La Cobertura Universal de Salud (CUS), el plan del gobierno de Mauricio Macri en materia sanitaria que comenzará a implementarse en 2018, es para especialistas y gremios, una imposición del Banco Mundial que se traduce en un cambio de paradigma y un gran retroceso para el sanitarismo.

Según informó el portal de Infonews, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), formó junto a sus gremios y organizaciones sanitarias la multisectorial No al CUS.

“Hay que aclarar que todavía la CUS es una estrategia, la plata para el seguro no está”, afirmó Jorge Yabkowski, titular de la Fesprosa.

El dirigente remarcó que “un seguro sanitario implica tres condiciones: una población nominalizada, una canasta de prestaciones y una financiación por una cápita, pero, por el momento el CUS no tiene asignados fondos en el proyecto de Presupuesto 2018, según confirmó a Revista Cítrica,Fernando Corsiglia, titular de CICOP, el gremio médico bonaerense que forma parte de la Fesprosa.

Por el momento, esos 8 mil millones son los únicos seguros, lo que asigna unos 534 pesos anuales por paciente asegurado.

“La cobertura universal existe en la Argentina desde la época de Ramón Carrillo, esto que está haciendo el gobierno no es ni cobertura, ni universal ni de salud”, afirmó Jorge Rachid, médico sanitarista especialista en seguridad social y salud pública a la revista Crítica.

Para Rachid, la cobertura “es un sello de pobreza en la frente”. “El CUS identifica un universo de 15 millones de personas que se atienden en el sistema público hospitalario, a quienes le darán un carnet, con ese se van a atender en todos lados, pero este carnet no tiene Programa Médico Obligatorio, tiene Programa Medico Mínimo, que incluye una serie de prestaciones”, alertó el especialista.

Fuente: La Nueva Mañana