Alguna vez, Paulo Andrés Villarreal (47) fue un niño que jugaba en los potreros del barrio La Milka. También en su club. Quizá nunca imaginó que muchos años después estaría a unas pocas cuadras de allí, en el predio de la Asociación Bancaria, enseñando eso que le apasiona: defender los tres palos de un arco de fútbol.

Esa es la felicidad de "Popó", así lo llaman, ex jugador que pasó por varios clubes de la Liga Regional de San Francisco y de la región, que en la actualidad también se desempeña como entrenador de arqueros en divisiones inferiores de Sportivo Belgrano y en distintas categorías del club Barrio Jardín, en el baby.

Arrancó este emprendimiento allá por 2021, cuando apenas se empezaban a abrir las actividades en medio de la pandemia del Covid-19. Comenzó en los amplios espacios verdes del Jardín Botánico hasta que comenzaron las jornadas de vacunaciones en el Superdomo, por ello tuvo que mudarse a la plaza Vélez Sarsfield.

"Empecé con seis chicos y se fueron sumando pasando a ocho, 12, luego 20, y bueno, ya necesitaba un espacio más acorde, con una canchita y arcos. Por intermedio de nuestro intendente -Damián Bernarte- y gracias a la predisposición de la gente de La Bancaria, hoy estamos aquí", le dijo “Popó” a El Periódico, sobre su actual lugar de entrenamiento.

"Popó" y su escuelita cumplieron dos años.
"Popó" y su escuelita cumplieron dos años.

Niños y adultos

La escuela se dedica exclusivamente a la formación integral de arqueros de fútbol, abarcando un rango de edades muy amplio: desde cinco años hasta adultos de más de 50. Con tres días de práctica semanales y tres turnos disponibles, la escuelita logró atraer a una diversidad de alumnos, algunos motivados por el desempeño del arquero argentino "Dibu" Martínez durante el Mundial 2022.

“Trabajamos mucho la parte coordinativa en los chicos, en cómo tirarse para que no se golpeen, en el retroceso y la ubicación, despejar con los puños, hacer un saque de manos, armar una barrera, cómo controlar un balón con los pies y que sepan también jugar. En resumen, todo lo básico que si por ahí no lo aprenden de chicos, cuando sean grandes todo es más difícil”, explicó Villarreal.

Y agregó: “También se trabaja mucho la parte psicológica, porque el arquero es un jugador muy expuesto y tiene que estar preparado para afrontar los momentos difíciles”.

“Popó” tiene una opinión fundada sobre el puesto que le tocó ocupar y sobre el que hoy enseña: “Los arqueros corremos poco, pero tenemos que entrenar mucho más que un jugador de campo”, señaló.

El ex arquero que armó su propia escuelita para mejorar el puesto

Segundo aniversario y crecimiento sostenido

La escuelita de arqueros de Villarreal se consolida como un espacio de crecimiento y formación. Hoy concurren unos 50 alumnos.

“Cuando empecé no creía que en estos dos años iba a tener tantos chicos, soy una persona muy apasionada por el deporte y más que nada por el puesto de arquero y esto es como todo aspecto de la vida, te tenés que especializar. Todo el tiempo el entrenamiento va cambiando y de eso se trata, ir corrigiendo y que el chico avance”, contó.

- ¿Qué características tratás de inculcarle a los chicos?

- Mejorar técnicamente, más allá de que lleguen o no a algún club importante. Por otro lado, tratamos que los chicos la pasen bien, que se lleven algo todos los días porque a mí me gusta enseñar, me gusta que ellos aprendan y aparte siempre les decimos que tomen esto como una diversión. Después todo el mundo quiere ganar pero que no sea una obsesión.

Pablo y sus ganas de seguir creciendo.
Pablo y sus ganas de seguir creciendo.

“Aprendí a volar”

Pablo Rivas (10) ataja en su categoría del club Tarzanito y comenzó hace más de un año en la escuela. Según le contó a El Periódico, comenzó para mejorar su rendimiento en los partidos por los puntos. “A mí me sirvió mucho todo lo que aprendí, no me sabía tirar muy bien y a veces caía mal, pero aprendí a tirarme mejor y a volar hacia los palos, todo me sirve para ayudar a mis compañeros”, destacó.

El fenómeno del “Dibu” Martínez

El fenómeno del arquero de la selección argentina, Emiliano “Dibu” Martínez, que se convirtió en una de las figuras por la obtención de la Copa del Mundo en Qatar 2022, también contribuyó a la popularidad de la escuela.

“Después del Mundial llegaron muchos chicos que no jugaban al Baby Fútbol o que no hacían deportes y que querían ser arqueros porque lo vieron al Dibu”, destacó Villarreal.

“Fue un fenómeno que se les pegó a los chicos -continuó-, por ejemplo, cuando practicamos penales repetían la frase ‘Mirá que te como’ y los que atajaban lo festejaban como él. En realidad, es una diversión también para ellos”.

En este sentido, algunos de los chicos que empezaron para “ser como el Dibu” tuvieron la oportunidad de comenzar a atajar en clubes del Baby: “Nos pasó con cinco chicos que los vieron unos papás y ya están jugando, para nosotros eso es una satisfacción”, dijo con una sonrisa.

Sobre el entrenador

Es más conocido por "Popó" que por Paulo y se trata de un apodo que lo ha acompañado toda su vida y que surgió gracias a su hermana Mónica, quien, siendo aún pequeña, encontró en ese diminutivo la forma más cómoda de llamarlo.

Comenzó su carrera deportiva en el club Tarzanito del Baby Fútbol y comenzó a desandar los caminos de la Liga Regional con su querido club La Milka.

Luego tuvo recordados pasos en Sportivo Belgrano, Antártida Argentina y diversos equipos de la zona.

Cuando se inició, todavía casi que los entrenadores de arqueros no existían, por eso tomó como guía a experimentados arqueros del fútbol local como Jorge Antolini, Jorge Carignano y "Choco" Almada.

“Mi viejo siempre me decía: ‘Salvando las distancias, tenés que atajar como el Pato Fillol y jugar con los pies como el Loco Gatti’. Por eso me enfoqué mucho en perfeccionar mi técnica y, especialmente, en jugar mucho con los pies”, refirió sobre su juego.

A sus 35 años, decidió dar un paso al costado debido al agotamiento y a los exigentes entrenamientos. Trabaja para una fábrica que realiza instalaciones eléctricas para tractores y sus tardes las dedica a su escuelita y a los clubes.

Para los interesados, las prácticas se desarrollan en La Bancaria -Av. del Libertador Sur 1405-, los días lunes, miércoles y jueves, de 18 a 21. Contacto: 3564 38-7029.