Hace 23 años a Susana Villarreal (65) le dijeron que tenía un tumor, realizó el tratamiento, mejoró, pero el destino quiso que repitiera este ciclo varias veces. Poco tiempo atrás dijo basta y eligió no seguir el tratamiento y poner el foco de su vida en la familia y los estudios.

“En febrero fui a Córdoba y me dijeron que tenía un quiste en la rodilla, querían ponerme una prótesis, pero decidí no operarme más”, contó al inicio de la entrevista.

Sin embargo, el foco de su testimonio no está en la enfermedad sino en cumplir sueños y fijarse nuevas metas. Todo empezó porque al jubilarse como enfermera no sabía qué hacer y ella siempre había sido muy activa, en ese momento apareció la pandemia y no dudó en ofrecerse como voluntaria en el desaparecido COE para actuar ante una emergencia.

Claro está, no la conocían todos y creían que había superado por completo la enfermedad, pero en realidad ella también era una paciente de riesgo. Su pensamiento fue dejar que el destino decidiera.

El tiempo pasó y en el barrio “Las 800”, donde vive, encontró a vecinos que siempre necesitan la ayuda o consejo de una enfermera. “Yo no cobro por eso, lo hago nada más que para ayudar”, comentó.

Susana ya se prepara para los siguientes exámenes.
Susana ya se prepara para los siguientes exámenes.

Cambio

Después que suspender el tratamiento se fijó un nuevo objetivo y se le ocurrió buscar una capacitación que le permitiera dar clases, conferencias e incluso abordar la perspectiva legal en lo relacionado a la Enfermería.

“Ya trabajar como enfermera no quería porque era grande, tenía mis problemas de salud también. No me veo tejiendo escarpines, no tengo ya nietos chicos, son todos grandes y se me ocurrió estudiar y primero se lo comenté a mi esposo y él me dijo yo hago todo lo que tengo que hacer y vos te dedicás a estudiar y mis hijas dijeron que me iban a ayudar y apoyar”, recordó.

Así fue que emprendió una nueva aventura académica, igual que cuando era jovencita y viajaba a Rosario para estudiar Enfermería. Esa primera carrera le llevó mucho tiempo, no por falta de capacidad sino por el tiempo y recursos, pero al final obtuvo su título profesional.

En esta nueva etapa con el apoyo familiar se dedicó a buscar una propuesta educativa que se adaptara a sus deseos y así fue que se anotó en la Diplomatura en Medicina dictada por la Escuela Superior de Educación Médica (Esem) del Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires.

“Lo que yo quería que buscaba era algo vinculado a leyes para la parte de Enfermería, pero busqué y busqué y no encontré. Esta Diplomatura tiene un módulo que está enfocado en eso y solo pueden hacerla profesionales de Enfermería o médicos residentes”, se explayó.

El apoyo de su familia fue fundamental para iniciar esta aventura.
El apoyo de su familia fue fundamental para iniciar esta aventura.

En positivo

Sus estudios los inició hace unos seis meses y son 48 módulos, terminaría alrededor de la mitad del año entrante, empero por su dedicación ya tiene varias materias adelantadas. De hecho, al momento de la charla con El Periódico estaba inmersa en sus apuntes.

Las buenas calificaciones le permitieron acceder a una beca dado que es de los estudiantes con mayor desempeño siendo un 8.50 la nota más baja. Aunque lo más difícil fue familiarizarse con la tecnología, al inicio estudiaba todo a través del celular hasta que una de sus hijas le regaló la computadora.

“Ellos te dan todo el material en PDF y yo lo imprimo, después me conecto a las clases, pero como voy adelantada no puedo participar mucho porque algunas cosas yo ya las rendí. Y por el mismo medio se rinden los exámenes. No sé si voy a llegar a recibirme, pero Dios sabrá hasta dónde me quiere dejar y si me quiere dar la oportunidad de poder enseñar”, afirmó emocionada.

En el rostro de Susana no hay una pizca que indique que está enferma, solo hay luz de esperanza de concluir sus estudios y seguir escalando en capacitarse. Su deseo es convertirse en una oradora, brindar charlas en esta especialidad y su reflexión fue: “Mi interés es motivar a los más jóvenes. Si una persona grande como yo puede estudiar, ¿por qué no lo haría alguien más joven que tiene más tiempo?”.