Hace una semana y un día, Damián Bernarte juraba como intendente interino de San Francisco en reemplazo del ahora diputado Ignacio García Aresca.

En el Concejo Deliberante enfrentó los cuestionamientos opositores, reales por cierto, sobre lo desprolija que fue la sucesión, ya que, si bien era un secreto a voces su denominación, hasta el último día no se dio oficialmente a conocer. Siguiendo los mecanismos de sucesión que prevé la Ley Orgánica Municipal, el ex opositor cumplía así su sueño de ser mandatario municipal luego de dos elecciones perdidas con su partido Mejor San Francisco.

El sábado, en su segundo día en el cargo, Bernarte recorrió obras de desagües pluviales y cloacales, participó de la plantación de árboles en la costanera norte y también de la apertura de un torneo de ajedrez. Una agenda si se quiere cargada por ser el inicio de un fin de semana.

Hasta ese momento todo iba sobre carriles normales pero el domingo las cosas cambiaron. Bien temprano en la madrugada supo que un inspector municipal estaba detenido por haber golpeado presuntamente con un cono de seguridad vial a un joven motociclista sobre Av. Cervantes, el cual aún se recupera de las lesiones. Según se informó, rápidamente se comunicó con la familia de la víctima para ponerse a disposición. Con el correr de las horas, desde el municipio, más habituados a no referirse a estas situaciones de manera pública, emitieron un escueto comunicado sobre el tema.

En horas de la tarde, el calor agobiante y las nubes grises que iban asomando preanunciaban que una tormenta iba a llegar, aunque no se esperaba tamaña caída de agua en tan poco tiempo. En minutos, las calles de la ciudad se inundaron, en muchas casas ingresó agua generando destrozos y, a causa del viento, en otras hasta se voló el techo.

Este escenario provocó que Bernarte deba reunir al Comité de Crisis para poder surfear la ola ante el enojo de la ciudadanía que se hacía sentir en las redes sociales ante cada publicación de lo que iba ocurriendo. Cuando la lluvia amainó, salió a recorrer de madrugada los sectores más afectados. Un debut en la intendencia bastante complicado y seguramente inesperado.

Semana de encuentros

Desde el lunes, Bernarte mostró una agenda pública más cargada que la que venía llevando su antecesor, algo que era esperable dado que posiblemente busque elevar el perfil de su gestión y dotarla de marcas propias. Se citó con instituciones y entidades intermedias de San Francisco. Para cada día armó una agenda y se reunió con integrantes del Parque Industrial, la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM), la Cámara de Comercios Exterior (CCE), el Centro de Electro Instaladores Regionales, el Obispado, la UTN y el CRES y estuvo presentes en algunas conferencias de prensa.

Es muy pronto para sacar conclusiones sobre cómo será el mandato de Bernarte en los próximos dos años, aunque sí pareciera que buscará dar un golpe de efecto mostrando presencia, algo que anticipó el día de su asunción: “Voy a trabajar en equipo, escuchando, estando atento a lo que tienen para decirnos…”, indicaba.

Claro que para una gestión exitosa no solo alcanza con tener mayor presencia. Sin embargo, el flamante jefe municipal inició su camino con una mayor exposición de la que venía teniendo Aresca, intentando mostrar un modelo de conducción diferente. El tiempo será testigo de cómo le irá.