Ignacio Tuninetti se adueñó del mundo de las máquinas y publicó su primera novela
El adolescente sanfrancisqueño de 16 años contó de qué se trata su libro “Rebelión, el nuevo mundo”. También habló de su experiencia como escritor, sus planes a futuro y deseos.
Ignacio Tuninetti es uno de los tantos jóvenes autores argentinos publicados este año, en su caso es de San Francisco y tiene 16 años. En octubre pasado presentó su primera obra literaria en la Feria del Libro materializando algunos de los anhelos que tiene para el futuro.
La escritura se presentó en su vida de una forma natural, su madre le leía cuentos cuando era más pequeño y así se fue adentrando cada vez más en ese mundo. Sin querer comenzó a escribir sus propias historias y al final se animó a desarrollar una novela de ciencia ficción.
“Esto empezó como un gusto personal que se desarrolló en el tiempo y cuando encontré la oportunidad de plasmar todas esas historias surgió la novela. Muchas veces no es lo mismo tener la historia en la mente que hacerla. Haciéndola, explorás horizontes de la trama que quizás no le diste importancia antes”, contó a El Periódico.
Por dentro
“Rebelión, el nuevo mundo” (editado por Tinta Libre) es una novela de ciencia ficción que presenta una guerra entre los humanos y las máquinas. Esa podría ser una buena síntesis, pero en la pluma de Ignacio adquirió mayor profundidad.
Sin haber tomado antes talleres para narrar y guiado por su habilidad para entretejer historias se embarcó en la aventura de escribir 30 capítulos y un epílogo. El resultado fue esta obra de ciencia ficción que enfrenta la insensibilidad de las máquinas con el aguerrido espíritu de Jesse, el protagonista principal.
“Narra la historia de un ex soldado en el año 2110 que hizo el servicio militar y en esa época los jóvenes no tenían muchas opciones laborales porque todo lo hacían las máquinas. Jesse se metió en este mundo para salvaguardar el orden público y cuando terminó se convirtió en caza recompensas”, introdujo el autor.
El objetivo final es “formar una rebelión contra las máquinas que son las que quieren dominar el mundo para convertirlo en un lugar sin emociones porque entienden que los humanos son muy sentimentales”.
Planes
Cuando terminó su trabajo, los primeros lectores que tuvo Ignacio fueron sus padres. Luego llegó el turno de una profesora de Lengua que siempre lo incentivó a desarrollar ese talento. Empero este no es el único escrito que tiene ya que hay otros adquiriendo forma.
Sobre sus planes a futuro, el adolescente que concurre a la Escuela Proa Técnica dijo que no quiere encasillarse en un género, por eso no descarta que sus próximos trabajos (aún sin fechas precisas de publicación) sean diferentes.
Por el contrario, el verdadero anhelo de Ignacio es uno muy sencillo: “Siempre me gustó la interacción del público con el autor y el diálogo sobre la obra. Mi idea es formar una comunidad pequeña con la que compartir lo que me gusta hacer”.