Damián Bernarte tiene motivos para celebrar con los resultados de las elecciones en San Francisco ya puestos, que lo consagran como intendente desde diciembre de 2023 y hasta 2027. En su tercer intento, el todavía jefe municipal interino finalmente logró llegar a la intendencia con el 42% de los votos y retuvo el gobierno local tras la gestión iniciada por Ignacio García Aresca y que él asumió en estos últimos 18 meses. Pero también tiene razones para festejar su contrincante de turno, Marco Puricelli, que en su primer intento eleccionario en la ciudad llegó nada menos que al 35% de los sufragios y puede sacar pecho en la interna abierta de su espacio político.

Con los datos del escrutinio provisorio, se terminaron las especulaciones y se pueden sacar varias conclusiones. ¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron en esta elección? ¿quién sumó y quién restó apoyos? ¿qué pasó con los votos en blanco?

Los datos salientes son la fuerte polarización de los comicios, con una victoria más ajustada a la que podía esperarse dentro del oficialismo y un crecimiento importante de Juntos por el Cambio de la mano de Puricelli.

Por quinto período consecutivo desde 2007 en San Francisco el peronismo y su frente ahora llamado Hacemos Unidos por Córdoba se impuso en las urnas. Bernarte obtuvo un respaldo claro con el 42,3% de los votos y gobernará la ciudad por los próximos cuatro años a partir de diciembre. Hasta entonces, seguirá su mandato como intendente interino, tras el pedido de licencia de García Aresca en 2021.

En comparación con la última elección municipal, y a falta de ocho mesas que aún no fueron contabilizadas en el escrutinio (algo habitual en toda votación), Hacemos Unidos por Córdoba bajó del 45,55% de 2019 (17.540 votos) al 42,3% ya mencionado (16.274). Es decir, 1.266 votos menos, pero que igualmente le alcanzaron para mantener el Gobierno local. Se mantuvo pero con un leve descenso en el porcentaje obtenido. Cabe recordar que en 2019 Bernarte se había sumado al oficialismo, aportando a García Aresca buena parte de su caudal de votos que ostentaba con Mejor San Francisco.

La polarización se manifiesta en el crecimiento del bando opositor. Juntos por el Cambio pasó del 27,33% en 2019 (10.524 votos) si es que se suman los apoyos de Luciano Stoppani y Cristian Canalis (hay que recordar que fueron divididos) al 35,7% en 2023 (13.730), un crecimiento de algo más de ocho puntos y 3.206 votos.

Agrupando a las listas que conformaban Cambiemos, en 2019 la diferencia fue de 7.016 votos con Hacemos por Córdoba, mientras que en 2023 se redujo a 2.540 sufragios. Así, Juntos por el Cambio sumó un concejal al pasar de cuatro ediles (incluyendo a Canalis, pese a que no integra el bloque) a cinco.

Bernarte, con votos propios

Con esos datos ya puestos, Bernarte puede mostrar liderazgo en el peronismo con votos propios y relanzar su gestión. La campaña fue toda suya, centrada en su figura. Ya no le podrán endilgar desde la oposición que no lo eligió nadie, pese a que ocupa el puesto de forma interina porque así lo prevé la ley tras la licencia de Aresca. Su corta gestión al frente del Ejecutivo obtuvo su respaldo en las urnas.

Aunque en la ciudad sacó menos apoyo que Llaryora (quien llegó al 52% en la ciudad), en 2023 los votos son suyos y tiene la oportunidad de mostrar una gestión más propia a partir de ahora o bien desde diciembre. El triunfo de Llaryora como gobernador podría ser un hecho fundamental para su próxima gestión, como lo destacó durante toda su campaña.

