El 29 de agosto Fernando Ramírez (22) regresaba desde un velorio a su casa para buscar unas cosas. A pocas cuadras de su vivienda sufrió un grave accidente que le alteró su activa vida como trabajador y deportista. Estuvo al borde de la muerte y necesitó de un halo cervical con chaleco y llave para que los profesionales médicos del Hospital Iturraspe lo pudieran operar para sacarlo adelante.

Un mes y algunos días después, Fernando muestra una notable mejoría, y por sobre todas las cosas no pierde las esperanzas por volver a su activa vida y por practicar nuevos deportes, ya que los traumatólogos le prohibieron que continúe haciendo kick boxing.

Si bien aún debe permanecer con su halo cervical al menos durante un mes más, esta semana le retiraron el yeso de su mano derecha, la que ya comenzó a movilizar lentamente. Aunque le espera una larga rehabilitación, se mostró entusiasmado por lo que vendrá.

Buenas noticias

Tras el accidente Fernando había sufrido traumatismo de cráneo, tres vértebras quebradas-para lo que fue necesario el halo cervical-, fractura de cúbito y radio del brazo izquierdo y diversas fisuras de los metacarpianos de su mano derecha-por lo cual necesitó de yeso-.

Pese a este panorama negativo, los traumatólogos del Hospital Iturraspe le informaron que por su buena recuperación y, de seguir todo favorablemente, solo tendrá que permanecer con el halo cervical por 30 días más.

“Vengo evolucionando bien-contó Fernando a El Periódico-. Que me sacara el yeso fue un peso menos de encima. Ahora tengo que llenarme de paciencia y hacer las cosas bien para la rehabilitación. Me habían dado para tres meses con el halo cervical pero los doctores me dijeron que si marcha todo bien en 30 días me lo estarían sacando”.

Volver al ruedo

Fernando reconoció que todavía no se acostumbra al halo cervical. “No me quiero acostumbrar tampoco, es incómodo. Pero bueno es necesario, lo más grave ya pasó, solo queda seguir adelante y empezar la rehabilitación”, sostuvo.

El joven trabajaba con su abuelo realizando reparaciones de motores eléctricos y si bien todavía el movimiento de su mano derecha es reducido, seguramente en pocas semanas podrá regresar a sus actividades.

Lo que no podrá volver a hacer, por lo menos en primera instancia, es competir en kick boxing. “Me lo prohibieron, tenía ganas de volver a entrenar pero no puedo, igual ya encontraré otro deporte para practicar”, dijo confiado.

Por otro lado el joven y su familia aprovecharon la oportunidad para agradecer las innumerables muestras de cariño y aliento de muchísimas personas, tanto conocidas como desconocidas que desde el momento de su accidente rezaron por su salud y se pusieron a disposición.

 IMG_0533

El accidente

Fernando sufrió el grave accidente aproximadamente a las 14 del martes 29 de agosto, cuando circulaba por avenida Garibaldi y en la esquina con Cabrera ocurrió la colisión con una camioneta Chery Tiggo color blanca que manejaba una mujer por esta última calle.

A raíz del impacto fue derivado al Hospital Iturraspe donde la intervención de los profesionales, más el rápido accionar de la familia por conseguir el halo cervical, le salvaron la vida.