No hay un alma. Nadie anda por ahí. Solo se escucha el constante andar de camiones y vehículos que circulan a uno y otro lado de la ruta provincial 1 y la avenida Maipú. El lugar parece una escenografía ideal para filmar cualquier serie o película apocalíptica, al aguardo de zombis o sobrevivientes buscando refugio.

Lo que antes fue un lucrativo sector comercial en el acceso norte del casco urbano de San Francisco, hoy son estructuras desguazadas, con vidriales destruidos y suciedad, techos desaparecidos y yuyos que van ganando el terreno. Así es el actual estado de lo que fue la reconocida estación de servicio “El Triángulo”, que supo ser sede y base de centenares de camioneros y automovilistas que día a día paraban en el lugar para cargar combustible, almorzar, cenar o pasar la noche para seguir viaje a distintos puntos del país o el extranjero.

El lugar todavía mantiene la estructura de donde supieron existir los surtidores de combustible y dos carteles dan cuenta del paso del tiempo y de la inflación con una, aparente, última anotación del valor del gasoil cuyo precio era $15,99. Donde supo funcionar la administración solo quedan tres paredes, mientras que el frente vidriado y el techo de chapa se esfumaron o los desaparecieron. 

La estación de El Triángulo, del esplendor a escenario ideal para una serie apocalíptica

En lo que fueron los baños y duchas de la estación todavía se conserva pintado en una las paredes internas el logo del comercio junto a las banderas de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, haciendo referencia a las múltiples nacionalidades de conductores que solían frecuentar el lugar.

Y la que supo ser una famosa parrillada, solo conserva la estructura, yuyos que tapan los accesos, espejos rotos en uno y otro sector, cubiertas abandonadas en el interior, rastros de alguna que otra fogata y se percibe en todo momento las miradas y el aleteo de las palomas ya dueñas del lugar.

A su vez, una camioneta Fiat Ducato casi en su totalidad desarmada y abandonada, se mantiene “estacionada” frente a la lo que era la administración y todavía mantiene la inscripción “El Triángulo, estación de servicio internacional”.

Época dorada

Según datos municipales, en diciembre de 2001 se le dio el alta comercial a la firma El Triángulo San Francisco S.A y en mayo de 2010 se registró su cese de servicios. Sin embargo, en la década del ’90, había sido explotada por otro propietario que con la llegada de la crisis económica del 2000 decidió rematar la concesión que quedó en manos de un empresario santiagueño de nombre Abraham Gómez.

Osvaldo Ravinale, un vecino de nuestra ciudad que fue empleado en la estación de El Triángulo como playero en los años 90, recordó a El Periódico su paso por la firma. “Me tocó trabajar en pleno furor de la ruta al Mercosur y me acuerdo que se llegó a vender un millón de litros por mes de gasoil, que era un número impresionante para la estación. Y en esa época el grupo de 'Cacho' Borgogno tenía su parrillada y toda la semana había un movimiento impresionante de gente ”, relató.

El trabajador comentó también que a su vez eran siete empleados a cargo de la playa -dos por turno y uno que cubría los francos-, un personal administrativo y otras tres personas que cuidaban los baños.

“La verdad es que se trabaja mucho, había días que caían, por ejemplo, seis o siete camiones brasileros de una misma firma a cargar combustible, comer y dormir. Y había noches que no quedaba lugar para que entre un camión más a pasar la noche y eso que el predio era enorme ”, repasó.

Según Ravinale, la crisis del 2001 hizo mella en la empresa que desde entonces comenzó a sufrir la caída en las ventas y poco antes de su cierre el trabajador dejó su puesto para buscar mejor destino. “Todo fue decayendo hasta que falleció el dueño y se ve que su familia nunca se hizo cargo. Hasta la (camioneta) Ducato que se usaba para hacer mandados en la ciudad la dejaron ahí tirada ”, expresó. 

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Parrillada completa

A mediados de los '90, Eduardo Borgogno tuvo su cargo la concesión del comedor que funcionaba aledaño a la estación de servicio y que había denominado “Parrillada El Triángulo”. Según el empresario gastronómico se trató de “una gran experiencia con muy buenos años de trabajo”.

“Estuvimos unos nueve años en el Triángulo y funcionó muy bien porque era una novedad para San Francisco porque en su momento había solo una parrillada”, comentó. Y a su vez recordó que en el interior del local podía ingresar unas 120 personas. “Afuera teníamos un playón pavimentado que separaba la parte de la estación de servicio donde metíamos hasta 80 personas más. Los viernes y sábados trabajábamos con más de 200 comensales”, destacó.

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Además recordó que en aquel emprendimiento inauguró su primera carpa estructural con una cena baile para más de 250 personas.

Sobre su salida del lugar, Borgogno aclaró que decidieron irse del lugar porque vio otra posibilidad de negocio.