En la fría noche del miércoles, los hinchas de San Isidro se reunieron en el "Severo Robledo" para ver juntos el quinto juego de la final. La jornada fue organizada por la sub comisión de básquet juvenil y por el básquet femenino de la institución.

Si bien el resultado no fue el esperado, el aguante se hizo sentir. Hubo previa y presentación, tal cual se hace en los partidos de local además de los cánticos y el aliento característico del club de calle Corrientes.

A la distancia, y pese a la derrota, San Isidro tuvo aguante en su casa. El final del partido fue con un aplauso cerrado de todos los presentes.