Esta semana se conoció el caso de un perro que mordió a una niña y le ocasionó la muerte en un hecho sucedido en Corrientes. Ante estas situaciones siempre es bueno pensar qué pueden hacer las personas cuando los animales tienen actitudes agresivas, aunque no necesariamente lleguen a este extremo.

Las situaciones de agresividad de los perros pueden darse tanto puertas adentro como en la calle e involucrar a animales propios o que están en la vía pública por diferentes circunstancias.

El adiestrador canino Diego Bracamonte estuvo en La Mañana de El Periódico por FM 97.1 y dio una serie de consejos en torno a la responsabilidad con la tenencia de mascotas, quiénes pueden ser sus potenciales focos de ataque y cómo comportarse ante una situación de este tipo.

En quiénes se enfoca el animal

Bracamonte hizo hincapié en la responsabilidad y tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos son animales que han sido domesticado por sus propias familias.

Esa responsabilidad indicó que puede traducirse en preocuparse por lo que necesita el animal, estar atentos a sus comportamientos, brindarles un lugar donde esté cómodo, cerrado o procurar que no pueda escaparse.

“Lo primero que debemos tener en cuenta es la responsabilidad al tener un perro que además fue domesticado por nosotros. Preocuparnos por lo que necesita, tener un lugar donde esté cómodo y no pueda escaparse”, señaló.

Por otro lado, comentó que generalmente cuando se presenta una situación de agresividad con el animal es probable que se enfoque en aquellas personas en situación más vulnerable.

“El perro pone el foco en lo más fácil que son los niños y las personas mayores, principalmente por sus tamaños, porque se manejan más lento o, en el caso opuesto los chicos lo hacen mucho más ya que tienen más actividad”, detalló Bracamonte.

Conflictos en la vía pública

Una situación típica de enfrentamiento con un perro sucede a diario con las personas que transitan en la calle, muchos se han encontrado con un perro esperando y hasta han sido mordidos.

El adiestrador puntualizó cómo ser prácticos en estos casos: “No tenemos que aumentar la velocidad. El movimiento aumenta su instinto llamado de presa, en el caso de los perros lo tienen algunos más acentuados que otros”. Para inhibir eso hay que frenar, pero no pasar rápidamente frente al perro porque está predispuesto a correr.

“Otra situación es cuando un perro sale corriendo, escapándose y nos encuentra a nosotros, en ese caso hay que frenar, quedarse quieto y decirles no. Tratar de frenar su impulso, que se sorprenda. No hay que hacer movimientos bruscos si es al aire libre, es preferible enfrentarlo”, precisó.

Atención sobre el comportamiento

Frente a una situación de frustración los perros buscan canalizar ese sentimiento con cualquier cosa y una de sus reacciones es morder. Bracamonte dijo que en esos casos es bueno ponerles un objeto para que lo muerdan y así se evita que vaya hacia la persona. Además agregó: “Si vemos un perro que viene en actitud dominante sacando pecho, orejas y cola parada hay que tratar de evitar esa situación, cruzar la vereda, pegar la vuelta y demás”.

Ahora bien, si el perro que tiene personalidad agresiva convive con esa persona lo primero que hay que asumir es que todos estos animales tienen ese instinto, pero se pueden hacer cosas para disminuir el nivel.

“El caso más extremo se da cuando el perro ya mordió, pero antes siempre hay otras cosas contribuyeron a eso como la falta de educación, socialización, límites, gruñidos. El perro va ganando terreno y muerde sabiendo que allí puede controlar la situación. Si uno cree que no puede educarlo es necesario buscar asesoramiento porque si dejamos que crezca con esas problemáticas puede incluso ser tarde”, finalizó.