Romina Acosta y Aboubakr Sahifa fueron los protagonistas, a fines de octubre pasado, del primer casamiento a distancia realizado en San Francisco y en la provincia de Córdoba. La pareja dio el sí y el hombre presenció el momento a través de una pantalla.

Finalmente la semana pasada se conocieron personalmente en Brasil, en donde pasan unos días de luna de miel.

El casamiento se hizo desde el Registro Civil de San Francisco y fue completamente legal, pese a que la pareja no se conocía personalmente. Él lo presenció desde Marruecos.

"Nuestro encuentro fue muy especial porque los dos queríamos conocernos, estuvimos por algunos lugares de Brasil y volvimos", contó Romina a El Periódico.

"Cuando salí del auto vino rápidamente y me ayudó con mi maleta. Nos abrazamos fuerte y lloramos. Fue muy emotivo. Él siempre se preocupó por mí. De hecho no fue difícil conectarnos, todo lo contrario, parecía que hacía años nos conocíamos. Es natural y espontáneo, es todo un caballero, muy atento", lo definió la mujer.

Romina afirmó que también su familia se puso feliz por el encuentro: "Mi familia, muy feliz con él. Y emocionados. Se dieron cuenta del amor que sentimos. Él superó mis expectativas. Es una persona con un gran corazón".

La historia

La historia comenzó en octubre de 2020 cuando Romina, interesada en la cultura árabe, comenzó a participar de grupos de Facebook y conoció a Aboubakr.

“Conocí a muchas mujeres musulmanas, empecé a preguntar muchas cosas sobre el Corán, sobre la religión. Hice amistades con mujeres y hombres. Uno de ellos fue un muchacho que es de Marruecos, pero se casó y vive en México. Empezamos a hablar, él sabía que yo estaba separada y me dijo que tenía a alguien para presentarme”, había relatado Acosta tiempo atrás a El Periódico, en una historia que se viralizó y llegó a medios de todo el país.

Les llegó el día: se casaron a distancia y luego de seis meses se encontraron por primera vez

Con el WhatsApp de “Bob” (Aboubakr) en manos, en febrero comenzaron las charlas. “Siempre me pareció una persona muy respetuosa, de hecho tengo un trabajo independiente, entonces empezamos a tener videollamadas y hablar mientras trabajábamos, empezamos a conocernos, y al poco tiempo el empezó a sentir cosas por mí y yo también por él”, había agregado.

Para la pareja, la diferencia de culturas no fue un problema. Por el contrario, cada uno se enriqueció de la cultura del otro: “Ellos tienen una mente totalmente diferente a los latinos, piensan diferente. Previo a esto estuve investigando porque hay muchos prejuicios; comprendí que el Islam, la religión y la cultura son cosas completamente distintas. Entonces me abrí a la posibilidad de conocerlo y con el tiempo nos enamoramos”.

Pasamos muchas cosas”

En lo que para otras personas puede parecer poco tiempo, Acosta aseguró que la pareja pasó por muchas cosas. “Diariamente hablamos mucho tiempo, yo hablaba y hacía mis cosas, y él también, todo a cámara abierta. Pasamos por muchas cosas. El mes de Ramadán estuve con él, virtualmente. Compartimos muchas cosas a la distancia", había relevado Acosta.

A la vez, había dicho: "Uno dice ‘qué pueden hacer, solo videollamadas, pero fue más allá de la pantalla, para mí es una experiencia muy especial y única. En mi vida pensé que me iba a enamorar de alguien a la distancia, jamás. Sí tenía deseos de conocer a alguien, pero para una amistad, no para lo que ahora somos, para ser marido y mujer”.

“Nunca pensé que me iba a enamorar de alguien así, de lejos, son cosas que suceden. Siempre pienso que solo Dios sabe por qué suceden las cosas. Siempre quise tener una amistad, pero las cosas se fueron dando y fue mutuo”, indicaba en su oportunidad.

