzcan”, expresó. 

“Esto es positivo porque las palomas adoptan la estrategia que las palomas mismas utilizan para aumentar su cantidad con alientos y las vuelve en su contra, permitiendo disminuir y controlar los números”, manifestó.

Al mismo tiempo indicó que este método tiene que ser muy bien estudiado para que no afecte a otros individuos sobre todo de la fauna local. 

Ernestina Saravia.
Ernestina Saravia.

Por su parte, la guardafauna de San Francisco, Ernestina Saravia, explicó que la sobrepoblación de palomas se da desde hace muchos años y aseguró que para que se produzca un control se debe hacer con otros depredadores. 

En este sentido, recordó que tiempo atrás ella misma se encargó de poner en el centro de la ciudad un pichón de águila mora, que actúa como depredador: “Lamentablemente alguien le pegó un tiro cuando estaba en la zona de Bv. Libertador Norte y Bv.25 de Mayo”.

“Las aves rapaces son las que se dedican a comer las palomas, pero las personas las matan con la gomera y los rifles. Tendríamos que tener halcones plumizos, chimangos, caranchos, tatagua, pero las personas no nos dejan ponerlos porque los matan”, sostuvo Saravia.

“También el control de estos animales se debería dar con otros depredadores chicos como las iguanas, comadrejas o zorros. Pero las personas no permiten que circule a estos animales por la ciudad. Son animales que no dejamos vivir, siempre las capturamos o las matamos”, manifestó.

Por otra parte, remarcó que no se deben utilizar tóxicos para eliminar las palomas porque se puede llegar a matar otra serie de especies como el benteveo, caserito, los chingolitos y gorriones.

Se llegó hasta este sistema porque no tenemos bosques: “La paloma viaja desde la mañana hasta los campos para alimentarse y regresan a los edificios donde logran anidarse”.

Cómo afecta a la salud humana

Cada paloma puede producir hasta 14 kilos de excremento por año. La enorme cantidad de heces que encontramos en calles céntricas, edificios, plazas y monumentos se transforma en un condimento peligroso para la salud humana que puede traer algunas enfermedades.  
Sus desechos pueden transmitir tanto a las personas como a los animales, garrapatas, piojos, ácaros, chinches y sarnilla.

Las materia fecal de las palomas, son parte de la escena diaria de las veredas del centro.
Las materia fecal de las palomas, son parte de la escena diaria de las veredas del centro.


Además a la acumulación puede llegar a desarrollar la salmonella, y la inhalación de excrementos secos o plumas puede provocar infecciones fúngicas o psitacosis (enrojecimiento, exfoliación, ampollas, descarnación de la piel, picazón, etc).
Aunque según especialistas, el mayor problema se registra por el deterioro que provoca en edificios, monumentos, calles, parques y plazas. 

Un problema que se da en todo el mundo

Tal como se planteó anteriormente, la sobrepoblación de palomas y sus consecuencias no se da únicamente en la Argentina. Por estos días se pueden observar noticias de esta índole en ciudades europeas como Valencia, Barcelona, Milán. Donde con distintas estrategias intentan controlar la densidad poblacional de estas aves que provocan el deterioro de históricas edificaciones y contaminación a las personas.

“Es un problema que pasa en el mundo porque la paloma antes tenía un ciclo de evolución y ahora ese ciclo se transformó por el cambio climático y hay una superpoblación”, destacó Ernestina Saravia.

Uno de los casos principales se da en Valencia, donde plantean diferentes estrategias para tratar de frenar la enorme cantidad de palomas. 
Aseguran que en 2016 se puso en marcha un plan para emplear pienso esterilizante en comederos colocados por la contrata. Entre las ventajas que presenta este sistema de control de la natalidad se encuentra que antes las palomas dominantes eran capturadas en un número muy bajo, por lo que la eficacia mejora en un 60%.