Dolor e impotencia. Es la sensación que atraviesa Pablo Albarracín, el árbitro de San Francisco que fue brutalmente agredido este sábado, por la tarde, según denunció, por jugadores de La Florida al término de la tanda de penales que le daba el pase a la final a El Faisán de Devoto y dejaba en el camino al equipo local.

La secuencia es conocida. Equipo que pierde, algunos jugadores y la hinchada reacciona, reclama por supuestos malos fallos arbitrales y en algunos casos como estos termina de la peor manera. Parece que nada cambia, pese a sanciones, parates y advertencias.

La realidad es que ayer le tocó a Pablo, quien además de haber sido el árbitro de esta semifinal disputada en cancha del Club Sportivo Belgrano, es el presidente de la Asociación de Árbitros de San Francisco.

“Estoy mal desanimado ,con mucha impotencia por esto que no era necesario", dijo a El Periódico el árbitro que sufrió fractura de tabique nasal por los golpes recibidos.

“Recuerdo que me estaban agrediendo con golpes de puño en el medio de la cancha", comentó y describió que tiene a todos los jugadores identificados que lo golpearon brutalmente hasta quebrarle la nariz. 

Al mismo tiempo, indicó que estas situaciones dan mucha impotencia y consideró que las leyes están muy mal.  “Se está notando que San Francisco está cada vez peor con los hechos violentos”, dijo.

“Creo que la Liga Amateur debe pararse inmediatamente y no jugarse más antes que tengamos algún muerto por llorar”, lamentó Albarracin.

Por último indicó que es la primera ves en 20 años de carrera que le ocurre que lo agredan: “Siempre me sentí valorado”.