Puricelli, vencedor en la interna con Roffé

La misma fortaleza puede mostrar Puricelli dentro de Juntos por el Cambio. La diferencia es que mientras en el oficialismo el candidato contó de entrada con el respaldo mayoritario de su espacio político (al menos en las formas), en la oposición la interna fue pública y hasta el mismo día de las elecciones, debiendo el candidato sortear varios escollos internos y esquivar el “fuego amigo”. 

Sobre estos buenos resultados intentará Puricelli cimentar su futuro político y seguramente facturar (y cobrar) puertas adentro. Su decidida estrategia de encabezar la lista quedó validada en las urnas y se erige como claro vencedor en la pelea interna con la concejala Cecilia Roffé. Incluso, Puricelli hizo su campaña sin ningún apoyo de Roffé, segunda en su lista y que solo hizo campaña para ella y Luis Juez, pero no para su propio candidato a intendente, del que se cuidó de ni mencionar. 

Lo dejó en claro el ahora referente del espacio en una entrevista con este medio en el cierre de campaña al referirse a las actividades previas a la elección: “Claramente la estrategia era salir dos años antes de la elección, no dos meses”, en un mensaje más que evidente a sus compañeros que son concejales desde 2019.

Además, sacó algo más de mil votos más para intendente que Juez para gobernador (12.668), es decir que hubo “corte de boleta” en esos mil votantes que lo eligieron a él pero no al candidato a gobernador de su espacio.

Los votos en blanco, menos pero otra vez terceros

En 2015, los votos en blanco fueron la cuarta fuerza más votada por el electorado en la ciudad: nada menos que 4.376 votos. En 2019 subieron un puesto y se posicionaron en el tercer lugar, aunque es una suba engañosa porque en realidad hubo menos votos en blanco ese año: 4.120.

Y en este 2023 hubo casi mil votos en blanco menos (fueron 3.214) pero se ubicaron como la tercera fuerza, con el 8,36% de los votos.

Los demás candidatos, muy lejos

El resto de los postulantes quedó muy lejos de los primeros puestos y ninguno logró una banca en el Concejo Deliberante. Los resultados no fueron los esperados, principalmente para Gustavo Piscitello y Andrés Romero, como ambos reconocieron.

Piscitello alcanzó en su primer intento por llegar a la Intendencia solo 1.543 apoyos de la ciudadanía, que significan el 4% y el tercer puesto. Muy poco para un postulante que en la campaña aseguraba como un mantra que sin dudas ganaría la elección.

“Bocha” Romero, el concejal referente del Frente de Todos y uno de los ediles que se mostró más activo en los últimos años, no pudo mantener su caudal electoral: pasó del 7,23% obtenido en 2019 (2.786 votos) al 3,6% en 2023 (1.409 sufragios), posiblemente pagando costos de la gestión nacional y el desconocimiento en la población que tenía su candidato a gobernador, Federico Alesandri.

También descendió Encuentro Vecinal, que en 2019 llevaba a Emiliano Oyola como candidato, que del 3,69% (1.422 votos) declinó al 1,38%, con solo 529 votos para Elena Vacchetta, quien se ubicó en la sexta posición.

Algo similar se observa en la izquierda, que en 2019 fue con dos listas (el MST y el Frente de Izquierda) y entre ambas sumaron el 3,27% (1.261 votos de Lorena Menesterollo y Marcelo Gaitán), mientras que en esta elección Ailen Cabrera obtuvo 478 sufragios y el 1,38%

De estos candidatos, quien sí obtuvo algo más de votos en comparación con el 2019 fue Germán Cassinerio, identificado con Javier Milei en La Libertad Avanza, que pasó de 856 apoyos (2,22%) a 1.249 (3,2%) y ocupó el quinto lugar. Sin embargo, teniendo en cuenta que Milei autoposiciona a su espacio político entre los principales en todo el país, fue una muy pobre cosecha de votos a nivel local para un candidato con escasa actividad política, similar a lo ocurrido a nivel provincial en Córdoba y en otras provincias con los candidatos denominados libertarios en las últimas elecciones realizadas.