En la segunda jornada del juicio contra el fiscal federal de San Francisco, Luis María Viaut, otro de los testimonios más relevantes estuvo a cargo de la fiscal de Instrucción en Bell Ville, Isabel Reyna, quien relató ante el Tribunal Oral Federal 2 que en 2020 había recibido una llamada telefónica de quien se presentó como Viaut para cuestionarle la detención de un joven acusado por abuso sexual, corroborando una de las acusaciones que pesa sobre el fiscal en este proceso: tráfico de influencias.

La declaración de Reyna fue de suma importancia y complicó seriamente la situación del fiscal Viaut. A esto se le suma que cuatro de los cinco imputados en el juicio se declararon culpables al reconocer los hechos y las pruebas de la acusación, por lo que el alto funcionario judicial de San Francisco quedó solo en su estrategia de mantener su inocencia.

Reyna, quien fue la primera testigo que declaró este miércoles, aseguró recordar muy bien la llamada de quien se identificó como el fiscal federal Luis Viaut porque la misma le había causado mucha sorpresa y además porque se trataba de una causa en que la detención del principal sospechoso le había demandado mucho trabajo.

Lo que declaró Reyna

Al comenzar su exposición, Reyna explicó que no recordaba la fecha con exactitud pero que había sido en pandemia y cuando todavía muchos empleados estaban con teletrabajo. Dijo que recibió la llamada desde un número largo y reconoció que no era de Córdoba.

"Se presenta como el fiscal federal de San Francisco, no retuve su apellido, pero me resultó corto y extraño. Fue muy cortita la llamada, no más de tres minutos. No terminaba de entender si me llamaba por una causa federal, no entendía la llamada. Me preguntó por la situación procesal de este chico. Le dije que sabía que estaba con prisión preventiva y que creía que estaba con un recurso, en apelación", comenzó.

"Me preguntó por qué lo tenía preso y le dije que cómo no lo iba a tener preso. Nos costó mucho trabajo aprehenderlo. No nos aceptaban la captura internacional y sabíamos que se nos estaba moviendo hacia afuera, por eso me acuerdo de esa causa", siguió.

"Todos en la Fiscalía recordamos mucho esta causa por el trabajo que nos dio detenerlo. Me dijo que por qué lo tenía preso si no había ningún peligro procesal. Le dije que no sé qué peligro procesal manejan en la Justicia Federal, pero que me costó cuadro días y se me estaba escapando del país. Le dije que nos costó mucho trabajo detenerlo y que no se nos escapara, si eso no es peligro procesal, disculpame, yo no sé qué código trabajan en la Justicia Federal", continuó.

La funcionaria judicial aseguró que tras finalizar la breve comunicación quedó bastante enojada y que su respuesta a Viaut no fue en buen tono. "La conversación fue muy corta, pero la recuerdo porque no podía creer que alguien me estuviera llamando y diciéndome que no había peligro procesal, estamos todos locos, no tenía sentido la llamada", detalló.

Finalmente, relató que luego de terminar la llamada fue y lo conversó con su secretaria. "No podíamos creer, con todo lo que nos costó este chico, la caradurez de la persona que nos está hablando", resumió.

Viaut quedó muy complicado y hablaría mañana

El juicio continuará este jueves con los alegatos por parte de la acusación, a cargo del fiscal federal Carlos Gonella, en compañía de la fiscal federal de Villa María, María Marta Schianni (quien estuvo a cargo de la investigación de la causa). 

En esta tercera jornada, se presume que Viaut podría cambiar su estrategia y ampliar su declaración, dando su versión de los hechos por primera vez en el juicio. En base a esto, la sentencia se espera para la próxima semana, aunque no se descarta que pueda efectuarse esta misma semana el próximo viernes. 

Cabe recordar que tanto Viaut como Darío Fabián Rivarola (ordenanza en su Fiscalía) están acusado de pedir coimas millonarias (concusión agravada) para frenar investigaciones en la Fiscalía Federal de San Francisco y por tráfico de influencias. Por el segundo delito también fueron imputados Gerardo Agustín Panero y Walter Gustavo Fattore como partícipes necesarios, y Víctor Brugnoni por cohecho activo, es decir, pagar coimas a un funcionario público. Los últimos tres, al igual que Rivarola, reconocieron los hechos y las pruebas tal como figuran en la acusación.

