El derrumbe del mercado automotor, por la devaluación acelerada del peso, tendría este mes el peor octubre de los últimos 15 años, con un desplome en las ventas que superaría el 40 por ciento en comparación al mismo mes del año anterior, con el agravante de que ya se trataba de un mes malo. 

A las concesionarias se les dificulta en gran forma atraer clientes, a pesar de los fuertes descuentos y opciones de financiación. 
 
Según señaló el diario Ámbito Financiero, los patentamientos están cayendo en el mes en alrededor del 43%, un panorama muy oscuro teniendo en cuenta que la comparación se realiza ya con un mes malo del año pasado. Con este escenario, en el sector estiman que el mercado mensual cerrará en aproximadamente 28.000 unidades, un volumen muy bajo.

Desde el medio especializado en temas económicas se precisó que hay que remontarse a octubre de 2004 para encontrar un nivel de patentamientos tan bajo. "En el décimo mes de aquel año, se registraron apenas 24.617 unidades y se saltó a 30.395 12 meses después. En aquella época se estaba saliendo recién del estallido social que produjo la salida de la convertibilidad a fines de 2001", reseñó el medio.

Contraste

La crisis actual también se puede contrastar con datos de apenas dos años atrás. En octubre de 2017, el volumen de registros había llegado a 78.571 vehículos, más del doble que el actual. El récord para el mes lo mantiene 2013 con 88.774 unidades.

El informe de Ámbito destaca que con la actual demanda, se estima que el año terminará con un volumen de ventas de 430.000 unidades como máximo. Esta semana se quebrará la barrera de las 400.000 y para diciembre se espera que sólo se registren 15.000 unidades. 

"Si se tiene en cuenta que hay 12 terminales radicadas y cerca de unas 30 marcas de vehículos importados, el promedio daría menos de 400 unidades cada una. Obviamente, el mercado no se reparte de manera proporcional, pero está claro que algunas marcas tendrán que hacer malabares para poder afrontar los costos fijos", añadió.

Para colmo, el horizonte no es más favorable. "Para 2020 prevén -más allá del resultado de las elecciones- un mercado igual o peor que el actual. Ninguna proyección estima una mejora, debido a que un primer semestre muy malo condicionará el resto del año", concluyó.