Un grupo de caballos cruza corriendo la autovía 19, en jurisdicción santafesina. Los autos que pasan en ese momento bajan la marcha, algunos realizando maniobras peligrosas para evitar chocarlos. Son unos doce animales que parecen escapar bajo el sol del mediodía en busca de alimento. 

La escena fue registrada hace unos días por un viajero que no podía creer lo que veía. Sin embargo, para quienes viven por estos lados saben que es una situación que se volvió común y pese a que esta puntualmente no pasó a mayores, los siniestros viales causados por esta imprudencia de los propietarios de los equinos, de soltarlos en la vía pública sin control, se van sucediendo.

En noviembre pasado, el conductor de un automóvil resultó con varias lesiones tras chocar con un caballo en ruta nacional 19, a la altura del kilómetro 127, en esa jurisdicción. Lamentablemente, el animal murió. El hecho ocurrió pasadas las 20.30, momento en el equino subió a la ruta de manera imprevista para sorpresa del automovilista.

Caballos sueltos

En el mes de septiembre, pero en jurisdicción cordobesa, ocurrió algo similar aunque de madrugada. También en la ruta nacional 19 Km. 153, en cercanías a Devoto, una familia de San Francisco chocó con otro caballo suelto. Solo se registraron daños materiales y los cuatro integrantes de la familia salieron ilesos, pero el animal murió.

La presencia de caballos libres constituye un riesgo grande en las calles, pero sobre todo en las rutas donde las velocidades son mayores y hay menor margen para realizar maniobras con el fin de esquivarlos.

Claro que el animal no tiene la culpa. La responsabilidad pertenece a quienes los descuidan y dejan librados a su suerte. Sin embargo, rara vez se logra dar con los responsables.

Nadie se hace cargo

“Todas las tardes veo como aparecen los caballos por la zona de la autovía o que se meten en campos privados, pero esto no es de ahora sino que tiene muchos años la problemática”, explicó a El Periódico el propietario de un campo lindante a la ciudad de Frontera.

Los agropecuarios del sector dicen sentirse afectados también porque muchos de los equinos ingresan a sus terrenos para pastar y luego salen hacia la ruta. Por eso pretenden dejar constancia en un acta frente a escribano que no son propietarios de animales: “Nos vemos en la necesidad de dejarlo constatado en un acta porque si hay un accidente te caen a vos y no tenés nada que ver”, aclaró la fuente.

La misma situación ocurre en el sector aledaño al barrio Acapulco, de Josefina: “Se nos hace inviable trabajar y utilizar las propiedades en forma correcta”, manifestó otro productor agropecuario consultado por este medio.

El malestar es grande porque los damnificados sienten que no son escuchados ni por las municipalidades, en este caso de Frontera y Josefina, ni por la guardia rural santafesina “Los Pumas” que patrullan la zona.

“No se adopta ninguna medida preventiva y tampoco se sanciona como corresponde a los propietarios negligentes”, apuntó el productor.

Un viejo reclamo

Gretel Monserrat, referente de la Fundación Bio Animalis de San Francisco, también contó que este problema no es nuevo, sino que data de varios años. En el último tiempo se dedicaron a rescatar y darle asilo a caballos abandonados, una tarea destacable. No obstante, solo lo hacen en jurisdicción cordobesa y ya no santafesina por diversos motivos.

Así quedó un automóvil que protagonizó un choque días atrás con uno de los equinos sueltos en la autovía 19.
Así quedó un automóvil que protagonizó un choque días atrás con uno de los equinos sueltos en la autovía 19.

“Hace años venimos recibiendo reclamos, sobre todo desde la jurisdicción de Frontera. Caballos que andan en grandes tropillas; la gente indica que se sueltan en campos privados para ir a comer y luego se suelen ir hacia la autovía. Nosotros hicimos hace unos años un rescate, luego no pasamos más porque no nos da la economía para atender dos jurisdicciones, además de otras cuestiones”, explicó ante la consulta de El Periódico.

El rescate del que habla Monserrat fue en mayo de 2021. Una yegua había sido atropellada en esta zona conflictiva y estuvo dos días a la vista de muchos, pero nadie la ayudó: “Nos pidieron por favor que ayudemos porque hacía dos días que el animal estaba tirado sin asistencia. Hicimos el procedimiento, pero a los cinco días falleció por las lesiones sufridas. Son reclamos muy viejos, pasa que no se acciona”, declaró.

La abogada animalista además señaló que a la Bio Animalis se le hace muy complicado trabajar en dos jurisdicciones: “Primero es por capacidad económica que no tenemos, somos una ONG sin fines de lucro, no podemos hacernos cargo de dos jurisdicciones. El costo es alto cuando hablamos de caballos, para los que tenemos actualmente de nuestro lado estamos pisando el millón de pesos mensual. Nos sería imposible por más voluntad que tuviésemos de dar abordaje a otra jurisdicción”, precisó.

Cómo actúa San Francisco

En el caso de San Francisco, nuestra ciudad tiene una ordenanza que regula el procedimiento y destino de los animales equinos que son hallados en la vía pública.

En primera instancia se los traslada al predio de la Sociedad Rural donde son examinados para conocer su estado de salud. Los propietarios, luego, deben acercarse al Juzgado de Faltas donde se les informa cómo es la devolución.

La legislación prevé distintos tipos de multas para quienes no custodian a los animales o que en su caso los dejan en espacios públicos o privados sin estar debidamente cerrados.