En San Francisco alguna vez funcionaron al mismo tiempo varias salas de cine y teatro. Esa época de esplendor cultural se fue agotando y distintas salas se reconvirtieron. Una terminó siendo una sala de juegos (Gran Rex), otra fue un templo religioso y hoy luce totalmente abandonada (Sarmiento) y en otra se levantó un centro de compras y hasta un edificio (Colón).

Pero otras siguen en pie, como la del Cine Radar, que se modernizó para seguir ofreciendo películas, y la del Teatro Mayo que, así como muestra una generosa cartelera cada mes, tiene también a sus dueños pensando en un cierre definitivo. Esto les fue transmitido el jueves a los tres bloques del Concejo Deliberante a través de una nota.

Situación

Mauro Reinero, su actual encargado y productor, aseguró a El Periódico que la situación del teatro que es complicada con los números. “Queremos ver cómo podemos encaminarnos, no está nada fácil. No se trata de ayuda sino de trabajar en conjunto y ver distintas opciones”, dijo.

Reinero es parte de la tercera generación del teatro. Fue su abuelo quien lo inauguró y según explica es quizás eso lo que lo mantiene abierto: una cuestión afectiva, más allá de toda la historia que tiene por detrás esta sala que vio y todavía sigue viendo pasar a los mejores artistas.

“La parte fuerte del teatro es de abril a noviembre, ya en diciembre empieza a mermar y en el verano no hay nada hasta abril, lo que no genera ingresos”, sostuvo el productor local, y agregó que “hoy está abierto por una cuestión sentimental, el año que viene cumplirá 60 años”. 

Vigencia

El Mayo no solo es uno de los teatros más grandes de la provincia sino también del país. Tiene capacidad para mil espectadoras y actualmente tiene un promedio de cuatro o cinco espectáculos por mes. “San Francisco se convirtió en una muy buena plaza de espectáculos. Antes a la ciudad la buscaban como una tercera opción pero eso cambió. Y tenemos un día fuerte que es el sábado”, explicó Reinero.

Pese a que tuvieron ofrecimientos millonarios de empresarios para comprar la sala, se decidió no hacerlo. Pero ahora la cosa cambió: “No se va a cerrar de un día para el otro, sí queremos agotar todas las instancias. Hay ideas y queremos ver si conseguimos apoyo para llevarlas adelante”, finalizó.