Veinte años atrás quizás nadie se hubiese imaginado que a su pequeño hijo lo derivarían a un psicólogo por mostrarse inquieto o tener problemas de conducta en el colegio. Sin embargo, en la actualidad es común tal situación. En los últimos años aumentaron las consultas por niños al psicólogo: un 80 por ciento son derivaciones por parte de los colegios hacia los profesionales y el restante 20 por ciento por interés de los padres.

Silvana Rocchiccioli (Matr. 3.242), titular de la delegación San Francisco del Colegio de Psicólogos de Córdoba, explicó a EL PERIÓDICO que los problemas en la conducta de los niños son hoy más comunes que antes y que entre los 4 y 8 años de edad las complicaciones son mayores.

Las derivaciones por parte de los jardines o colegios se dan cuando los niños evidencian no tener límites –que deberían ponerse en la
casa-, lo que se manifiesta en no escuchar a los maestros, golpear a los compañeros, hacer revuelo en el aula, entre otras actitudes.

En los jardines, por ejemplo, en las salita de 4 años se suele esperar que los infantes modifiquen su conducta el primer semestre. Si esto no ocurre viene la derivación. En lo que respecta al colegio primario, ésta llega cuando los pequeños alumnos no se pueden adaptar a la nueva modalidad de estudio: estar más atentos, llenar el cuaderno de clase, relacionarse con sus nuevos compañeros.

Rocchiccioli manifestó que una derivación de este tipo debe trabajarse con los padres, con su colaboración: “Se debe acordar que el niño necesita tratamiento, un cambio de conducta. Lo primero que se hace es un acuerdo sobre qué queremos cambiar del niño y porqué. Que los padres sepan el porqué para que se sostenga en el tiempo y no hacerlo porque lo pide el colegio”.

La profesional indicó que en el año 2000 un 2 por ciento de los pacientes eran niños. Hoy esa cifra creció considerablemente y se estima que un 50 por ciento de las consultas a psicólogos corresponde a niños.

Evitar medicar

Si el niño es hiperactivo y no se lo controla de antemano puede que con el tiempo sea medicado. “Aquel niño que no come sentado, que no puede jugar con algo por mucho tiempo, que deja todo desordenado y que no puede concentrarse en una actividad y es hiperactivo, si no se lo controla antes de los 6 años es probable que cuando ingrese a una institución educativa necesite medicación neurológica”, aclaró la psicóloga, explicando la necesidad de que se corrija esa conducta con tiempo.

Chicos intranquilos hubo siempre a lo largo de la historia: ¿por qué hoy son tratados por psicólogos?

Hace 20 o 25 años atrás las mamás estaban casi todas en la casa. Ahora trabajan los dos, padre y madre, por lo que pasan muy poco tiempo con los niños. Y uno escucha que ellos comentan “encima tenemos que retarlos” o “prohibirle esto o lo otro”. El dejar hacer para que no molesten, por ejemplo, hace que el niño no tenga límites y eso lo desorganiza emocionalmente.

¿Hay una cuestión de culpa en los padres también?

Sí, existe una cuestión de culpa. Por ahí sostienen que el tiempo que pasan con ellos es de calidad, a lo que les digo que la calidad es otra cosa.

Derivaciones desde las escuelas

Los problemas de conducta devienen de la falta de límites, ante la separación de los padres o el exceso laboral de los mismos, la muerte de uno de los progenitores, la mudanza a una ciudad desconocida, entre otros.

En el caso de las consultas privadas por parte de padres, los motivos pueden ser por violencia familiar o posibles abusos sexuales.