Marcelo Chiabrando también es un abogado especialista en tránsito y asegura que en la ciudad –después de tanto tiempo- recién ahora se está interpretando lo que significa la prioridad de paso para quien tiene la derecha en las esquinas. Sin embargo, habló sobre la existencia de más de un centenar de carteles con la denominación “Pare”, los cuales no son tenidos en cuenta.

“Antes de la bicisenda existían 190 carteles de Pare en la ciudad y nadie los respetaba porque no se entiende su naturaleza jurídica. Si se les llevara el apunte, la circulación sería diferente”, definió ante la consulta de El Periódico.

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¿Dónde radica la importancia de esta señal?, preguntó este medio, a lo que el abogado especialista respondió con un ejemplo: “Cuando se decide incorporar la bicisenda, en vez de empezar a hacer saber lo que implica esta señal se agregaron unos 50 carteles más, los que vienen a alterar en la mayoría de los casos la prioridad de paso natural. Si no los respetás y sos parte de un siniestro con una bicicleta a la que ahora se le da prioridad, el conductor de un auto o una moto va a tener consecuencias legales porque en los estrados judiciales, el Pare tiene toda la fuerza de la ley”.

Marcelo Chiabrando.
Marcelo Chiabrando.

Chiabrando consideró a la par que intervenir una arteria es algo más complejo de lo que se piensa, ya que no es solo marcar una calle: “Cuando se hace, se alteran derechos y consecuencias jurídicas. Esto lo estamos empezando a ver con algunos accidentes que afortunadamente son pocos”.

¿Batalla perdida?

Para el abogado no se debe pensar que estamos frente a una “batalla perdida”. Sostuvo que para mejorar el tránsito hay que buscar las herramientas adecuadas: “Hay que actuar en varios frentes: educación, entrega de licencia y control. Estamos hablando de cambios de conductas colectivas, pero para que se generen cambios te van cuatro generaciones”.

Tras ello, señaló: “Lo que se necesita es una intervención externa para provocar un shock en la colectividad y generar cambios de conducta.

“Si controlás el uso del casco solo tres meses y después no lo hacés se vuelve al hábito anterior que era no usarlo. Hay que controlar permanentemente”, dijo Chiabrando.

“Hoy no te enseñan cómo conducir. Dentro del entorno familiar, que es el primer educador, uno aprende por imitación y si imitás algo malo no podés esperar conductas positivas. Por eso se necesita una intervención directa del Estado que interrumpa esa educación por imitación y baje las normas de comportamiento adecuado”, dijo.

Por último, Chiabrando manifestó que para conseguir cambios se necesita un plazo mínimo de dos años ininterrumpidos de repetir una conducta: “Cuando Policía Caminera controló luces bajas en ruta había resistencia absoluta; hoy nadie lo cuestiona porque se mantuvo en el tiempo con una sanción. En San Francisco, si controlás el uso del casco solo tres meses y después no lo hacés se vuelve al hábito anterior que era no usarlo. Hay que controlar permanentemente. Lo mismo debería hacerse con la senda peatonal y el cartel de Pare, que son casos extremos”, expresó.

El tránsito y los sanfrancisqueños: el desafío de aportar todos para mejorar