Su sueño como adolescente era alguna vez atravesar los cielos como piloto de aviones de guerra, pero un leve problema de salud que le detectaron en la revisión médica lo dejó afuera de ese plan A. Y el plan B de Orlando Olivero en la década del 70 pasada era ser “profe” de educación física, tarea que viene realizando desde hace 40 años en distintas escuelas, clubes e instituciones educativas de San Francisco, además de tener una actividad especializada junto a deportistas de alto rendimiento.

Jubilado hace muy poco en la docencia del nivel primario y secundario, además de su cátedra en el Profesorado de Educación Física en el Instituto Fasta Inmaculada Concepción; se mantiene todavía en actividad en el nuevo centro de iniciación deportiva Formar, como coordinador del Profesorado en Fasta y también como director de la Banda Lisa del colegio, junto a Ana Cerino. Además, sigue en la parte de natación del Sport Automóvil Club, club del que forma parte desde sus inicios como docente, dando clases particulares y a cargo de la escuela para adultos.

Licenciado en Actividad Física y Deportes, con su amplia trayectoria Olivero se convirtió en toda una referencia en la ciudad en esta área, tanto en la parte de competición como recreativa. Pasó por el ciclo de entrevistas Yo Digo, que se emite por El Periódico TV y El Periódico Radio FM 97.1 (martes a las 19), y contó cómo ha ido cambiando la tarea del preparador físico en estos años y cómo la intervención de la medicina ha ido evolucionando y especializando los sistemas de entrenamiento según le función que cumpla cada deportista.

Orlando Olivero: “La cantidad de personas que hacen deportes prácticamente se ha triplicado”

- ¿Qué lo impulsó a elegir esta carrera cuando terminó el secundario?

- Tenía dos opciones. El sueño mío era ser piloto de aviones de guerra y cuando terminé quinto año me preparé para entrar en la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea. En el examen me fue excelente, pero en la parte médica me surgió un soplo congénito en el corazón, que no era peligroso pero para eso que yo quería era imposible. Como había hecho un buen examen me ofrecieron quedarme y hacer otra especialidad, pero mi sueño era ser piloto. Y la segunda opción era el profesorado de Educación Física. Rendí en ese mismo verano, ingresé y me recibí en Córdoba.

- Con tantos años de docencia, ¿qué es lo que ha ido cambiando en todos estos años en la enseñanza de la Educación Física a niños y adolescentes?

- Yo ingreso a la docencia en el año 83 y ha ido cambiando todo. Han pasado tantos gobiernos que han modificado el sistema educativo, lamentablemente siempre para peor. Así como fue deteriorándose el nivel educativo, también le tocó a la educación física ir deteriorándose en la cantidad de contenidos que dictábamos durante el año. En la escuela primaria se tiene solamente un estímulo semanal, con suerte 50 minutos de clase; y en el nivel secundario solamente dos estímulos. Estamos hablando en el primario de 32 a 36 clases, es totalmente insignificante para el desarrollo motor de un niño.

- ¿Usted dice que deberían ser más horas?

- Hasta los países que se los indica como pobres tienen cuatro estímulos semanales de educación física. Ni hablar de los países más avanzados, que dentro de la educación física escolar tienen todo el desarrollo motor del niño, pero es consecutivo desde la primaria hasta la universidad. Aquí la primaria hace una cosa sin sintonía con el nivel medio, y en la universidad prácticamente desaparece el deporte. No hay una concordancia.

- Antes parecía que la educación física quedaba en practicar algún deporte dentro de la escuela, pero hoy vemos la importancia que tiene la actividad física cuando se termina el colegio, en nuestra vida diaria. ¿La escuela está formando para eso?

- Hay un clic que es cuando la Organización Mundial de la Salud entre en discusión con la importancia de la actividad física en la vida cotidiana. Da a entender que la actividad física no puede faltar en el desarrollo de una persona. A partir de ese momento, el cambio que hubo a nivel educativo desde el punto de vista de la educación física es que se incorporaron a los sistemas curriculares esos temas, la actividad física y la calidad de vida. Nuestra tarea era enseñarle al alumno cosas básicas, pero que le sirvieran para cuando terminara su nivel de estudios si quiere salir a caminar o si quiere empezar un entrenamiento que sepa las condiciones básicas, como hacerse un chequeo médico. O saber en función de su disponibilidad motora cuál es la actividad que le convendría empezar y no hacer cosas desmedidas. Pienso que eso dio resultados. En San Francisco, si uno hace un análisis, la cantidad de personas que asisten a los gimnasios o clubes para hacer deportes prácticamente se ha triplicado. Uno iba a una plaza diez años atrás y veía dos personas caminando, hoy han tenido que hacer senderos por la cantidad de gente. Hablemos de las dos costaneras, de las plazas grandes, y evidentemente las personas le están dando más importancia a la actividad física dentro de su vida.

- Eso también implica riesgos y responsabilidades. Por ejemplo, los que pasamos los 40 por ahí nos sentimos muy bien, como si tuviéramos 20. Pero el cuerpo no tiene 20. Por eso hay que tomar ciertas precauciones, ¿es así?

- Sí, la precaución principal es que antes de iniciar cualquier actividad física, independientemente de la edad que se tenga, hay que visitar al médico. Nos hace un chequeo general y nos va a dar un panorama de nuestro estado de salud y condición física al momento de iniciar. Después ya es tarea del profesional de la actividad saber qué progresión tiene que aplicar en esa persona.

Orlando Olivero: “La cantidad de personas que hacen deportes prácticamente se ha triplicado”

- También ha formado deportistas de alto rendimiento en forma individual. ¿Qué le daba más satisfacción, la formación de niños y adolescentes como docente o el entrenamiento competitivo ligado a la obtención de resultados?

