En la tercera jornada del juicio por el crimen de María Eugenia "Marita" Lanzetti, dos peritos aportados por la querella aseguraron en su testimonio que Mauro Bongiovanni tenía "manejo y comprensión de sus actos" al momento de matar a su ex pareja. En cambio, un tercer perito de parte de la defensa, aseguró que "no pudo dirigir libremente sus actos". Las audiencias pasaron a un cuarto intermedio hasta el viernes, día en que probablemente se dicte la sentencia.

Peritos

En primera instancia, el psiquiatra Diego Cardo y psicólogo forense Pablo Duje coincidieron en base a las pericias realizadas e informes que el empresario no tenía alteraciones morbosas ni de consciencia. Y concluyeron que tenía "manejo y comprensión de sus actos".

Cardo aseguró que Bongiovanni sufría un “trastorno depresivo reactivo” por la separación de Marita. De esta forma rectificó una de las pericias realizadas en San Francisco que afirmaban que Bongiovanni sufría un “trastorno depresivo mayor”. “Cuando es mayor se trata de algo crónico en el tiempo, se alteran todas las funciones sociales”, definió, y agregó que en este caso se puede hablar de una “relación posesiva”.

Por su parte, Duje descartó un brote psicótico de parte del imputado el día del crimen. También manifestó que de acuerdo a la pericia, antes de la muerte de Marita, Bongiovanni “no podía resolver su pérdida (por la separación)” y aseguró que poseía un “importante nivel de dependencia afectiva”.

Enfermedad

El tercer perito, esta vez aportado por la defensa de Bongiovanni, fue el psiquiatra Diego Couriel, quien aseguró que el homicida sufría una depresión mayor y bipolar, y que al momento del crimen "no pudo dirigir libremente sus actos".

Las observaciones de Couriel fueron muy en sintonía con el planteo de la defensa para que se lo declare inimputable, y aseguró que Bongiovanni padecía una enfermedad desde mucho tiempo atrás y que se desencadenó el día de la separación de Marita. Señaló que el empresario estaba enfermo, pero que no se lo trataba como tal. "No tenía consciencia de su enfermedad, y la sociedad tampoco", dijo. También cuestionó los tratamientos que recibió.

La última fue la psicóloga Amalia Cariola, quien también avaló que el imputado es una persona enferma desde antes de la separación con la víctima.

Testimonios leídos en sala

Tras escuchar a los cuatros peritos, se leyeron cuatro testimonios que se realizaron ante la fiscalía de instrucción para aportar al juicio. Uno de ellos pertenece a Javier Collino, quien hizo un viaje a Cancún junto a Bongiovanni meses atrás al hecho: “Estaba como ido, depresivo. Me decía que tenía todo el tiempo en su cabeza a Marita y que se había mandado muchos mocos”.

El otro fragmento correspondió a de Fernando Vescovi, quien sostuvo que Bongiovanni se había acercado en el último tiempo a su círculo social, por eso lo conocía. Ambos estuvieron juntos haciendo ejercicios el día anterior al asesinato, y según Vescovi, el imputado le había manifestado que quería mejorar su vida.

Luego se leyeron los testimonios de Carlos Funes y Hernán Nigra, quienes coincidieron que conocían a Bongiovanni por su afinidad con Sportivo Belgrano y que a los dos les había pedido que le consigan “un fierro”, inclusive el día anterior al crimen, pero aseguraron que nunca se lo consiguieron.

Como sucede desde el lunes, cuando comenzó el juicio, una gran cantidad de personas, entre amigos, familiares y allegados a Marita, colmaron la sala de la Cámara del Crimen de San Francisco, donde se desarrolla el proceso. Estuvo nuevamente presente el hijo mayor que la mujer tenía con Bongiovanni, y la madre de éste, Norma Panero.

Juicio Marita: peritos señalaron que Bongiovanni comprendía sus actos
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