Los testimonios de la segunda jornada comprometieron seriamente la situación del fiscal imputado, un hecho sin precedentes en la Justicia Federal de Córdoba. En primer lugar, en lo que hasta ahora es sin dudas la declaración más importante, Rivarola aceptó todos los cargos que se le imputan y las pruebas en su contra. Además dijo sentirse avergonzado y pidió perdón por lo hecho, inclusive al Tribunal que lleva adelante el juicio.

Esta admisión compromete seriamente no solo su situación sino también la de Viaut. ¿Por qué? Porque según la acusación, Rivarola no actuaba a sus espaldas sino que, por el contrario, era el propio Viaut quien daba las órdenes y dirigía las presuntas operaciones para obtener sobornos a supuestos implicados en causas judiciales. Y en su confesión, Rivarola no despegó al fiscal Viaut de los hechos sino que reconoció las pruebas tal como figuran en la acusación del Ministerio Público Fiscal.

Tráfico de influencias: lo que dice la acusación

Según la instrucción de la fiscal federal María Marta Schianni, el 23 de septiembre de 2020, Rivarola -como persona interpuesta de Viaut-, Panero y Fattore se reunieron con Víctor Brugnoni en la localidad de Las Varillas. Allí, Brugnoni les entregó 17.100 dólares por las gestiones realizadas para mejorar la situación procesal de su hijo, detenido en el marco de una causa penal en la justicia de Bell Ville. Esto fue informado por Rivarola a Viaut, que dispuso que el dinero debía ser llevado al día siguiente a su fiscalía para ser repartido. 

La situación, siempre según la acusación, había comenzado un mes antes, cuando por medio de Fattore y Panero, Brugnoni se contactó con Rivarola y Viaut para solicitarles que ejerciesen las influencias que fueran posibles sobre quienes llevaban a cabo la investigación penal en contra de su hijo por el delito de abuso sexual con acceso carnal, que tramitaba en la Fiscalía de Instrucción y Familia del turno 2 de Bell Ville. El 26 de agosto de ese año, Viaut se comunicó telefónicamente con Rivarola y lo puso al tanto de la intención de Brugnoni de abonarles la suma de 250 mil dólares, de los cuales gran porcentaje sería repartido entre los dos y presuntamente un porcentaje mejor serían entregados a Panero y Fattore. También coordinaron la modalidad con la que podrían influir en la investigación penal llevada a cabo. 

Rivarola se encargó de comunicarse telefónicamente con Brugnoni para ponerlo en conocimiento de las gestiones y también para coordinar encuentros presenciales junto a Penaro y Fattore para establecer la modalidad de pago. De acuerdo a la acusación, el 21 de septiembre de 2020, Viaut se comunicó telefónicamente con Rivarola y le informó que Panero había realizado gestiones para cobrarle a Brugnoni una parte de lo que se había comprometido a abonar en función de beneficios parciales que había obtenido su hijo respecto de situaciones que comprometían la causa en la que se encontraba implicado. Ese mismo día, Panero se comunicó telefónicamente con Viaut para consultarle el monto de dinero que debía cobrarle a Brugnoni, y el fiscal le indicó en código la suma de dos millones de pesos.

Según las escuchas telefónicas, Viaut hablaba con palabras como “chorizo”, “tarros”, “lechuga” o “salamines” para referirse a cifras de dinero.

Bajo ese panorama, Panero y Fattore se comunicaron nuevamente con Brugnoni para solicitarle el dinero requerido por Viaut, quien accedió a abonar el equivalente a ese monto en dólares, quedando pendiente una entrega mayor en caso de que lograsen obtener la libertad de su hijo. Posteriormente, ambos hombres intentaron realizar mayores gestiones tendientes a lograr que Brugnoni abonase una suma mayor de dinero, lo que no ocurrió. 

El 1 de diciembre de 2020, a partir de allanamientos ordenados en la causa, se hallaron en la Fiscalía Federal de San Francisco 843.500 pesos y 8900 dólares que serían resultado de las gestiones ilícitas realizadas por Viaut y Rivarola, cuyos teléfonos celulares, desde los cuales coordinaron y gestionaron estos hechos, también fueron secuestrados. 

Coimas: lo que dice la acusación

En el primero de los hechos, en el marco de una presunta investigación llevada a cabo por la Fiscalía Federal de San Francisco, Viaut, mediante Rivarola -empleado de la dependencia a su cargo- habría solicitado dos millones quinientos mil pesos pesos al gerente y al presidente de una cooperativa tambera para que ciertas irregularidades que surgían de la investigación quedaran “cajoneadas” y que de ese modo se evitaran procedimientos que resultaban inminentes.