El decano de la Facultad Regional de la UTN San Francisco, Alberto Toloza, se refirió a la importancia de la investigación en el país y en el mundo, y defendió la educación pública en una entrevista con El Periódico.

Toloza se expresó públicamente luego de que el candidato a presidente por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, indicara su intención de privatizar el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y cerrar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. También vertió declaraciones con una serie de ataques al sistema educativo del país, y a la universidad pública en particular.

- ¿Cómo caen dentro del sector universitario las declaraciones de Javier Milei respecto a la educación pública, a esto último del Conicet?

- Con lo importante que es la investigación para el país. Para aquellos que tenemos algunos años en el ámbito de la educación universitaria y que hemos transitado nuestros primeros pasos por la universidad desde principios de los noventa sabemos que el sistema tiene algunos ataques y que en general tiene que ver con la cuestión de lo público. Alguna vez fue contra el sistema jubilatorio.

- A inicios del 2000 la idea del ministro de Economía Ricardo López Murphy de querer arancelar las universidades…

- Exacto. Estas propuestas por fuera del sistema siempre afectaron. Hoy vemos un poco en avanzada esto y creo que más allá de que haya sido directo hacia el Conicet, la idea de los vouchers… creo que por ahí tiene un valor desmedido el atacar de esa manera. Con respecto a la investigación y en concreto hacia lo que es el Conicet, en todos los países es muy importante que el sistema público apoye la investigación porque demanda de altísimos recursos. Para poder aportar a la innovación y a la transformación realmente se necesitan de muchísimos recursos y uno de los mayores es el tiempo.

- Algo que en lo privado no hay.

- Generalmente el sistema privado por sí mismo tiene los reparos de conseguir los resultados de manera más rápida y eso hace que no sea tan productiva si se quiere hacer investigación de base. Elegir la figura del Conicet como símbolo para atacar a uno de los pilares fundamentales de la educación superior, entendiéndose que la universidad no solamente debe transmitir conocimientos sino que debe generarlos, implica una calibración desmedida porque los resultados de los investigadores no son medibles según la métrica del sector privado.

- Suena fuerte el “no se hizo nada” desde la investigación en el país. ¿Habla de desconocimiento de quien dice algo semejante?

- Cuando hablamos del sistema académico, de la formación de profesionales, al momento de hacer una medición y lograr resultados estamos planteando prácticamente más de una década. Solo en el aspecto académico. Si San Francisco en algún momento decidiera dar medicina, bueno, el día que decide para poder empezar a ver algunos resultados tiene que esperar la ciudad más de diez años. Esto desde el mundo académico. Ahora, desde el aspecto científico, esos tiempos se multiplican. Por eso se debe hacer una calibración, una medición en cuanto a la ciencia en su génesis. Querer hacerla a corto plazo es realmente no tener los parámetros que se requieren. Los países que se sostienen en el tiempo y que no decaen en los aportes tienen también el apoyo de los privados, algo que nunca se dejó fuera en nuestro esquema. Hay casos como el Invap, el Instituto Balseiro. Entender lo que se hace actualmente como un sistema obsoleto y que no tiene resultados, la verdad que es una expresión de una mirada descalibrada.

- En el inicio hizo una línea histórica pasando por la década del noventa donde hubo un éxodo de científicos. Profesionales que son orgullo internacional.

- Paradójicamente una destacada meteoróloga argentina (Celeste Saulo) fue elegida como jefa de la agencia meteorológica de Naciones Unidas, siendo la primera mujer en ocupar el puesto. El sistema científico pudo y puede, si se sostienen las políticas a largo plazo, brindar aportes a la humanidad.

- ¿Más allá del Conicet que se usa como figura, se trata de un ataque directo a la educación pública?

- Muchos universitarios han apoyado estas ideas, no lo podemos desconocer. Entonces tenemos la obligación de mirar hacia adentro de lo que es el sistema universitario. Tal vez no se alcanza a transmitir o no se llega a exponer la grandeza de la posibilidad que brinda la educación pública a los trabajadores no docentes, docentes, profesionales que aportan desde su profesión y la experiencia en la transmisión del conocimiento y a aquellos jóvenes estudiantes que tienen la posibilidad de ingresar a una educación de nivel superior. Esto nos interpela también como instituciones, en revisar la duración de las carreras, la accesibilidad, a quienes no estamos llegando como universidad pública. Sabemos que hay muchos que quedan fuera del sistema no solamente de la universidad sino del sistema medio, la primaria que ha tenido algún colapso. Tal vez debamos interpelarnos como institución o como medio del Estado para llegar a esa gente que hoy de alguna manera le da lo mismo decir que se cierre o que no se cierre el Conicet o se termine con la educación pública. ¿Cuántos podrían estar dentro de un sistema arancelado? Esto nos pone en modo alerta y daremos los pasos necesarios para abrir conciencia, hacerle conocer a la comunidad argentina algo que si es reconocido a nivel internacional, lo que es una paradoja.