El conflicto que atraviesa la cooperativa láctea SanCor parece estar cada vez más lejos de solucionarse o de tener un final que conforme a todas las partes. Por un lado, ayer la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA) anunció un paro nacional de actividades de la industria a partir de la cero hora de hoy en "solidaridad" con la firma láctea y en reclamo de una solución efectiva. De esta manera el gremio paró la operatoria en todas las plantas lecheras del país.

En la vereda contraria y antes de conocerse la medida de fuerza del sindicato, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) solicitó, a través de un comunicado, "una baja del aporte extraordinario" del bono que pagan al gremio las empresas. Este es, justamente, el punto de conflicto y por el que se cayeron las negociaciones con el Gobierno para que se efectivice el salvataje económico.

Todo se precipitó en la vía contraria a la solicitada ayer por el presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien, en declaraciones a la prensa y refiriéndose al tema, pidió que para destrabar el conflicto prime la "racionalidad y el diálogo".

El presidente de la Nación fue todavía más allá y anticipó que si no se llega a un acuerdo con el sindicato habrá que "salir a buscar un socio" para la empresa.

Además, Macri señaló que en el Gobierno nacional hay "una enorme preocupación sobre lo que pasa en SanCor, que está sufriendo las consecuencias de tres males: una mala política láctea durante la última década, ya que cuando los precios en el mundo eran los mejores en la historia, acá se prohibió le exportación e impidió que se fortaleciera la industria láctea; un enorme desmanejo interno en su conducción con serios problemas de gestión; y un pésimo convenio laboral, inviable".

La respuesta de ATILRA fue un paro por 24 horas a partir de la cero de hoy, como medida de fuerza inicial. Además, desde el sector sindical detallan que el Gobierno "pide una negociación del convenio colectivo de trabajo a la baja, flexibilizándolo, precarizándolo, y que no se discutan salarios por el término de un año para todos los trabajadores lecheros del país".

En el medio están en juego más de 4.000 puestos de trabajo y un sinfín de establecimientos tamberos que siguen, en cámara lenta, la lamentable caída de una de las firmas lácteas más importantes del país.

Fuente: Ámbito