Este domingo 5 de septiembre se celebra el Día Mundial de los Scouts, un movimiento educativo que promueve, desde hace más de 100 años y a través de los valores, el desarrollo de niños y jóvenes.

En San Francisco funciona, entre otros, el Grupo Scout San José Obrero, que se reúne cada sábado para pregonar el respeto por la naturaleza, la responsabilidad, la igualdad, el compañerismo, la consideración al prójimo, la tolerancia, la superación de las adversidades y el amor por la vida, entre otros valores.

Cristian Posetti, jefe del grupo, dialogó con El Periódico y contó cómo es el trabajo que realizan. "El grupo está conformado por 65 beneficiarios, que son los chicos, y unos 27 dirigentes, que es el grupo de adultos que trabajan con los chicos. Trabajamos los sábados de 15 a 18. Estamos divididos en cuatro ramas, en cuatro pequeños grupos, que se dividen por edades. Manada, de 7 a 11 años; Scout, de 11 a 14 años; Caminantes, de 14 a 17; y Rovers hasta los 21 años. A partir de ahí los Scouts pasan a ser dirigentes o lo que ellos quieran ser", detalló.

"La meta del scout es colaborar, servir"

Respecto a la labor en los últimos meses, teniendo en cuenta la irrupción de la pandemia, expresó que algunas de las actividades debieron mudarse a la virtualidad: "Estuvimos trabajando desde el año pasado y a principios de este año de forma virtual, pero nunca dejamos de trabajar con los chicos. Y a medida que nos fueron autorizando desde la Municipalidad, empezamos a hacer actividades presenciales en el patio del grupo cumpliendo los protocolos, trabajando en burbujas".

En cuanto a las actividades que llevan a cabo, Possetti contó: "Manada, que es el grupo más chiquito que tenemos nosotros, hace actividades como juegos, trabaja mucho en el patio, pero también con manualidades. Desde Scout hasta y Rovers, trabajamos mucho con la naturaleza, prácticamente todo en la naturaleza. La teoría scout es aprender haciendo. Por ejemplo, no enseñamos a prender el fuego, les mostramos cómo se hace y ellos lo prenden. Vamos de campamento, tenemos programados campamentos por ramas, y los organizan los dirigentes".

Possetti tiene en claro que, si bien está al frente del grupo, todos son importantes en el equipo. "Asumí a principios de 2020, pero es un puesto nomás, el jefe de grupo es uno más de los dirigentes, solamente una figura", reconoció.

Una familia de scouts

El hombre está rodeado de una familia de scout: el es el jefe de grupo y trabaja en algunas ramas también. Su esposa, Lorena Funes, es jefa de Manada. Y tiene tres hijos, dos en la rama Caminantes y una en Rovers.

"Estamos los cinco. Nosotros con mi señora estábamos trabajando en los scouts de Fátima porque teníamos los chicos que estaban en Fátima. Nosotros siempre pertenecimos a la parroquia San José Obrero, colaboramos con la catequesis y demás, mi señora hoy es coordinadora de catequesis en la iglesia. Ella había sido scout en la San José Obrero y por de varios chicos que querían volver a abrirlo lo volvieron a abrir. Y vinimos a trabajar acá", contó.

Vocación de servicio

Antes de ser dirigente del grupo, Possetti fue scout de chico y luego bombero por 17 años: "Siempre con ganas de hacer algo, de ayudar, solo que por problemas personales no pude continuar en Bomberos, entonces estoy trabajando un poco en Fátima, se formó este grupo en San José Obrero de nuevo y el grupo fue creciendo hasta hoy, gracias a Dios".

"La meta del scout es colaborar, servir"

Si bien son cosas distintas, Possetti aseguró que ambas actividades comparten el servicio. "Primero fui scout de chico, eso te marca un poco, creo que lo que nos iguala, lo que nos pone parejos es el servicio, si bien no se comparan mucho en las formas. Bomberos es algo sin palabras, una institución grandísima y tiene otras metas. Y la meta del scout es colaborar, servir, pero creo que son dos servicios distintos, Nosotros educamos en valores a los chicos", dijo.

Sobre el final, se refirió a los aspectos más lindos de la tarea scout, como la unión entre los integrantes. "El cariño que te brindan los chicos es increíble. Luego de dos o tres semanas o un mes, los chicos te agarran aprecio, eso es lo que te reconforta. Somos como una familia", destacó.

Y concluyó: "Y algo que vi después de la pandemia con varios dirigentes nuevos, es que vienen a trabajar como familia, buscando hacer algo como familia y buscan esta opción".

Festejos

Debido a los protocolos derivados de la pandemia por coronavirus, este año los festejos fueron medidos. Luego de la realización, algunos años, de fogones familiares, este año el grupo celebró su día con actividades limitadas en cantidad de participantes.