“El tránsito lo hacemos entre todos” es una frase muy gastada que forma parte desde hace muchos años de las campañas publicitarias de la Asociación civil “Luchemos por la vida”, con el propósito de prevenir los accidentes de tránsito. Seguramente muchos de los que hoy son adultos la escucharon de chicos, sin embargo pocos la llevaron a la práctica.

Un buen tránsito forma parte de una acción colectiva. Claro que existe un Estado que debe fijar las normas y controlar que se respeten, pero el ciudadano debe hacer su aporte y contribuir a que las calles, pese a sus imperfecciones (baches, por ejemplo), sean seguras para quienes circulan en ellas.

Los choques, las muertes y lesiones graves y evitables se siguen sucediendo en San Francisco cada día. La mayoría son causados por la imprudencia, pero también por desconocimiento de las reglas.

¿Cómo mejorar un tránsito que parece empeorar cada día? ¿Qué hacer mientras las nuevas generaciones se educan para ser mejores que nosotros el día de mañana? ¿Debemos resignarnos a ver más muertes y lesionados graves en una batalla que parece perdida?

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De esto hablaron con El Periódico dos profesionales en la materia, Horacio Botta Bernaus y Marcelo Chiabrando, quienes siguen trabajando en distintos aspectos de esa trillada frase reflejada al comienzo de este texto, que nos contempla a todos y que no pierde vigencia.

Se refirieron a los cambios que trajo la pandemia en materia vial, la importancia de los más vulnerables en las calles, el caos que proponen las motos, la bicisenda y las señales clave que son generalmente obviadas.

El auto ya no es el más importante

Horacio Botta Bernaus es abogado especialista en Derecho de Tránsito, Accidentabilidad y Educación Vial. También es fuente de consulta recurrente por parte del intendente Damián Bernarte.

Explicó que la pandemia vino a cambiar muchas cosas en lo sanitario, pero también respecto a la siniestralidad vial: “Ya no se habla de tránsito sino de movilidad y hay que entender que la realidad va a cambiar”, apuntó en diálogo con El Periódico quien lleva 37 años trabajando en la temática.

Para el especialista, el tránsito no solo corresponde a la autoridad sino a la comunidad toda y reconoció que cambió la pirámide de la movilidad vial donde el automóvil (junto a las motos) ya no es el más importante sobre una calle y pone por encima al peatón, las bicicletas y el transporte público.

Horacio Botta Bernaus.
Horacio Botta Bernaus.

“La humanización de la seguridad vial con el Covid nos fue marcando que a través de la regulación del tránsito se preserva la vida. La nueva pirámide de la movilidad ya no tiene al auto como vehículo exclusivo sino al peatón porque peatones somos todos”, definió.

Respecto a la bicicleta, la segunda en orden de prioridades, agregó: “El ciclista puede ser la gran opción para sociedades con serios problemas de transporte público. Es una opción ya no solo como vehículo de recreación o deporte sino para ir a trabajar”.

Las motos, el problema de siempre

Respecto a las motos, una de los vehículos más económicos pero que ante el incumplimiento de normas genera también muchísimos accidentes y problemas en las calles, Botta Bernaus le dio el mismo rol que un auto, aunque destacó la ventaja de que ocupa menos lugar en la calzada.

“Las motos técnicamente tienen diez veces más posibilidades de generar un siniestro con víctimas que cualquier otro tipo de vehículo, no importa si el conductor es habilidoso o responsable, tienen que ver sus características y tipología. Esto se refleja en los datos de muertos en lugares urbanos, ya que se lleva entre el 40 y 50 por ciento de los fallecidos”, explicó.

El abogado, autor del libro “El ABC de la seguridad vial”, reconoció que mientras ocurría este escenario, a la inversa se estimulaba la compra de motos con subsidios en cuotas: “En los municipios, los intendentes les aumentan más a los autos que a las motos, rara vez se las frena y se le pide el seguro obligatorio. No es la idea perseguir a motociclistas, ni son los únicos culpables”, aclaró.

“La sociedad va a necesitar cambios donde todos deberán hacer un aporte. A nadie le gusta tener victimas de tránsito, o llevar a su hijo a la escuela en medio de un caos, pero corregirlo implica entregar algunas comodidades”, consideró Botta Bernaus.

Ante la pregunta de qué hacer en este aspecto, Botta Bernaus sugirió el reemplazo por la bicicleta, lo que provocaría una circulación más segura, sobre todo en nuestra ciudad que tiene distancias cortas. Pero, a la vez aclaró: “Para bajarte de un vehículo y subirte a otro debe haber algún beneficio, si quiero fomentar la bicicleta debo tener una política a favor de esta que no es mágica, pero hay que generarla”.

Respecto a su visión de San Francisco, quien asesora al intendente Bernarte, definió: “Es una ciudad con mucha potencialidad para mejorar, está dividida en dos partes y hay que conectar y facilitar la fluidez buscando alternativas. No necesita de grandes inversiones, pero sí cambiar una mentalidad que se visualiza en la mayoría de ciudades del interior".

Por último, agregó: "Hay cosas muy aquilatadas, los usos y costumbres, hay que pedirle a la sociedad que se dé cuenta que se está creciendo, que va a necesitar cambios donde todos deberán hacer un aporte. A nadie le gusta tener victimas de tránsito, o llevar a su hijo a la escuela en medio de un caos, pero corregirlo implica entregar algunas comodidades”, finalizó.

La importancia de las señales de tránsito que son obviadas: el rol del Pare en una bicisenda