Allá por el año 2002, Cecilia Alcanis (36) decidió cambiar por completo el destino de su vida. Estaba cursando el tercer año de Ingeniería Química en la UTN, pero no estaba conforme, quería buscar un nuevo rumbo, tal vez explorar otros horizontes. 

Cierto día observó a través de un noticiero la llegada de la Fragata Libertad al Puerto de Buenos Aires y vio con emoción el arribo de los marineros y la espera ansiosa de sus familias, eso la conmovió hasta las lágrimas y se dijo: "Eso quiero ser yo".

Decidida, en 2003 ingresó a la Escuela Naval Militar en la Isla Río Santiago- ubicada a unos 10 kilómetros de la ciudad de La Plata- para iniciar su carrera en la Armada Argentina. Al cabo de cinco años se transformó en oficial de Marina, formando parte de la segunda promoción de mujeres egresadas de la fuerza luego de la apertura de la carrera de comando en 2002.

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¿Qué te llevó a elegir esta peculiar carrera?

Si bien la carrera en Ingeniería Química me gustaba, me parecía que me estaba faltando un desafío mayor a superar. Siempre digo que era algo que siempre estuvo latente y un día fue irresistible, pese a no tener familiares ni amigos vinculados a la fuerza. Obvio que la idea un poco romántica de navegar, conocer otros puertos y lugares, el portar con orgullo el uniforme, fueron cosas que inclinaron la balanza. Pasé de estar toda mi vida en mi ciudad, viviendo de mis padres, a ser una visita esporádica en casa.

Te tocó ser parte de la segunda promoción de mujeres que ingresaron a la Armada, ¿fue duro ingresar a un mundo que era completamente de hombres?

Al principio fue muy difícil, pero por suerte ha ido cambiando. Cuando comencé el período selectivo preliminar o reclutamiento, éramos 92 mujeres de las cuales nos recibimos solamente seis. Había personas que no estaban acostumbradas a trabajar con mujeres y eso con el correr de los años ha ido cambiando.

Cecilia Alcanis
Cecilia fue la primera oficial mujer en recibirse como buzo de salvamento en la historia de la Armada.

¿Sentís que hubo una evolución en el trato hacia la mujer?

Sin dudas. Igual todavía no todo está allanado, hay destinos que por sus características no reciben mujeres. Hay buques que no aceptan mujeres porque no cuentan con habitabilidad para nosotras. De todos modos ya contamos con mujeres maquinistas, aquellas que realizan tareas en cubierta, infantes de marina. Es decir que ya casi no queda especialidad que la mujer no haya ocupado.

¿Cuál es tu trabajo?

La carrera va mutando en función del perfil que uno le quiera ir dando. Soy teniente de navío especializada en armas submarinas y me capacité en buceo de salvamento que, junto a una compañera, hemos sido si se quiere pioneras, fuimos las dos primeras mujeres que nos recibimos como buzos de salvamento en la historia de la Armada. Y por esto me estoy desempeñando como jefe del Departamento de Salvamento y Buceo del Servicio de Salvamento de la Armada Argentina en la base naval de puerto Belgrano. Tengo 34 buzos salvamentistas bajo mi cargo, de los cuales tres son mujeres.

Sin dudas algo hermoso de tu carrera es la posibilidad de recorrer el país.

Por suerte he tenido oportunidad de estar en la Antártida en dos ocasiones haciendo campaña antártica y patrulla antártica, que es un privilegio de pocos. No todos los oficiales tienen la oportunidad de pasar en su vida naval por la Antártida.

Cecilia Alcanis en plena tarea de buzo de salvamento.

TRABAJO Y FAMILIA

Cecilia está casada, tiene dos hijos y actualmente reside en Bahía Blanca. “Una trata de hacer lo mejor posible en el trabajo que es mi pasión, coordinar los tiempos de todos y atender las obligaciones de la familia”, sostiene.