En medio de las graves denuncias e investigación judicial por estafa y asociación ilícita a Generación Zoe, la oficina de esta entidad en San Francisco en los últimos días siguió los mismos pasos que las demás sedes en todo el país: fue cerrada.

Así, se puede ver que si bien el local ubicado en calle Iturraspe al 1944 todavía mantiene el revestimiento en su vidriera, en su interior ya no hay mobiliario alguno y está totalmente vacío. Había sido abierta a mediados de 2021, en plena expansión de esta compañía que tiene numerosas denuncias por su funcionamiento como estafa piramidal, entre otras irregularidades. La actividad en la ciudad duró pocos meses.

En San Francisco, el líder de Zoe era Lucas Giorgis, quien se define como coach ontológico e integrante de la CMC Confederación de Coaches Mundial (CMC), otra de las ramas de Zoe. En breves declaraciones a El Periódico aseguró que no había denuncias a nivel local y que nadie había perdido dinero. Giorgis estaba acompañado en la actividad por su pareja, Valeria Massello; y Emmanuel Córdoba, señalado como otro de los trabajadores o reclutadores de Zoe a nivel local.  

Todos ellos borraron sus perfiles de Facebook donde compartían la actividad de Zoe luego de que este medio publicara informaciones sobre sus tareas.

Pese a los numerosos intentos, este medio no pudo volver a dialogar nuevamente con Giorgis para que brinde su explicación sobre las graves denuncias de estafa que pesan sobre esta institución.

A nivel local todavía no se conocen públicamente denuncias o casos de personas estafadas.

Prófugos y sin respuestas

Si bien la causa judicial iniciada por la Justicia de Villa María ya tiene casi 20 personas detenidas, los principales líderes de Generación Zoe, Leonardo Cositorto y Maximiliano Batista, todavía permanecen prófugos pese al pedido de captura internacional que pesa sobre ellos. En cambio, los líderes y reclutadores de otras ciudades permanecen en libertad. 

Como si fuera poco, Cositorto permanece brindando videoconferencias casi a diario por Zoom en las que recientemente informó que cerraba Zoe para crear Sunrise, otra plataforma donde capta dinero de ahorristas y promete devoluciones de altos intereses, aunque sin dar mayores respuestas a cómo devolverá el dinero que miles de personas invirtieron en Zoe. 

Numerosos usuarios de redes sociales que siguieron muy de cerca y destaparon el caso de Zoe reiteran que Sunrise es otra muy clara estafa de tipo ponzi o piramidal. Es decir, que toman dinero sin ninguna regulación ni autorización correspondiente, y abonan los intereses a los primeros inversores solo con lo aportado por las nuevas víctimas que ingresan al sistema, pero sin generar ninguna inversión real que genere ganancias. Cuando la cadena de nuevos ingresos se corta, desaparece el dinero y comienzan los problemas.

Al igual que en Zoe, Cositorto fundamenta su actividad en el pedido de inversiones en dólares a sus seguidores y pretende justificar el cierre de Zoe con excusas inverosímiles, echando responsabilidades a usuarios de redes sociales y medios de comunicación que alertaron del funcionamiento de esta empresa; pero sin explicar cómo devolverá el dinero que reclaman los ahorristas ni qué inversiones se hicieron para obtener ganancias.

Entre las últimas novedades de la investigación judicial, el pasado 11 de marzo el juez nacional en lo Comercial Pablo Frick dispuso la intervención judicial por seis meses de las firmas Generación Zoe S.A. y Zoe Capital S.A. y decretó la inhibición general de bienes de su presidente Cositorto, quien se encuentra prófugo y acusado maniobras defraudatorias a través de estafas piramidales.

Por otra parte, también en España fueron detenidas dos personas como responsables de una oficina de Zoe en la localidad de Elda, un municipio en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana), luego de denuncias de estafa efectuadas por ahorristas en esa localidad.