Son muchas las delegaciones que visitan el Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco (AGM) no solo por el interés de los elementos que dan cuenta de otra ciudad hace muchos años sino también por el monte nativo didáctico. 

El monte que contiene especies autóctonas de la región se ha nutrido por el trabajo de quienes componen el AGM, pero en muchos casos también llegan donaciones de distintos vecinos que ven en el lugar un espacio ideal para el mejor desarrollo de las especies. 

Ese es el caso de la historia de Alejandro Kunkel que se remonta a 4 años atrás. A la famlia del judoka de San Francisco les habían obsequiado un ejemplar pequeño de espinillo, pero no sabían dónde colocarlo. 

Dio la casualidad que Alejandro con sus compañeros de curso de 1° de la Escuela PROA Técnica visitó el AGM. Fascinado por el trabajo que desarrollan en este espacio se fue con una inquietud a su casa: llevarlo o no ahí. 

“A los pocos días, regresó con su padre y el pequeño ejemplar de espinillo que no tenían dónde plantar teniendo en cuenta el desarrollo que alcanzaría el árbol con el tiempo. Consultaron, lo donaron al AGM y participaron de la plantación en el Parque”, contó Arturo Bienedell miembro de la institución. 

El tiempo pasó, Alejandro creció y se terminó convirtiendo en un gran exponente del judo a nivel local y nacional. Hace unos meses participó de los Juegos Parapanamericanos donde obtuvo la medalla de Plata en su categoría. 

Ni bien llegó al AGM Alejandro preguntó por el espinillo y qué había sido de él.
Ni bien llegó al AGM Alejandro preguntó por el espinillo y qué había sido de él.

Así como creció él, también lo hizo el espinillo y el monte nativo del Archivo. Esta semana pudo gracias a sus demás sentidos y las explicaciones de María Teresa Milani conocer qué había sido de esa planta que donó con tanto cariño. 

Bienedell relató: “El 2 de agosto, Alejandro volvió una vez más al Archivo y Museo integrando la delegación de la Escuela Proa y consultó por su árbol. Al finalizar la visita fue al Parque con sus compañeros para estar junto al ejemplar ya muy desarrollado. Allí se encontró con María Teresa que junto a sus profesores y compañeros, le explicaron que el árbol está muy grande y florecido".