El escritor sanfrancisqueño Luciano Lamberti fue el ganador del Premio Clarín de Novela 2023 con su obra Para hechizar a un cazador, una novela sobre la última dictadura que fue seleccionada entre más de 400 libros enviados al concurso. El reconocimiento implica un premio de dos millones de pesos y la publicación de su libro bajo el sello Clarín-Alfaguara.

La ceremonia de entrega del premio fue realizada en la noche del último jueves en el Teatro Colón. "¡Qué semanita! Pasé de perder premios a ser jurado de premios y no tengo la costumbre de ganarlos. Es un honor por el jurado, que admiro mucho. Me pone feliz que la hayan elegido", fueron las primeras palabras de Lamberti, quien agradeció a editores, amigos y a su mujer, que lo ayudaron a escribir estas páginas, según consignó el diario Clarín.

"Es una novela sobre la dictadura y no puedo dejar de dedicársela a los 30 mil torturados, asesinados y desaparecidos por la última dictadura militar", concluyó Lamberti, que presentó la obra con el seudónimo Amor amarillo.

El Jurado de Honor estuvo compuesto por Ana María Shua, Carlos Gamerro y Samanta Schweblin.

Lamberti es uno de los exponentes de la narrativa nacional en los géneros de terror y fantástico. Radicado desde hace tiempo en Buenos Aires, donde cultivó una gran carrera en lo literario, estuvo a fines de octubre en nuestra ciudad para participar de la edición 2023 de la Feria del Libro, que se realizó en el Superdomo.

Criado en el popular barrio Sarmiento, Lamberti es autor de títulos como “La maestra rural”, “La masacre de Krueguer”, “La casa de los eucaliptus”, “El asesino de chanchos” y “El loro que podía adivinar el futuro”, aprovechará la feria para presentar “Gente que habla dormida”, trabajo que abarca la reedición de dos libros que ya publicó anteriormente más uno nuevo.

Luciano Lamberti ganó el premio Clarín Novela 2023

Además de su trabajo como escritor, también brinda talleres de escritura creativa. “Hace más de 20 años que doy talleres, descubrí en eso que el cuento es un género muy variable en el sentido de que hay muchos estilos distintos para escribirlo, formatos. Esto no quiere decir que cualquier cosa sea un cuento. Para mí uno percibe la diferencia entre lo que lo es y no, al mismo tiempo en los autores hay muchas formas de encarar el género. La idea es tirar algunos lineamientos acerca de cómo se diferencia un cuento de un texto corto, con la suficiente apertura para abarcar propuestas distintas. También leer algunos cuentos cortos que están muy buenos, analizarlos, y escribir a partir de alguna consigna. Leer, pensar cómo se puede mejorar. Hay que pensar el cuento en términos de borrador y pensar en cómo mejora un texto de una versión a la otra, esa clase de apertura mental está muy buena”, explicó.