La pareja debió sortear varias dificultades previo al matrimonio, entre ellas la desconfianza de las familias: “De hecho cada familia tuvo su oposición, tanto de su parte como de la mía, pero siempre los dos luchamos y defendimos el amor que existía. Al final de todo, cada familia comprendió que esto no era pasajero o por interés, ellos se dieron cuenta de que realmente fue amor”.

El casamiento

La idea de casarse fue de Aboubakr, que se lo comunicó a la familia de Romina. “A los dos meses de estar hablando conmigo me dijo que me amaba. Y de hecho, cuando habló por primera vez con mi madre le dijo que quería casarse conmigo. Ellos tienen otra mentalidad, otra forma de ver las cosas. A la mujer la tienen bien vista como Dios quiere que nos vean, con respeto”, había destacado la esposa.

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“Al hablar una o dos semanas, él ya pudo ver si soy una chica para algo serio o no. Él lo que quería era tener algo serio con alguien, entonces se enfocó en eso, en que yo fuera su esposa. En esmerarse en que yo lo conociera y yo en demostrarle como soy. A la distancia. Es todo un proceso. En su momento mi madre pensaba que era una broma, pero era una decisión mía y de él y así fue”, sumó Acosta.

Al verse imposibilitados de viajar para verse, la pareja comenzó a buscar opciones para casarse: “Él quería venirse a Argentina, pero con la pandemia no se podía, entonces un familiar nos empezó a ayudar en esto, nos dijo que había una posibilidad de casarse a distancia, y es lo que queríamos los dos. Si no era acá, era a distancia. Entonces empecé a averiguar. En San Francisco la jueza (del Registro Civil) me dijo que nunca habían hecho estos casamientos pero empezamos a ver. Y ahí empezaron los papeles”.

El casamiento se llevó a cabo, finalmente, el 29 de octubre de 2021. “Fue todo nuevo para todos. Siempre defendimos lo que sentíamos a pesar de los prejuicios de la sociedad, de su familia hacia los latinos y de mi familia hacia los árabes. Él habla muy bien el español, se entiende mucho, y yo aprendí a hablar un poco en árabe. Es algo muy hermoso, no fue fácil, pero siempre pensamos los dos que los caminos difíciles son los que llevan a las grandes recompensas. Siempre dejamos todo en manos de Dios”, aseguró ella.

Primer casamiento a distancia

La jefa Departamental del Registro Civil en ese entonces, Susana Decilli, había confirmado que este caso fue el primero en San Francisco, incluso de la provincia de Córdoba, y que requirió una trabajo previo de interiorización y varias consultas a la Dirección General de Registro Civil de Córdoba. En ese marco hizo hincapié en que se trató de un matrimonio a distancia y no de un matrimonio virtual.

Sobre cómo fueron los preparativos para ese momento, recordó: "Fue una tarea no conocida, pero tuve mucha predisposición y mucho deseos tenía la novia de casarse, porque tuvo que traer una serie de papeles que no son fáciles de buscar. Pero ella los pudo encontrar y lo pudimos hacer. No creía que iba a llegar a buen término por la cantidad de papeles que se tenían que traer, pero bueno, se puedo lograr. La señora consiguió toda la papelería, que era encontrar partidas de nacimiento, apostilladas y traducidas, y se tuvo que conseguir un instrumento público".

Decilli había explicado que los matrimonios a distancia solo pueden hacerse cuando se trata de un a unión entre un argentino o una argentina y una persona de otro país. Y que debe haber una razón por la cual las personas no pueden estar juntas. En este caso fue la pandemia.

"Fue un momento realmente lindo, increíble, porque esta chica trajo su celular por predisposición de ella, no es porque sí o sí lo tenga que hacer, y el novio estaba presenciando toda las ceremonia. Se emocionó mucho y fue algo algo lindo, porque nunca lo habíamos realizado antes", había agregado la jefa departamental.