- Hoy ya no existe el profesor de educación física que sabe de todo, hay tantas disciplinas que uno tiene que especializarse. Dentro de las especializaciones, siempre me dediqué a la natación y también el entrenamiento de alto rendimiento. He tenido atletas individuales, tenistas, judocas, también en deportes colectivos he trabajado en clubes en básquet como preparador físico. Son dos sensaciones diferentes. Llegar a la escuela y ver que un grupo de chicos viene corriendo a abrazarte porque están esperando la clase es una sensación maravillosa. Y por otro lado, con el logro de una marca o título, uno es un intermediario, es una tarea silenciosa pero muy grata. Al profesor de educación física o entrenador, nunca se lo nombra. Si yo pregunto quién es el técnico o capitán de tal equipo, me van a saber responder. Pero si pregunto quién es el preparador, nadie sabe. El preparador físico es el eje junto con el técnico para que alguien logre una determinada marca, y qué mayor satisfacción que un atleta nuestro lo logre.

- ¿No está todo inventado ya respecto a la función del preparador físico dentro de un plantel? ¿por qué es tan importante?

- Aquí también hubo un antes y un después que es cuando la medicina empieza a intervenir en la preparación física. La medicina entra en el entrenamiento deportivo a través de la biología, la fisiología y la biomecánica. Se empezó a investigar sobre la fisiología del ejercicio, que ha ido encontrando distintas formas de adaptación del organismo a los sistemas de entrenamiento y por eso los cambios hasta el día de hoy son permanentes, porque de la investigación surgen modalidades nuevas en los métodos de entrenamientos, en formas de entrenar, tipos e intensidad de cargas. En una época en los deportes colectivos los jugadores hacían lo mismo, hoy en ninguna especialidad se hace lo mismo. El arquero entrena por su lado, los defensores por otro y lo mismo los delanteros. Se ha ido especificando y estudiando los diferentes procesos de entrenamiento de acuerdo a la función que le toca cumplir dentro del deporte. Eso ha cambiado muchísimo.

- Además de las cuestiones de obtención de resultados y perfeccionamiento físico, hay cuestiones que tienen que ver con el compañerismo, liderazgo y sentirse parte de un equipo, sobre todo en niños y adolescentes.

- Eso se trabaja desde varios puntos de vista, generalmente en deportes colectivos. Es mucho más difícil en los deportes individuales. En los individuales, normalmente ningún atleta tiene el mismo organismo, entonces sí o sí se los tiene que trabajar individualmente. Incluso en disciplinas de distancias no es lo mismo entrenar a un atleta que hace 100 metros en 10 segundos que en 16. Ni siquiera se los puede unir en grupo. Pero en los deportes colectivos, el liderazgo de algunos jugadores, la unión del equipo y la psicología deportiva en relación a cómo defender a nuestro equipo de la presión competitiva es importantísimo. Hoy ya no existen técnicos o preparadores físicos solos, se habla de equipos. Y se forman por técnicos, preparador físico, médico, kinesiólogo, psicólogo deportivo.

- ¿Esas capacidades las tiene que incorporar cualquier deportista más allá de su rendimiento físico?

- Sí, hay que aprender a manejarlas. Cuando hablamos de competencia, todo cambia. Aparecen cuestiones que no estén en el deporte o actividad física recreativa. Aparece una presión extra y hace que todo se condicione, eso hay que saber manejarlo, nosotros como equipo y también el atleta.

- Hace poco está como coordinador del centro de perfeccionamiento Formar, en iniciación deportiva. ¿Qué sería lo distinto de una escuela de este tipo?

- Tiene apenas un mes y con Pablo Peiretti, que es el director del proyecto, tratamos de que San Francisco entienda que una escuela de fútbol, básquet o natación no es lo mismo que una escuela de iniciación deportiva, que es incluir al alumno en varios deportes, algunos indivisuales o colectivos. Los alumnos a veces llegan al deporte por insistencia de los padres o madres, lo hemos hecho todos. Varón, va al fútbol. Nena, va al vóley. Pero no sabemos si les gusta. Entonces lo que se hace en la iniciación es mostrar la variedad de deportes, porque cada uno tiene competencias y habilidades específicas, y no todos los varones o niñas están adaptados. Lo que hace la iniciación es encontrar cuál es la habilidad y capacidad que tiene un niño y a qué deporte se la puede adaptar mejor. Y que el alumno elija. Por gusto propio y por tener capacidades preparadas para eso.

- Orlando, pintaba para piloto de aviones pero lleva ya 40 años en el entrenamiento deportivo. ¿Se ve con ganas de seguir en gimnasios y lugares de entrenamiento?

- Hasta que el cuerpo aguante. Cuerda me queda. Dios dirá.

- ¿Sigue viendo videos o interesado en temas de pilotos?

- Me gusta ver estas cuestiones, a veces leo sobre tipos de aviones. Hoy tenemos facilidad de entrar a Google y ver situaciones de vuelos, despegue o aterrizajes, esas cosas las sigo viendo. Siempre digo que Dios sabía por qué yo no tenía que ser piloto de avión. No me lo dijo, pero por algo fue. A lo mejor lo mío era esto, porque me siento totalmente lleno en la educación física. Tengo la suerte de estar casado con Marisa Reinaudi, que también es profesora de educación física. A partir de compartir la vida compartimos también la profesión, y eso es un empuje importante, porque cuando uno tiene dudas o una etapa en que está un poco desestabilizado, ahí está ella para encauzarlo otra vez. Eso fue mutuo siempre, ella es una gran profesora.