“El Estado debería seguir controlando a los abusadores más allá del cumplimiento de la condena”
El fundador de Adultos por los Derechos de la Infancia, Sebastián Cuattromo, calificó como aberrante que se le haya otorgado prisión domiciliaria a Carlos Fuentes. “Las victimas se ven subestimadas por el propio Estado luego del grave delito que padecieron”, sostuvo en El Periódico Radio 97.1.
La semana pasada se dieron varias resoluciones en el plano judicial de San Francisco por casos de abusos sexual a menores de edad. Por un lado la medida que otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria al ex secretario de Cultura Municipal, Carlos Esteban Fuentes, condenado a siete años de cárcel por abusar de una de sus hijas y a otra adolescente. También se realizó el juicio a un joven que asaltó, raptó y abusó sexualmente a una adolescente de 15 años en un descampado del sector norte de la ciudad, en el cual fue considerado responsable del hecho y condenado a un año de tratamiento tutelar porque al momento del hecho era menor de edad.
En este marco, dialogamos con Sebastián Cuattromo, fundador junto a Silvia Piceda de la Asociación Civil Adultos por Derechos de la Infancia, una organización de Buenos Aires que lucha para ayudar a víctimas de abuso sexuales en todo el país.
“Estas familias llevaron adelante una hermosa lucha para pedir Justicia y además servir a los demás. Esto significa una gran nota de injusticia cuando un abusador se le otorga el beneficio de una prisión domiciliaria a la hora de cumplir su condena”, sostuvo a El Periódico Radio 97.1 (Lunes a viernes de 17 a 19).
Además agregó que como sobreviviente de este delito entiende que por parte del Estado hay un gravísimo descuido. “Porque esto le va a dar la posibilidad a un abusador de estar en contacto con niños o niñas vulnerables”, consideró.
“Nos parece aberrante e inaceptable que las condenas como en este caso de Fuentes se cumpla en una prisión domiciliaria. También es una grave afrenta para las víctimas que ven que la gravedad del delito que padecen termina siendo subestimada por el propio Estado ”, enfatizó Cuattromo.
En este sentido planteó que el Estado tiene que encargarse de seguir controlando a los abusadores una vez que cumplen su condena. "Los controles sobre quienes han sido juzgados y condenados tienen que seguir mucho más allá del cumplimiento de sus condenas", dijo.
Una historia de lucha desde el dolor
Sebastián Cuattromo afronta el compromiso de luchar por los derechos de la infancia, entre otras cosas porque fue víctima de abuso sexual cuando era un niño: “Lo sufrí cuando tenía 13 años en un colegio Marianista de la Ciudad de Buenos Aires. Mi abusador fue un hermano marianista, religioso y docente de este colegio ”, explicó agregando que esta persona también había abusado de otros niños en aquella escuela.
“Al sufrir abuso sexual a los 13 años empecé un camino de mucho dolor y sufrimiento durante mi primera juventud. Durante 10 años no pude poner en palabra lo que me estaba pasando y no pude pedir ayuda a ninguno de los adultos que me rodeaba en aquel momento”, recordó.
Cuattromo recién a los 23 años pudo empezar a compartir lo que le había sucedido y sintió una necesidad muy fuerte de buscar reparación y justicia. “Así fue como presenté una denuncia en la Ciudad de Buenos Aires, que originó una causa penal que luego tuvo que luchar durante 12 años. Hasta que finalmente después de más de 20 años de los hechos de abusos pude lograr que mi abusador sea condenado por la Justicia a 12 años de cárcel por el delito de corrupción de menores”, sostuvo el hombre.
Desde allí el fundador de Derechos por la Infancia tiene como anhelo que todo el camino de dolor y lucha no quedara para él, sino poder compartirlo a la sociedad ayudar a las demás víctimas.