“Es muy emocionante, porque fue una muerte repentina y esto nos hace sentir como familia que su fallecimiento no fue en vano”, expresó Verónica Busso, hermana de Laureano “Tato” Busso, popular remisero de San Francisco que falleció en enero de este año tras sufrir un accidente cerebrovascular. Sus restos fueron donados mediante un procedimiento de ablación llevado a cabo por profesionales del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

Días atrás, una inesperada carta trajo un poco de alivio entre tanto dolor para la familia Busso, ya que les informaba que al menos tres personas mejoraron su calidad de vida tras el enorme gesto que Laureano tuvo de expresar su voluntad de ser donante de órganos. El emotivo comunicado pertenecía al Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (Ecodaic) y precisaba que gracias a la generosidad de “Tato” dos hombres de 36 años y 45 años recuperaron su visión, a través del trasplante de córneas; mientras que otro de 44 años recibió un riñón y por eso ya no necesita diálisis.

“Expresamos el sincero reconocimiento hacia Laureano Gabriel por el acto desinteresado y humanitario de la donación, y a ustedes que como familia supieron reconocer y respetar su voluntad”, indica parte de la carta que esta semana puso en conocimiento a la familia del éxito de la ablación realizada.

Laureano junto a Verónica.
Laureano junto a Verónica.

Del dolor a la emoción

El 22 de marzo se van a cumplir dos meses desde que falleció Laureano. El vecino había sido encontrado desvanecido en su casa, tras sufrir un accidente cerebrovascular. Su situación, lamentablemente, fue irreversible, por lo que decidieron mantenerlo conectado con mecanismos artificiales para poder avanzar con un sofisticado procedimiento de ablación. 

En este contexto, Verónica sostuvo: “Él había manifestado su voluntad de donación. Una pérdida tan repentina porque fue de un día para el otro, era una persona que aparentaba no tener ningún problema de salud y de pronto que le pasara esto. Con la donación, mi papá y mi hermano pensamos lo mismo, al menos no fue en vano, tenía una razón de ser”.

“Yo estaba en España cuando se dio la situación y con mi otro hermano estábamos viendo de respetar su voluntad de ser donante. Obviamente también queríamos esperar la voluntad de sus hijos, pero todos estuvimos de acuerdo”, recordó la mujer.

La familia tomó por sorpresa la carta recibida del Ecodaic, debido a que no esperaban que le llegara el aviso sobre el buen destino de sus restos. “Fue sorpresivo, no lo esperábamos, pero nos emocionó a todos”, dijo.

Un loco lindo

Sin dudas “Tato” Busso fue todo un personaje de la ciudad. De esos que le gustaba compartir con amigos, la familia y que muchísima gente conocía. Pero además era una persona solidaria y así lo recuerdan sus allegados.

"Tato" Busso también le gustaba jugar de arquero y dejó su recuerdo entre sus amigos de fútbol.
"Tato" Busso también le gustaba jugar de arquero y dejó su recuerdo entre sus amigos de fútbol.

“Lo recordamos como un loco lindo. Como todos nosotros, tenía sus defectos también. Conocía a todo el mundo”, manifestó su hermana.

“Yo todavía hoy veo un móvil de remís blanco pasar y creo que puede ser él, pero rápidamente caigo. O cuando tengo que llamar por algún motivo un remís y me moviliza mucho. Todavía tengo mucha incredibilidad”, manifestó Verónica.

También destacó que era alguien muy solidario a quien le encantaba hacer polladas a beneficio. “Siempre que alguien estaba pasando alguna situación complicada, se ofrecía para la parrilla, gestionaba todo”, contó.

“Incluso con cualquiera de nosotros, podía no tener pero se encargaba de ayudarte de alguna manera o conseguirlo. Era un papá muy presente, con todos sus defectos, pero siempre muy presente compartiendo todo el tiempo con ellos. Un tipo que le gustaba la joda”, finalizó la mujer.

[Video] El gesto de “Tato” Busso que cambió la vida a tres personas: “Su fallecimiento no fue en vano”

¿Cómo funciona la donación de órganos en San Francisco?

El trasplante de órganos es un procedimiento médico en el que se reemplaza un órgano o tejido enfermo, sin posibilidad de recuperación, por otro sano, proporcionando la posibilidad de salvar o mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran en lista de espera. Gracias a la donación, son posibles las segundas oportunidades para otras personas.

En Argentina desde el año 2018 toda persona mayor a 18 años es donante por ley, salvo que manifieste lo contrario. La ley respeta la manifestación expresa (positiva o negativa) hacia la donación realizada en vida por las personas, liberando así a los familiares de tomar la decisión.

Al respecto, la médica especialista en terapia intensiva y coordinadora hospitalaria del Ecodaic, Verónica Giner, indicó que en el caso de Laureano, la decisión la tomó en vida el paciente, por ende se cumplió su voluntad. “Hay una ley, así que se habla con el fiscal de turno y se debe continuar con el procedimiento”, señaló.

También remarcó que por eso es importante que hablemos con nuestros familiares y amigos sobre nuestra opinión sobre la donación y, sobre todo, dejarlo asentado. Tanto la voluntad a favor o en contra.

Ante la consulta sobre cómo se procede ante una posible donación de órganos, la profesional, explicó: “Existe un sistema de registro informático a nivel nacional, Sintra. Luego damos aviso al Ecodaic, nos mantenemos en contacto con ellos, pero el proceso de mantenimiento del donante lo realizamos en el Hospital Iturraspe hasta que se determina qué órganos pueden ablacionarse”.

Posteriormente vienen los equipos quirúrgicos designados por el Incucai para realizar la ablación.

También explicó que para las personas que quieran expresar su negativa a ser donantes de órganos, pueden hacerlo en forma digital en la página de Mi Argentina o personalmente al tramitar el DNI; también en la sede del Incucai o los respectivos organismos jurisdiccionales de todo el país (en Córdoba: Ecodaic).