Al entrar a la casa de Clelia te topás directamente con un living comedor que funciona prácticamente como santuario de un verdadero club de fans del catamarqueño.

Es que desde la puerta, pasando por las paredes, ventana, mesa y cualquier espacio de ese primer ambiente está recubierto con imágenes, póster y fotos de Damián Córdoba, y varias de esas postales están enmarcadas donde el mismísimo cantante está abrazando a su “abuela del corazón”, como él la llamó alguna vez. Obvio, a su lado está la infaltable radio sintonizando un dial de música cuartetera donde llama y pide todos los días que le pasen sus temas favoritos: “Te pido que la dejes”, “120 minutos”, “Más que amigos, “Traición”.

Clelia Stuki tiene 84 años y es sin dudas una de las principales admiradoras del cuartetero, tal es así que asegura que fue él quien le dio energías para afrontar los últimos 13 años tras algunos golpes duros que da la vida.

“Para mí es un ángel. Desde que empecé a escucharlo me dio muchas fuerzas para seguir viviendo”, asegura a El Periódico mientras se aferra a un cuadro con la foto donde está abrazada al cantante.

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El primer baile en que conoció a Damián fue 13 años atrás, en la Sociedad Rural. En aquella ocasión fue acompañar a su nieta y se encontró con un joven cantante que no paraba de moverse en el escenario y la cautivó.

“Yo había perdido a mi marido y luego a mi hijo. Y me querían sacar de la casa porque no estaba bien. Entonces mi nieta me llevó al baile en la Rural”, recuerda como si fuese ayer la mujer.

La casa de Clelia está repleta de imágenes y póster de Damián
La casa de Clelia está repleta de imágenes y póster de Damián

“Veía a un flaquito que estaba en el escenario. Hasta que escuché el tema ´Te pido que la dejes´”, contó con mucha emoción rememorando. Eso le generó un antes y un después.

El primer contacto

El segundo baile al que asistió Clelia fue en el “Gigante” de Bomberos. Su nieta le había buscado una silla, pero con tanta gente era imposible estar sentada. Así fue que decidió irse adelante contra el escenario. En un momento, un músico la vio cantando y el propio Damián Córdoba la invitó a subir al escenario.

“Damián vino a la esquina donde estábamos, pero pensé que quería hablar únicamente con mi nieta que estaba muy linda. Pero vino un hombre de seguridad a buscarme y yo no sabía qué quería. Así fue como me dijo que Damián me quería arriba del escenario”, contó entre risas y añadió: “Fuimos, lo conocimos, nos preguntaba cómo estábamos y nos sacamos una foto”.

De ahí en más nació un profundo amor por el cantante catamarqueño que nunca se cortó. Clelia asistió a todos los bailes en la ciudad durante 13 años y muchas veces fue recibida con profundo cariño por el cantante.

La abuela fanática asegura que Damián Córdoba “le dio más vida”

“Cada vez que estábamos al lado del escenario él desde arriba nos hacía señas para qué pasáramos. Nos hacía bailar, nos reíamos mucho. Siempre muy amable y divertido”, destacó.

La admiración de la mujer es tan grande que sostiene que la música de Damián fue la que le dio fuerzas para salir adelante de un trance muy cruel en su vida. Además no deja de mencionar que para ella es un nieto de corazón.

“Él dijo en un reportaje que era su abuela del corazón. Por eso él es mi nieto del corazón. A mí me hizo vivir de nuevo, de tantas amarguras que tenía es como que me hizo vivir otra vez”, manifestó.

En este sentido, comentó: “Una noche mientras él me hablaba le dije que para mí es un ángel que llegó a mi vida e hizo que yo volviera a vivir. Sus temas siempre los escucho, me alegran. Pero ahora estoy muy triste porque se separó de la mujer. Me había puesto contenta cuando se casó y tuvo su hijo”, expresó

Un mensaje para Damián

Este fin de semana Damián Córdoba se presenta en el “Gigante” de Bomberos, pero después de tantos años Clelia no va poder estar debido a que su salud no es la mejor y sus piernas ya no aguantan tanto tiempo.

Por tal motivo, la abuela está preocupada porque Damián no la va a ver al costado del escenario como es su tradición.

Es por esto que decidió dejarle un mensaje a través de El Periódico: “Perdóname Damián que no te puedo ir más a ver. Los años me pasaron factura. No puedo más estar parada tanto tiempo y no quiero traerle problemas a mi familia”.

Clelia sueña con que Damián reciba su mensaje y tenga una devolución. Mientras tanto seguirá junto a la radio, sus fotos y hasta rezando por su ídolo en su humilde casa de barrio José Hernández.