Cocinera de San Francisco y su experiencia en París con el "rey pastelero"
Vanesa Valero, recién llegada de Francia, contó su aventura culinaria con el destacado chef Osvaldo Gross. Desde un pequeño emprendimiento de tortas materas a capacitarse en una escuela de elite. "Sueño con tener mi propio local en San Francisco", expresó.
Vanesa Valero (30) es una joven cocinera de San Francisco que hace pocos años comenzó con un pequeño emprendimiento gastronómico ofreciendo tortas a sus contactos y en las redes sociales. En poco tiempo se transformó en una profesional que consiguió vivir una gran aventura al capacitarse en París, Francia, con uno de los mejores chef.
El fin de semana pasado regresó de lo que para ella fue una enorme experiencia al participar de la capacitación en pastelería avanzada en la escuela “Bellouet Conseil” con el director pastelero del Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), Osvaldo Gross.
"Fue una experiencia inigualable, estar frente al mejor pastelero de Argentina, exprimirlo al máximo, estar cocinando a su lado, preguntarle cosas, que nos ayude y nos aconseje", manifestó Vanesa a El Periódico.
-¿Cómo surge la posibilidad?
Al ser estudiante del IAG tuvimos la posibilidad de realizar esta capacitación y tour gastronómico con Osvaldo. Tenían un cupo de 12 estudiantes, buscando una atención más personalizada, y gracias a Dios fui una de esas que pudo viajar.
-¿Qué tal estuvo esa experiencia?
Fue una experiencia inigualable, estar frente al mejor pastelero de Argentina, exprimirlo al máximo, estar cocinando a su lado, preguntarle cosas, que nos ayude y nos aconseje. Cocinábamos desde las 8am hasta las 17pm, solo frenábamos a almorzar. Era realmente como trabajar en una pastelería francesa, estábamos las doce trabajando y aprendiendo de un gran maestro Francés Jean Michel Perruchon.
-Un lindo aprendizaje...
Todo fue elaborado por nosotras y guiadas por él, fue una experiencia hermosa y a la vez agotadora, ya que todo el tiempo estabas activa y trabajando con técnicas muy avanzadas. Por ello, otro de los requisitos era estar cursando o haber finalizado la materia “pastelería avanzada” del IAG.
-¿Qué capacitación tuvieron?
El curso que realizamos fue específicamente de “Petits Gateaux” que significa pequeño pastel, son típicos de la pastelería francesa, muy perfectos, con diferentes tipos de formas, rellenos, glaseados y decoración. Además de la capacitación, tuvimos días de turismo gastronómico, recorriendo varios tipos de pastelerías como aquellas que hacen el mejor croissant o el mejor macaron. Si bien todas las parterías hacen lo mismo prácticamente, siempre hay una que se destaca por elaborar el mejor croissant, la mejor madeleine o la mejor torta Ópera por ejemplo; así con cada una de los lugares que visitamos.
-¿Cómo nace tu pasión por la gastronomía?
Es un poco raro pero yo no sabía nada de pastelería, los conocimientos que tengo no vienen de una abuela o mamá. Todo empezó ya que mi suegra hacia tortas materas los fin de semana para la familia, ahí fue cuando probé hacerlas y me salieron. Desde allí le “usurpé” la cocina a mi mamá, empecé vendiendo la torta de limón que hasta hoy en día me la siguen pidiendo; vendía los fines de semana y tenía otro trabajo no relacionado a la pastelería. Luego me mudé con mi pareja y comencé a incursionar en otro tipo de postres, miraba videos y de ahí aprendí muchísimo, todo fue prueba y error, hacía todo lo básico de pastelería.
-Fuiste creciendo en este rubro.
Sí. Cuando llegó la pandemia nos obligó a todos a quedarnos en casa entonces tenía tiempo suficiente para practicar y elaborar. Ese momento fue cuando todo empezó a crecer, las ventas principalmente ya que se enviaban muchos presentes por el encierro. Pero lo que más destaco es mi crecimiento en cuanto a conocimientos y aprendizajes. Finalmente me inscribí en el Instituto Argentino de Gastronomía para capacitarme como Pastelera Profesional, carrera que voy a finalizar en febrero de 2023.
-¿Actualmente qué servicio brindás en San Francisco?
Principalmente estoy muy dedicada a la decoración de tortas, pero también elaboro distintos tipos de productos de pastelería a pedido.
-¿Ahora cómo sigue tu vida y con qué soñás?
Mi vida continúa en la cocina, porque realmente me apasiona lo que hago, busco constantemente capacitarme ya que siempre algo nuevo se aprende. Con respecto a mis sueños todavía tengo muchos, como conocer más lugares donde aprender pastelería. Pero lo próximo será trabajar duro para algún día tener un local de “Dulce Calu” en la cuidad.