Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe debido a que un vaso sanguíneo en dicho órgano se bloquea o se rompe. Si se detiene el flujo sanguíneo durante más de unos pocos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, causando daño permanente.

Reconocer un ACV en el momento que ocurre es fundamental para poder acudir de inmediato a un centro médico donde el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado a tiempo.

Hoy, en el Día Mundial del Accidente Cerebro Vascular (ACV), se reafirma la importancia de tomar conciencia de que esta afección es, en la mayoría de los casos, una situación prevenible. Y una vez que ocurre, el actuar rápido por parte de un especialista disminuye notoriamente las consecuencias discapacitantes.

"Es muy importante que estemos bien informados para actuar rápidamente y tener la posibilidad de resolver el cuadro o atenuar sus consecuencias. Ante la sospecha de un ACV toda celeridad es poca porque el tiempo es cerebro", explicó al diario La Nación el doctor Francisco Klein, codirector del Centro ACV de la Fundación Favaloro.

- Dolor de cabeza grave súbito sin causa conocida - Dificultad súbita para caminar, mareos, o pérdida del equilibrio o la coordinación - Entumecimiento súbito o debilidad facial, del brazo o la pierna, especialmente de un lado del cuerpo - Confusión súbita, o dificultad para hablar o comprender lo que se habla - Súbita dificultad para ver con uno o ambos ojos Tener un factor de riesgo para sufrir un ataque cardíaco o un ataque cerebral no significa necesariamente que lo vaya a tener.¿Cómo puede prevenirse?  - Controlar adecuadamente la hipertensión arterial.  - Mantener el colesterol en niveles apropiados.  - Tratar adecuadamente la diabetes y/o el síndrome metabólico.  - Evitar el consumo de tabaco.  - Realizar una actividad física regular y moderada.  - Dieta equilibrada.