En la Universidad Nacional de Córdoba funciona la primera impresora 3D de medicamentos. Se encuentra en la Facultad de Ciencias Químicas. Fue fabricada por una pyme nacional (Life Soluciones Integrales), a partir del requerimiento de científicos de esa unidad académica.

Dicha impresora permite producir pastillas o cápsulas, combinando distintos materiales a partir de diseños creados en la computadora.

La variedad de formas geométricas que puede producir posibilita controlar el momento y lugar exacto en el cual el fármaco se libera en el organismo. Promete ser de gran utilidad en el ámbito de la medicina personalizada, fabricando remedios “a la medida” de cada paciente.

La impresora permite producir fármacos en tres dimensiones, es decir, de forma y aspecto real (objeto físico y tangible), que previamente son diseñados digitalmente en una computadora.

El aparato es altamente innovador desde el punto de vista tecnológico, ya que se pueden diseñar formas y combinar materiales libremente, imprimir en tiempo real, y comprobar el efecto de la droga en el medio.

“La geometría de un medicamento y el modo en que son combinados (estratificados) sus materiales son dos factores que influyen directamente en la liberación del principio activo”, explicó Santiago Palma, doctor en Ciencias Químicas e integrante del grupo de científicos de la UNC que lleva a delante el proyecto. De esta manera, por ejemplo, es posible controlar el lugar preciso y el momento exacto en el que deseamos que el fármaco comience a liberarse en el organismo.

Para imprimir, se utilizan dos materiales biocompatibles (lípidos o grasas y polímeros hidrosolubles), de uso extendido en la industria farmacéutica. En el material “se mezcla” el principio activo (fármaco), responsable del efecto terapéutico, que luego queda “retenido” dentro del medicamento impreso.

La impresora 3D fue diseñada y fabricada por una pyme nacional (Life Soluciones Integrales), a solicitud de un grupo de investigadores de la UNC especializados en el campo de la innovación farmacéutica. Funciona con dos programas informáticos específicos, que también fueron creados por la empresa.

Hasta el momento, los científicos consiguieron imprimir medicamentos en volumen con materiales compatibles y procesos comúnmente utilizados en la industria farmacéutica, lo cual –aseguran– representa un “verdadero salto tecnológico”. El desafío ahora es incrementar la velocidad de producción.

Fuente: Unciencia.