El concejal del Frente de Todos, Andrés Romero pidió actualizar la ordenanza 5531 sancionada en el año 2006, que posicionó a San Francisco como uno de los primeros municipios en regular la aplicación de fitosanitarios o agroquímicos en la zona periurbana.

Cabe recordar que la norma establece una “zona de resguardo ambiental” conformada por la propia planta urbana o núcleos poblacionales de esta ciudad donde habitan personas. En un radio de 500 metros se prohíbe la aplicación de todo tipo de producto químico o biológico de uso agropecuario, mientras que hasta un radio de 1000 metros contados a partir de dicha zona o hasta el límite de la jurisdicción territorial municipal cuando éste fuere menor, existe un área de aplicación restringida y fiscalizada.

En este marco, Romero planteó el agregado de un nuevo artículo a esta ordenanza indicando que los propietarios de establecimientos productivos agropecuarios que sean linderos a la zona de resguardo ambiental “tengan a su cargo y costa la plantación y conservación de una cortina forestal de acuerdo a las condiciones y especificaciones de la autoridad de aplicación, contemplando el futuro crecimiento de la ciudad y buscando la conservación e integración de todas las especies posibles al paisaje urbanístico”.

Andrés Romero.
Andrés Romero.

Más árboles

Romero explicó que por los nuevos y ampliados límites territoriales de la planta urbana y ante el déficit arbóreo en el sector periurbano de la ciudad es que se deben establecer “una o varias cortinas forestales que constituyan un cordón verde o ecológico en los bordes de la ciudad”

“Existe necesidad de establecer cortinas forestales en los campos o inmuebles de producción agropecuaria linderos o dentro de la zona de resguardo ambiental, que previo estudio de la autoridad de aplicación se proyecte en el sector periurbano de la ciudad en un trabajo mancomunado con los propietarios agropecuarios”, dijo el concejal opositor.

La importancia de las cortinas forestales

Las cortinas forestales reducen la velocidad de los vientos, el movimiento del suelo y la erosión. También permiten conservar la humedad del suelo, reducir la acción mecánica del viento en los cultivos; disminuye la dispersión del polvo en camino interno y regula condiciones de microclima.

Por otra parte, se convierten en una barrera natural para frenar las partículas de fitosanitarios en las construcciones inmediatas, siendo además de vital importancia el comportamiento como testigo de las especies arbóreas ante los efectos de la utilización de agroquímicos pudiendo reaccionar –ante su incorrecta aplicación- dando señales de alerta.

Romero recordó que existen diferentes programas de Gobierno Nacional y provincial destinado a colaborar con los municipios en los planes de forestación y constitución de cortinas forestales en sector urbano y periurbano de la ciudad.

La iniciativa pasó a comisión para ser discutida internamente.