“El banco te vuelve a victimizar porque te trata como a un delincuente”. La frase corresponde a María Eugenia Giletta, una mujer de San Francisco que sufrió una estafa virtual y lleva ocho meses de litigio contra el Banco Santa Fe: “La entidad bancaria nunca se puso a disposición de una cliente de 25 años”, dijo indignada hace unos días a El Periódico.

Es que los bancos quedaron en el ojo de la tormenta por este tipo de delitos demostrando lo vulnerable que resultan sus sistemas de seguridad. Y al no hacerse cargo ni poder dar respuestas a sus clientes estafados buscan transmitirles en muchas situaciones la responsabilidad.

Las entidades son creadoras y operadoras de la plataforma de operación bancaria, quienes determinan los controles de acceso y establece las pautas y niveles de seguridad. Cuando los mismos son vulnerados, en la enorme mayoría de los casos las entidades bancarias pretenden que la responsabilidad sea del cliente, invirtiendo la carga de la prueba.

Fue el aislamiento obligatorio dispuesto por la pandemia del coronavirus lo que les dio impulso a los trámites con modalidad remota. Esto llevó a que los clientes de los bancos comiencen a operar, sin excepciones, a través del home banking y se disparen las estafas digitales.

Así crecieron en gran medida los ciberdelitos, que aún continúan a paso firme pospandemia sin que, hasta el momento, se conozcan medidas de seguridad eficaces que hayan sido adoptadas por las entidades bancarias para frenar este problema.

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El banco tiene mucha responsabilidad

Rodrigo Picco y Pablo Cantagalli, de De Iure, firma de abogados de San Francisco, aseguraron que tienen varios casos de clientes estafados y muchas consultas de otros usuarios que necesitan conocer cómo proceder ante un ciberdelito.

Picco remarcó que el banco eventualmente puede ser responsable de un delito de este tipo y tiene el deber de brindar seguridad al usuario: “Primero debe evitar un hackeo de cuenta del sistema general y en el caso de sus clientes debe garantizar la seguridad de que sus datos no se difundan”.

En este sentido, afirmó que el damnificado tiene el derecho de hacer un reclamo: “La Ley de Defensa al Consumidor generó muchos derechos a favor del usuario y el banco está obligado a brindar seguridad a su clientela, máximo cuando es el propio banco quien avala y llama a utilizar sus servicios”.

El abogado aclaró que no todas las personas tienen las facultades para comprender el uso de las aplicaciones, muy usadas mientras no había atención al público por la pandemia: “Hay personas mayores u otras que estaban acostumbradas al trato personal y de golpe tuvieron que hacer sus cosas vía online sin tener la experiencia en el uso del celular; entonces el banco debe asumir el riesgo de lo que puede pasar”.

Cómo actuar ante una estafa

Por su parte, Cantagalli también apuntó a las responsabilidades de las entidades bancarias: “Muchas veces la excusa que tienen es que por más que inviertan en seguridad no garantizan al cien por ciento que no pase nada. Pero esto no las exime. Si ellos se introducen en el mercado ofreciendo un producto o servicio, cuando pase algo deben responder igual. El banco te invita a usar sus servicios y lucra, pero también debe ser responsable y tomar riesgos”.

Cantagalli advirtió además que muchos usuarios que fueron estafados no se animan a denunciar: “Mucha gente no quiere ir a la Justicia por temor, se encuentran ante un monstruo que es el banco y saben que perdieron, pero entienden que si reclaman pueden perder dos veces. Esto no debe ser así, sino que tienen el derecho a reclamar”.

En la Justicia, las demandas contra los bancos van en aumento. El principal objetivo de quienes inician expedientes es pedir que se anulen los préstamos contraídos por los delincuentes y se reintegre el dinero robado. También los damnificados solicitan indemnizaciones por los daños ocasionados.

En San Francisco, el caso de Nicolás Urquía sentó un precedente ya que se obligó al banco BBVA a devolverle el dinero que le extrajeron luego de una estafa financiera y además a indemnizarlo.

