Las siete personas que hasta hace algunas semanas permanecían viviendo en la Terminal de Ómnibus fueron reubicadas a través de una gestión de la Municipalidad de San Francisco, a través del área de Desarrollo Social.

Los pasos a seguir se definieron en agosto, luego de reuniones y acuerdos con Red Solidaria, el concesionario de la Terminal de Ómnibus, la Policía Provincial y el área de Desarrollo Social del municipio, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que pernoctaban en la Terminal.

Así, algunos hombres (no había mujeres en ese grupo) fueron reubicados en una pensión, donde fueron dotados de elementos para el armado de la habitación. Red Solidaria, dentro de sus posibilidades, les provee raciones de comida.

Otros se han ubicado junto a allegados, recibiendo acompañamiento desde el municipio.

Circunstancias 

Desde Desarrollo Social, y a partir de relevamientos, se reveló que estas personas compartían situaciones de vida similares. Entre ellas se encontraron desafiliaciones familiares (a partir de situaciones de violencia, consumo de alcohol y sustancias), consumo de alcohol y drogas que obstaculizaban la inserción laboral, patologías de salud mental que dificultaban realizar acuerdos para mejorar sus posibilidades, conductas transgresoras al orden que interferían en la vida cotidiana de las personas que circulan o trabajan en la Terminal y falta de higiene personal.

Seguimiento

En la Municipalidad señalaron que el trabajo continúa, debido a que la Terminal de Ómnibus es un lugar de tránsito importante. Así, en forma conjunta con el Destacamento Policial que se encuentra en el lugar, junto a los empleados de las empresas de transportes, se asiste a pasajeros que por circunstancias particulares no están pudiendo llegar a su destino.

Solidaridad

A pesar de que estos hombres se encuentran alojados en una pensión con habitaciones un tanto precarias, “están muy felices, porque ellos dormían sentados en los bancos duros de la terminal”, aseguró Marcelo Valverde, de Red Solidaria, una de las instituciones que colaboró con la causa.

"Se les consiguieron algunos utensilios, un calentador, cama, frazadas. Algunos voluntarios iban de lunes a lunes a llevarle comida. Pero ya tienen techo, el trabajo nuestro está hecho. De todas maneras, algunos voluntarios tienen la libertad de seguir yendo tres o cuatro veces por semana llevándoles comida”, agregó.