Cuando se esperaba que en esta semana se arribara a un acuerdo por el conflicto en el Centro Universitario San Francisco (CUSF), que todavía no pudo abrir las inscripciones para el próximo año -como todas las demás universidades-, la situación sumó en estos días más incertidumbre por el futuro de esta sede universitaria. En el medio, está la preocupación de los alumnos actuales y de quienes aspiran a ingresar el próximo año, que hasta el momento no tienen garantías de que podrán hacerlo.

La situación se destapó la semana anterior cuando desde la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), institución de la que depende el CUSF, revelaron que desde la Secretaría de Políticas Universitarias les ordenaron de manera informal que no abrieran las inscripciones para el próximo ciclo lectivo al no tener el presupuesto garantizado. El rector de la UNVM, Luis Negretti, aseguró a este medio que no todavía no recibieron ninguna explicación formal sobre las razones de esta decisión, pese a los pedidos de audiencia con el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro.

La respuesta desde Cambiemos llegó el último martes, cuando el candidato local Luciano Stoppani y la diputada cordobesa Brenda Austin brindaron una conferencia de prensa en nuestra ciudad en la que desmintieron que se tratase de una cuestión presupuestaria y apuntaron a que el problema está en la revisión de las carreras que dicta el CUSF.  Asimismo, cuestionaron lo que consideraron un uso político del tema y que confiaban en una pronta solución, pero dejando de lado la cuestión presupuestaria. No dieron precisiones sobre por qué no se abrieron las inscripciones ni qué gestiones harían.

Sin embargo, consultado por El Periódico, el rector Negretti contradijo estas afirmaciones y aseguró que en ningún momento desde la Secretaría de Políticas Universitarias les solicitaron cambios en el perfil o en las carreras de la sede de San Francisco. Por el contrario, señaló que desde mayo venían trabajando para ya consolidar al CUSF dentro del presupuesto e insistió en que desconocían los motivos de esta situación. Incluso, no descartó una opción intermedia: el cierre de dos carreras en 2018 (Comunicación Social y Contador Público), con perspectivas de abrir otras nuevas en 2019.

Más gestiones

Desde la Municipalidad y la Provincia, las gestiones para buscar una solución estuvieron a cargo del intendente Ignacio García Aresca y el vicegobernador Martín Llaryora. Ambos buscaron de apuro una reunión con el ministro Finocchiaro, la cual se produciría el próximo martes. Si bien tampoco confirmaron que se trate de un tema presupuestario, cuestionaron la decisión de la Nación de no abrir las inscripciones y dejar abierta la posibilidad del cierre del CUSF. Subrayaron la importancia que tiene la educación pública para las familias de la ciudad y el rol del CUSF en el crecimiento de la región.

Lo que pierde San Francisco

El Centro Universitario San Francisco es una institución educativa pública y gratuita. Actualmente, según cifras de la entidad reveladas a este medio, tiene un total de 970 alumnos. El personal propio se limita a tres empleados administrativos, dos de maestranza y dos coordinadores.

La enseñanza en este centro reúne a aproximadamente 120 docentes y auxiliares entre todas las carreras.

Por lejos, la carrera más elegida por los estudiantes de San Francisco y la región es Contador Público (448 alumnos en la actualidad), seguida de Diseño Industrial (231) y Comunicación Social (185). A estas se le agregan la Licenciatura en Psicopedagía (41, cohorte 2015), Licenciatura en Seguridad (40), y Ciencias de la Educación (25, cohorte 2015).

Como una muestra de la importancia del CUSF en la región, se destaca que apenas un poco más de la mitad de los alumnos son de San Francisco y Frontera (el 53% del total) y el resto de localidades como Porteña, Brinkmann, Freyre, Morteros, Devoto, La Francia, Zenón Pereyra, Esmeralda, Santa Clara y María Juana, según los datos del último ingreso.

¿Qué va a pasar?

Hasta la fecha, son muchas más las dudas por el futuro de esta sede que las certezas. Ni desde la Nación ni desde Cambiemos dieron respuestas para garantizar que el CUSF reciba a nuevos ingresantes. Por el contrario, revelaron que hay un problema con las carreras, algo que niega el rector Negretti. Las gestiones desde el municipio y la Provincia tampoco llegaron a buen puerto todavía.

La situación podría resolverse esta semana con una reunión entre Llaryora, Aresca, Negretti y Finocchiaro. Mientras tanto, los jóvenes locales perdieron por segundo año consecutivo la posibilidad de hacer el curso de ingreso anticipado, a diferencias de las otras sedes de la UNVM, y no tienen respuestas cuando quieren saber si el CUSF los recibirá el próximo año.

Opinión

La educación pública, pisoteada / Por Alicia Bertola, profesora superior

Si pasa pasa, al CUSF lo eliminamos y así seguimos achicando el presupuesto en educación y cultura tan innecesario para el país que pretendemos.

Esto es parte de la ruptura de un tejido social que fue trabajosamente elaborado para rescatar a quienes han sido y son siempre relegados por los poderosos de turno. Todas las decisiones se toman en pequeños círculos de poder a los que es imposible acceder y ni siquiera se acepta el derecho a protestar.

En este contexto es fundamental la unidad y compartir la lucha, para que esta sea de todos, porque en gran medida afecta la posibilidad de que gran parte de la población pueda acceder a la educación pública y gratuita. Es necesario tratar de impedir que esto ocurra.

No hay duda que estamos en emergencia cultural y debemos poner un límite a lo intolerable que parte del poder político cuyo mayor exponente es el presidente. 

Con los chicos no

Faustino Rizzi / Jefe de Redacción El Periódico

Puede ser válido y hasta necesario que se quiera evaluar el perfil de las carreras del CUSF, como señalaron desde Cambiemos. Lo que no parece razonable es querer hacerlo en octubre y sin abrir las inscripciones para el 2018. A esta altura del año, cuando ya deberían haber empezado las inscripciones y el curso de ingreso, resulta prácticamente imposible que se puedan revisar esos perfiles o evaluar algo sin afectar las clases del próximo año.

Si esa supuesta tarea pendiente no se hizo antes, es injusto que las consecuencias las estén pagando las familias y los jóvenes de la ciudad y la zona. Que en concreto, la única respuesta que tienen hasta el momento es que no se pueden inscribir para estudiar.