ValoraSoy, la empresa agroindustrial de una familia sanfrancisqueña que elabora y exporta proteínas texturizadas de soja, amplió su horizonte luego de unirse a la firma Moolec Science (con sede en Luxemburgo), dedicada a la “agricultura molecular”.

De esta unión surgirá un poroto de soja robustecido con proteína animal que podrá llegar en el mediano plazo a la mesa de los argentinos, por ejemplo, en forma de hamburguesa u otro producto alimenticio. ¿Cómo?

La apuesta de Moolec consiste en desarrollar una tecnología que permita sintetizar sustitutos de carne porcina a través de las plantas de soja modificadas.

Se trata sin dudas de un avance de gran importancia que buscará impactar de en la alimentación a futuro, pero además en la generación de nuevos puestos de trabajo en San Francisco y la región.

Alfredo Ricca, presidente de ValoraSoy cuya planta funciona en la localidad de El Tío, explicó a El Periódico que esta innovación pasa por modificar genéticamente el ADN de la soja, al que se le introduce una molécula animal que puede ser porcina, vacuna o de otra especie: “La planta actúa como un bioreactor de proteínas, entonces el poroto de la planta de soja va a tener una proteína animal con un 26 por ciento, que es lo que ya se ha logrado”.

La familia Ricca (en la segunda línea) junto a integrantes de Moolec.
La familia Ricca (en la segunda línea) junto a integrantes de Moolec.

El empresario agropecuario aclaró que existe una proyección en este aspecto: “Esto va a ayudar a que en el 2050 se pueda alimentar a la humanidad. Porque pese a que se piensa que el crecimiento demográfico va a ser un poco menor, se prevé que no va a alcanzar la proteína animal para atender todas las necesidades”.

La soja, la vedette

ValoraSoy nació como una empresa agroindustrial en 2011. En El Tío instalaron una planta extrusora para la producción de expeller y aceite de soja con destino al consumo animal. En especial para la producción tambera, que era muy fuerte por ese entonces en nuestra región.

Sin embargo, la venta de ambos productos en el mercado interno dejó de ser rentable para la firma, por lo que los Ricca se vieron obligados a una instancia superior. Adquirieron una línea de producción de soja texturizada con la finalidad de incursionar en harinas para el consumo humano. En diciembre de 2014, hicieron la primera exportación.

Ahora, a su producto vedette le harán un agregado: “Nosotros ya hacemos la extracción de aceite, creamos harina micronizada y luego el texturizado. Automáticamente con este proceso podemos tener una hamburguesa de carne, sin agregarle carne. ¿Por qué? Porque ya tendrá todas las propiedades de la carne”, explicó Ricca, quien manifestó que las regulaciones “llevan tiempo” por lo que estiman que en cuatro años, aproximadamente, puedan empezar a industrializar.

Consultado sobre el aporte de su empresa en esta alianza con Moolec, el sanfrancisqueño indicó que será lo industrial mediante su planta, y agregó: “Cuando se lance, se va a lanzar no solo aquí en Argentina, sino en otros en otros países productores de soja como Brasil o Estados Unidos”.

Asimismo, dijo que esta innovación biotecnológica, además de promover el desarrollo económico de la región, requerirá la colaboración de una gran cantidad de profesionales del agro, lo que representa una gran noticia para los estudiantes y los trabajadores vinculados a los sectores alimenticio y agropecuario, entre otros.

Exportación

ValoraSoy cuenta con alrededor de 35 empleados y desde el 2014 exporta de forma ininterrumpida a más de 15 países, destacándose Filipinas, Sudáfrica, Chile, entre otros. A su vez tiene presencia en el mercado nacional en dos segmentos: el industrial y en los comercios minoristas como herboristerías, dietéticas y también mediante la venta online, con su marca Soyalitas.

Ricca señaló que siempre buscaron tener una planta “ordenada” para cuando llegue un momento como el actual: “Vino de esta forma y no quisimos perder la oportunidad. Hoy naturalmente estamos trabajando para adecuar las empresas, son formas de trabajo totalmente distintas y hay que trabajar mucho”.