Camila Zenclusen y Emiliano Rodríguez se conocieron en la Facultad Regional San Francisco de la UTN, en 2017, cuando ambos cursaban sus carreras universitarias, y participaban del Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería en Sistemas de Información.

El amor no tardó en llegar y consolidar una relación que se fortaleció con la llegada de Sara, que nació en 2019, cuando Cami y Emi ya habían terminado de cursar y daban los últimos pasos hacia su título tecnológico.

Pero ella sentía que había que dar otro paso como pareja y, por qué no, pedirle matrimonio al hoy ingeniero Rodríguez. Organizó todo en secreto: decoración, fotografía, vestimenta y una excusa inventada para citar al novio en los mismos pasillos de la facultad donde todo comenzó. Y así, mientras la noche ganaba el cielo de este lado de la ciudad, Camila le preguntó a Emiliano si quería casarle con ella, ante la mirada atenta de Sara, que veía cómo su papá y su mamá intercambiaban anillos de compromiso, en la Universidad que los formó como profesionales, y les cambió la vida.

“Nos conocimos durante el Congreso de Sistemas que se hizo en 2017 en la Facultad. Él era el encargado de hacer la aplicación para la asistencia y estaba necesitando celulares con Android, y yo justo ese día salgo de clases, me cruzo a Mica, me pregunta si tenía celular con Android, le dije que sí, así que fui y ahí lo conocí. Y ahí empezó toda esta historia hermosa, veníamos a la facu juntos, compartíamos momentos juntos, prácticamente terminamos de cursar juntos, el año que terminamos fue 2018 y en agosto de ese año me entero que estoy embarazada, así que se dio todo junto”, contó Camila.

Elegir el lugar

Unos meses atrás, ella consultó si le podía proponer matrimonio a él en el lugar que se conocieron, y una vez que le dijeron que se podía, contrató una decoradora, “y se fue dando todo”. Pero faltaba una excusa para que Emiliano fuera a la facultad: “A principios de este año di clases del programa Actualizar 4.0, entonces le dije que me iban a dar un certificado por eso, entonces había que venir, bien presentable porque iba a hacer gente importante”, relató Cami, que es Técnica en Programación.

Y Emi continuó: “Yo llego y no había nadie, me había dicho que iba a estar el intendente, y no había nadie, igual ya venía sospechando. Y cuando llegué no quería entrar, le dije que me quedaba afuera, entonces vino mi cuñado que estaba de cómplice también, y me dijo que me estaban esperando adentro, entonces entré y vi todo el preparativo”.

Si bien todavía no hay fecha concreta para el casamiento, seguramente será en 2022.

Cuando les preguntaron cómo vivieron esta relación que nació y creció en los pasillos de la facultad, Emiliano expresó: “Yo siempre digo que la facultad no solamente te capacita, te da herramientas para desempeñarte en el futuro como profesional, ambos estamos recibidos acá, pero siempre destaco la gente con la que te cruzás en los pasillos y conocés. Hoy yo tengo compañeros de trabajo, amigos, que me llevo de esta casa. Y también me llevo el amor de mi vida, y una familia”.

La historia, la cuentan ellos en el video.

Fuente: Facultad Regional San Francisco