AMAD alerta por la contaminación en cavas dentro de la ciudad

Dentro del radio urbano de la ciudad, a pocos metros del Aeroclub, dos grandes piletones acumulan agua estancada y, uno de ellos, es un auténtico basural a cielo abierto con todo tipo de residuos: desde materiales de construcción hasta electrodomésticos en desuso, pasando por juguetes rotos. En realidad se trata de dos cavas en terrenos privados y utilizadas para la extracción de tierras desde hace varios años y cuyo funcionamiento, si no se aplica el plan de remediación previsto por la ley, podría traer graves daños al medioambiente.

Esta situación fue alertada días atrás por la Asociación para el Medioambiente y su Dinámica (AMAD), que volvió a presentar un pedido de intervención a la Municipalidad de San Francisco. Este organismo ya había pedido un informe al municipio en 2015 y a la Secretaría de Ambiente de la provincia de Córdoba, que es una de las partes encargadas de autorizar su instalación y su funcionamiento. Consultados por El Periódico, funcionarios municipales reconocieron que no habían tenido intervención en el tema aunque aseguraron que tampoco habían recibido anteriormente reclamos ni denuncias al respecto.

La más grande de estas cavas tiene aproximadamente dos hectáreas y además de la gran cantidad de agua estancada se encuentra rodeada por una enorme cantidad de basura. La restante tiene aproximadamente la mitad del tamaño y data de hace algunos años atrás. Según propietarios de terrenos en la zona, son utilizadas por empresas de la construcción. 

Sin remediación

Luis Gaviglio, de AMAD, explicó que una vez que se crean las cavas para extraer tierras, quedan grandes superficies con mucha profundidad, y que muchas veces se comienzan a rellenar con cualquier tipo de residuos, lo que puede generar focos de contaminación. "El problema de esto es la remediación, como el caso de la cava de Luxardo. Tienen que estar sí o sí autorizadas porque cuando termina al proceso de extracción esas cavas necesitan remediación del sector, que puede ser reponer, forestar o generar algún tipo de espacio. La ley 7343 y sus decretos reglamenta la autorización, uso y remediación", detalló. 

Según lo informado a este medio por la Secretaría de Ambiente provincial, estas cavas no tienen presentados los estudios ambientales necesarios para su funcionamiento, que obligadamente deben pasar por este organismo. Aunque remarcaron que al estar dentro de la zona urbana, su autorización también es de competencia municipal.

Gaviglio añadió que ya en 2015 Amad puso en conocimiento a la Agencia Córdoba Ambiente de estos espacios y también a la Municipalidad de San Francisco. "En su momento presentamos un escrito a la Municipalidad, pero la respuesta no fue adecuada. El último trámite que hicimos fue ante la Policía Ambiental de la Provincia, y se comprometieron a constatarlas. No tenían autorización y los vecinos denunciaban que se llevaba cualquier tipo de residuos", aseguró.

Consultado por este medio, Fernando Giacomino, secretario de Salud y Medio Ambiente, aseguró que no habían recibido denuncias al respecto pero que igualmente se inspeccionará el lugar.

Consecuencias

Según Gaviglio, sin una etapa de remediación por esta actividad los daños al medioambiente pueden ser varios. "Primero, que todas las aguas por lluvia pueden ir a parar a esa cava. Segundo, que modifica los suelos de alrededor. Tercero, si no están debidamente cercadas, son una zona de riesgo. Cuarto, se transforma en un potencial basurero. Puede tener desmoronamientos permanentemente y es un peligro para las personas. También puede afectar las napas, modifica todas las variables geológicas", resumió.

"¿Quién va a querer comprar un terreno al lado de una cava de más de una hectárea? Si no se remedia genera un gran problema en los terrenos de alrededor, modifican la humedad, acumulan agua. Genera un montón de complicaciones que complican la vida a los terrenos de alrededor", agregó Gaviglio.