El Gobierno nacional salió este martes a despegarse del reciente aumento en el precio de la carne, un 80 por ciento más, asegurando que no está vinculado a las medidas económicas anunciadas sino que fue causado por una “suma de circunstancias”.

“El precio que está hoy es un precio que difícilmente se sostenga. Me da la impresión que la disminución del poder adquisitivo va a hacer que se deprima la demanda y esa depresión afectará los precios”, estimó el secretario de Agricultura, Fernando Vilella.

En San Francisco, los mostradores en las carnicerías se muestran a pleno. Desde el rubro reconocen fuertes aumentos en este mes de diciembre, lo que provoca que la gente que aún compra carne vacuna lleve otros cortes más económicos. El que decide no hacerlo busca otras opciones como el pollo y el cerdo, los cuales también registraron subas.

“Los de los precios es muy cambiante, pasamos de un asado de 5 mil pesos a uno de 7500 u 8500 pesos, depende dónde se compre. Los demás cortes subieron, pero hubo un aumento muy fuerte de la carne que en este momento está haciendo un rebote en el mercado porque está bajando un poco el precio”, explicó José Roggero, propietario de Almacén de Carnes, a El Periódico.

Sin embargo, el comerciante reconoce que este “rebote” no se evidencia en el mostrador: “Los carniceros no llegaron a trasladar todo el aumento de la semana pasada que fue de un de 80 por ciento, sino que subieron entre un 50 y 60 por ciento. Ahora bajó un 10 y un 15 por ciento, eso quiere decir que estamos en los valores que manejamos hoy. Si estos precios se sostienen, si aumentan nuevamente o si hay una nueva baja eso depende del mercado, del ingreso y la cantidad de oferta que exista”, analizó.

En octubre pasado hubo una situación similar con dos grandes aumentos que no se llegaron a sostener del todo.

Cuestión de cortes

Roggero explicó que se está viendo que los cortes económicos “están empezando a rotar” y mencionó entre ellos la marucha, la aguja y la falda: “Hoy tienen buena demanda por el precio. La gente va cambiando la forma en que compra para adaptarse a su bolsillo, se vende mucho cerdo que aumentó, pero no llega a los valores bovinos”, explicó.

El entrevistado aclaró luego que el precio del mercado lo convalida la demanda en los mostradores y afirmó: “Mientras no haya poder de compra o mejoren los salarios, la gente va a ir a la carne alternativa (cerdo y pollo), a los cortes económicos o directamente no va a comprar”.

Sobre perspectivas, Roggero dijo que en diciembre siempre se da “la gran venta” aunque entiende que esta vez no será así: “Este mes el aguinaldo ayudará a la gente a tener un resto para comprar, la gran incógnita es que va a pasar en enero. Diciembre es la gran venta anual que tenemos, pero la expectativa es baja”.

El precio de los clásicos

Si hay un producto cárnico que no falta en las mesas de los sanfrancisqueños es la milanesa, cuyo costo del kilo oscila entre los 6 mil y 7 mil pesos, según donde se compre. Hace 15 días, el kilo rondaba los 3 mil pesos.

Si el lomo, por ejemplo, era el corte más caro, bueno hoy lo sigue ratificando. Cuesta el kilo alrededor de los 10 mil pesos. Obviamente tiene muy poca salida.

La costilla de vaca pasó en un par de semanas de costar unos 4 mil pesos el kilo a 8 mil, el doble. Por ende, un asado para cuatro personas más morcilla y chorizo se acerca o poder superar los 20 mil pesos.

Por segunda vez en el mes, aumenta el pan en San Francisco