En la tercera jornada del juicio contra el fiscal federal de San Francisco, Luis María Viaut, el funcionario judicial declaró por primera vez en el marco de las audiencias y, pese a que otros cuatro imputados ya reconocieron los hechos y las pruebas, negó todos los cargos en su contra y subrayó que nunca tuvo denuncias por pedido de coimas.

La declaración de Viaut era muy esperada hoy ya que restaba conocer cuál sería su postura luego de la confesión de su colaborador directo, Darío Fabián Rivarola, de reconocerse culpable de los cargos que se le imputan y las pruebas en su contra. Ambos están acusado de dos delitos: concusión agravada (pedir coimas) y tráfico de influencias.

En soledad, Viaut insistió en su inocencia y negó dirigir cualquier maniobra para cobrar desde su Fiscalía como también negó haber realizado cualquier gestión por tráfico de influencias, el segundo de los delitos por el que está imputado.

Resumidamente, al declarar en la mañana de este jueves, el todavía fiscal federal de San Francisco (de licencia actualmente) explicó que trabajó en muchas causas grandes y que nunca tuvo una sola denuncia por coimas. También negó rotundamente haber dado indicaciones a personas de su Fiscalía para que modifiquen la situación de distintas causas de manera ilícita.

Por otra parte, dijo desconocer totalmente la acusación en su contra respecto al pedido de coimas a dirigentes de la Cooperativa Las Cañitas de El Tío, y negó cualquier comunicación para presionar a la fiscal de Instrucción de Bell Ville Isabel Reyna e intentar favorecer a un acusado de abuso sexual en la Justicia provincial. Sobre este último punto, aseguro que no conoce a la fiscal y que no la llamó, contrariamente a lo que declaró la funcionaria ayer.

También manifestó que en la época de pandemia con los empleados en la Fiscalía hablaban a cualquier hora por cuestiones de trabajo.

Pasadas las 16 de este jueves, continuaba su alegato el fiscal federal Carlos Gonella, a cargo de la acusación. Previamente lo hizo el abogado Juan Alberione, que representa al querellante Pablo González, el dirigente cooperativo que denunció a Viaut.

El martes próximo será el turno de los alegatos de las defensas. y la sentencia podría dictarse ese mismo día. Mañana viernes no habrá audiencia.

Acorralado

Ayer miércoles, en el segundo día de un juicio sin precedentes en la Justicia Federal de Córdoba, la confesión de su colaborador directo "Paco" Rivarola y otros importantes testimonios dejaron a Viaut en una situación muy comprometida: cuatro de los cinco imputados ya reconocieron los hechos por los cuales están siendo juzgados y pidieron disculpas por lo que hicieron. Así, el fiscal federal es el único que rechazó las acusaciones en su contra. 

Tanto Viaut como Rivarola (ordenanza en su Fiscalía) están acusado de pedir coimas millonarias para frenar investigaciones en la Fiscalía Federal de San Francisco y por tráfico de influencias. Por el segundo delito también fueron imputados Gerardo Agustín Panero y Walter Gustavo Fattore como partícipes necesarios, y Víctor Brugnoni por cohecho activo, es decir, pagar coimas a un funcionario público. Los últimos tres, al igual que Rivarola, reconocieron los hechos tal como figuran en la acusación.

Los testimonios de la segunda jornada comprometieron seriamente la situación del fiscal federal. En primer lugar, en lo que hasta ahora es sin dudas la declaración más importante, Rivarola aceptó todos los cargos que se le imputan y las pruebas en su contra. Además dijo sentirse avergonzado y pidió perdón por lo hecho, inclusive al Tribunal que lleva adelante el juicio.

Esta admisión compromete seriamente no solo su situación sino también la del fiscal Viaut, ya que según la acusación, Rivarola no actuaba a sus espaldas sino que, por el contrario, era el propio Viaut quien daba las órdenes y dirigía las presuntas operaciones para obtener sobornos a supuestos implicados en causas judiciales. En su confesión, Rivarola tampoco despegó a Viaut de los hechos.

Los otros testimonios que apuntaron a Viaut

Como si no fuera poco con la confesión de su colaborador Rivarola, otros dos testigos de peso apuntaron también contra el presunto accionar delictivo del fiscal. Primero fue Isabel Reyna, fiscal de Instrucción en los Tribunales Provinciales de Bell Ville, quien aseguró que recibió presiones a través de una llamada telefónica de Viaut para liberar al hijo de Brugnoni, detenido en una causa por abuso sexual que se tramitaba en esa Fiscalía provincial. También el dirigente cooperativo de Devoto, Domingo Benso, apuntó contra la Fiscalía (aunque no particularmente contra Viaut) al señalar que a su familia le exigieron un pago de 150 mil dólares para liberarlo en una causa por la que estuvo más de un mes detenido y en la cual luego le dictaron la falta de mérito.

Precisamente, Reyna fue quien investigó un caso de violación en la localidad de Laborde a fines de 2019, por la cual libró una orden de detención hacia José Agustín Brugnoni –de 24 años en ese momento- como principal sospechoso. El hecho se produjo a la salida de un boliche. Este sujeto terminó siendo detenido días después.

Justamente el padre del imputado por este hecho, Víctor Hugo Brugnoni, ratificó en la primera audiencia haber pagado 17.100 dólares (equivalentes en ese momento a dos millones de pesos) a Rivarola y los otros imputados para que Viaut interceda y ayude a la liberación de su hijo en esta causa.

La funcionaria judicial declaró haber recibido en ese momento una llamada “muy inoportuna” de Luis Viaut, que se identificó como fiscal federal y que llamaba por medio de una característica telefónica que no correspondía a la zona de Bell Ville.

Según señaló Reyna, Viaut le preguntó por la causa de su hijo que ella tramitaba y que estaba con prisión preventiva y apelación. Según el testimonio, Viaut le cuestionó su decisión asegurando que era un error que esté detenido este joven porque no había “peligrosidad procesal”, a lo que la mujer le explicó que se había fugado y les había costado detenerlo.

Cabe destacar que esta persona había sido detenida en la frontera Formosa - Paraguay, por lo que consideraba que existía riesgo de fuga.