La vida Leandro Corzo (34) tuvo muchos partidos bravos a lo largo de su carrera deportiva, finales picantes, clásicos regionales, definiciones por penales apasionantes y hasta alguno que otro con disturbio. Pero sin dudas el duelo que le tocó atravesar en los últimos dos años fue el más complejo: problemas graves de salud.

Su vida venía ordenada y llena de momentos felices. Hasta que, en junio de 2020, su cuerpo empezó a mostrar raros síntomas que luego derivaron en una severa enfermedad. Esto sumado a que eran meses donde la pandemia de coronavirus avanzaba y toda problemática se potenciaba.

Durante poco más de dos años atravesó por diferentes inconvenientes de salud, de esos que los profesionales pese a múltiples estudios no logran determinar con exactitud. Desde inconvenientes con los intestinos y apéndice, pólipos en el estómago, ganglios y nódulo en el riñón hasta finalmente un adenoma (tumor no canceroso) en la hipófisis (Glándula que está en la base del cráneo).

Tras pelearla intensamente, el ex arquero de Tarzanito, La Milka, San Bartolo, El Fortín y Esmeralda, se recupera junto a sus seres queridos, pudo volver a caminar y retomó su trabajo, por lo que agradece todo el apoyo recibido dejando un mensaje conmovedor: “Por más difícil que sea la situación y se vea todo oscuro, siempre hay un motivo para ir para adelante, levantarse y luchar, mientras haya opciones, se puede. La vida es hermosa más allá que tiene momentos no tan lindos”.

Leo mientras esta internado.
Leo mientras esta internado.

Síntomas que llevaron a un doloroso diagnóstico

Dos años atrás iniciaba la pesadilla para Corzo, cuando en junio de 2020 empezó con dolores de cabeza y estómago. “Me brotaba generando una sensación de calor y picazón en el cuerpo. Acá me indicaron que podría ser un tumor neuroendocrino que estaba alterando al sistema hormonal y sugirieron vaya a Córdoba”, así arrancó un panorama doloroso para el ex técnico de la Cat. 2011 de Deportivo Oeste.

Pasó por varios profesionales y estudios porque no estaba claro qué tipo en enfermedad padecía. Mientras tanto se iban detectando problemas de salud con pólipos en el estómago, ganglios en el riñón y nódulo. A la vez los dolores se intensificaban y se le endurecieron las piernas dificultando la movilidad. Por eso el panorama fue de máxima preocupación para él y su familia por varios meses.

“En abril del año pasado deciden hacer una videoparalascopía que duró 4 horas y se encontraron con ambos intestinos estrangulados junto al apéndice todo a punto de reventar, allí me sacan a esta última y lo demás (no intestinos ya que pudieron evitarlo). Luego de una semana internado vuelvo a casa”, recordó Corzo.

Al mismo tiempo, remarcó que a las dos semanas empezaron nuevamente los mismos síntomas: “Me realizan estudios hasta que a fin de ese año se detecta un adenoma (tumor no canceroso que afecta el sistema hormonal y metabólico) en la hipófisis (Glándula que está en la base del cráneo). Ante la poca claridad en las indicaciones y pasos a seguir, gracias a mi trabajo a principio de este, pude ir a Buenos Aires”.

Leo junto a sus padres.
Leo junto a sus padres.

Luego de estar otra semana internado, viajes y varios exámenes, le indicaron un tratamiento con medicamentos, alimentación, fisioterapia para estabilizar los diferentes sistemas y partes afectadas. “Por el tamaño y ubicación del tumor se podía tratar así y evitar la cirugía”, destacó el joven nacido en Frontera.

- ¿Cómo la llevaste?

- Al principio fue muy difícil tanto por los dolores como el olvidarme las cosas, no poder moverme por mis propios medios, la incertidumbre de no saber que era lo que me hacía estar así que me llevaban a pensar muchas cosas que se entremezclaban con miedo y cansancio de tantos pinchazos como estudios invasivos. Hubo momentos muy difíciles que solamente mi familia y mi novia lo saben, hubo veces en que pensé rendirme, pero es ahí cuando mi ahijada nacida el mismo mes/año que empecé me empujó a no rendirme.