Nuevas modalidades, más víctimas: el caso de María Laura

María Laura Villarreal es otra sanfrancisqueña que cayó recientemente en las garras de un ciberdelincuente, que mediante un ardid delictivo le robó cerca de 160 mil pesos de su cuenta.

"El martes 30 de agosto entré a la página de Bancor a través de mi computadora, puse mi usuario, pero no puse mi contraseña porque me tiró otro dibujo. No me quedé tranquila con eso, por lo que al ratito entré desde mi celular a través de Google y pude chequear que tenía todo en orden. Por la tarde, una persona me hace una transferencia que esperaba", empezó contando la mujer a El Periódico.

Sin embargo, Villarreal intentó ingresar nuevamente a su cuenta por la tarde, pero ahí le apareció un cartel que le advertía que alguien lo había hecho con otro dispositivo, por lo que le iban a enviar un código para corroborar: “Automáticamente recibí el código de Bancor a mi teléfono y lo puse". Luego de esa acción se percató de que le habían sacado el dinero que tenía: 160 mil pesos.

La mujer hizo una denuncia policial, se reunió con el gerente de Bancor en la sucursal de San Francisco y a los pocos días recibió una carta del banco diciendo que no se iban hacer cargo de devolverle el dinero. "La desesperación que me agarró fue muy grande", enfatizó; y agregó: "Pido por favor que presten atención porque uno es trabajador y te sacan lo que tenés. Hay que asesorar a los abuelos y a todas las personas para que presten atención porque a los del banco no les importa", sostuvo.

Los bancos quedaron en la mira tras las estafas.
Los bancos quedaron en la mira tras las estafas.

El relato de Guillermo, que apeló a Defensa del Consumidor

Guillermo Dora -también de nuestra ciudad- sufrió en carne propia el ciberdelito. En su caso, no solo apunta al Banco de Córdoba sino además a la empresa de telefonía celular Personal.

Dora contó a El Periódico que hizo un reclamo a la firma Personal porque se había quedado sin línea; allí encontró que le habían hecho un cambio sin él haberlo autorizado: “De esa manera los ladrones accedieron a mi cuenta y me robaron mis ahorros y parte de mi sueldo", explicó.

A la vez, acotó: "Fue un acto irresponsable de la empresa telefónica porque le dieron el cambio de titularidad a una persona sin DNI u otra documentación", dijo.

“Me entraron al home banking del Banco Córdoba y derivaron dinero mío del sueldo y unos ahorros a una cuenta”, agregó.

Dora viene de participar de una audiencia en la Dirección Provincial de la Defensoría del Consumidor en la ciudad de Córdoba junto a su abogado: “Estaba la abogada de Personal y también de Bancor, junto con un representante de la Defensoría. Personal dijo desconocer la instancia de la audiencia de conciliación y pretenden una investigación penal que determine la implicancia que tuvo el cambio de línea con el delito. Por su parte, el Banco de Córdoba respondió que estaban resolviendo favorablemente y reintegrando los fondos sustraídos”.

En el caso particular de Dora, tenía además de pesos dinero en dólares que los delincuentes debieron convertir a la moneda nacional para poder transferirlos: “En ese cambio oficial, el banco me reconoce lo transferido, que es la mitad del dinero que tenía”.

El gremio bancario pide mayor inversión en tecnología

La Asociación Bancaria seccional San Francisco manifestó su preocupación por la cantidad de fraudes y estafas que se vienen registrando en el sistema bancario. Tal es así, que aseguraron que muchos empleados deben que soportar las agresiones de clientes que fueron víctimas de este tipo de delitos.

“Los directorios de los bancos no valoran a la clientela que está pasando todos estos fraudes. La situación se da en todos los bancos”, lamentó Marcos Quaglino, secretario general en el ámbito local.

Además indicó que para contrarrestar este tipo de delitos se requiere mayor inversión en tecnología. “Se lo exigimos a las autoridades pero no hay respuesta”, sostuvo.

Quaglino lamentó que a veces ven mucha agresión de la clientela al personal con este tipo de fraudes. “Sufren casos de maltrato, pero el personal no tiene la solución para brindar y la clientela se la agarra con el trabajador”, señaló.