- Clave el entorno…

- Fue fundamental el apoyo de mis amigos, familiares, compañeros trabajo, del fútbol tanto de acá como de la zona en que jugué, de mis chiquitos 2011 (Deportivo Oeste) y de gente conocida que de una manera u otra me hacía llegar su fuerza. Hoy si bien tengo que seguir con el tratamiento y estudios para controlar si hay secuelas, estabilización del sistema hormonal y metabólico, mi ánimo es diferente, entendí que todo es lo que debo hacer para seguir avanzando, por eso voy para adelante con fe y sobre todo por esos motivos que siempre tuve.

- ¿Dejaste de trabajar y jugar al fútbol?

- Si, el trabajo cuando empezó todo tuve que dejarlo por varios meses. Luego post cirugía volví desde mi casa y este año nuevamente mi estado impidió que pueda seguir hasta hace unos días que regresé ya presencial, siendo un paso importante y también agradecido porque siempre estuvieron, apoyaron y valoraron la parte humana. Jugar no estaba haciéndolo, pero sí dirigiendo a mis chiquitos de la Cat. 2011 de Deportivo Oeste que con su inocencia me preguntaban cuando iba a curarme y volver. Lamentablemente por esta y otras cuestiones ajenas a mí ya no estoy más con ellos, pero siempre estuvieron y estarán en mi corazón.

Agradece a su pareja por la contención.
Agradece a su pareja por la contención.

- ¿Cómo fue el apoyo de la familia en todo el proceso?

 - El apoyo de la familia es lo más necesario, son los que absorben, aguantan y empujan. No fue fácil para ellos porque de un momento a otro apareció esto y cada uno lo asimilo y ayudo como pudo. Agradezco tener los padres, hermano, ahijada y novia que la vida me dio, sinceramente sin ellos hubiera y sería más difícil de lo que fue.

- ¿Cuál es tu sueño de ahora en más?

 - Mi sueño hoy es estar bien, no pensar más allá porque esto me mostró que la vida tiene estas cosas que en un momento cambia todo. Si en lo personal me gustaría volver intentar jugar cuando los médicos y salud me lo permita, estudiar algo, ver crecer a mi ahijadita y continuar los proyectos con mi novia, como así también ver bien a mis viejos y hermano, y que ninguno volvamos a pasar por esto.

-¿Esto te cambió la vida y la forma de verla?

- La verdad que sí, me cambio la vida pero mucho más la forma de ver las cosas, me enseñó a disfrutar cada momento por más pequeño que sea, no hacerse problema por cosas sin sentido y valorar lo que tenemos, como estamos. Por ejemplo, el día que volví a sentir mis piernas fue una alegría inmensa y que capaz en la diaria no le damos esa importancia. También por las cosas vividas, los lugares donde me atendí, me hicieron entender lo lindo que es cada cosa que podemos hacer, ya sea un mate, una comida, una charla y demás, pero estando tanto física como mentalmente ahí.

Leo junto a su familia.
Leo junto a su familia.

- ¿Qué mensaje le das a las familias que están atravesando por algún momento complicado?

 - Un mensaje que puedo dar es que por más difícil que sea la situación y se vea todo oscuro, siempre hay un motivo para ir para adelante, levantarse y luchar, mientras haya opciones, se puede. La vida es hermosa más allá que tiene momentos no tan lindos. También para el entorno de la persona que le toque pasar algo feo que no trate de entenderla porque para eso hay que vivir lo mismo, sino que la comprenda, que aunque parezca una sola palabra dice y ayuda mucho, principalmente en la parte anímica/mental.

 Agradecimientos

Quiero dejar un saludo por todas las madres y más que nunca deseo que la mía, por todo lo que le tocó vivir acompañándome, pasando noches, esperas en las salas y otras cosas mas, la amo. Como así también a mi viejo que juntos nos criaron y armaron la familia hermosa que somos.

Agradecer además de las personas que antes nombré, a los profesionales que me acompañaron y acompañan en mi tratamiento y evolución: las licenciadas Florencia Vidal y Virginia Fornero, el doctor Pablo Lanzetti, nutricionista Florencia Fontanini, kinesiólogo Martín Verra y profesor Pablo Albertinazzi que fueron y son de gran aporte y ayuda. Y un gracias eterno a mi mamá Iver, mi papá Omar, mi hermano Diego, a mi ahijadita Alfonsina y mi novia Ana. Todos estamos expuestos a que nos pasen cosas constantemente que capaz no estamos preparados, tanto de las lindas y de las otras, pero con unión y voluntad se pueden enfrentar/disfrutar sea lo que sea y siempre para adelante.