Nahir Galarza, la joven condenada por matar a Fernando Pastorizzo el 29 de diciembre de 2017 brindó una entrevista donde revela sus pensamientos y sentimientos más profundos desde el penal de Paraná, Entre Ríos.

La joven confesó que "está más satisfecha en este Servicio Penitenciario", ya que en la comisaría de Gualeguaychú “estaba sola, encerrada y que ni siquiera la dejaban comer”.

“Acá es mejor porque tengo compañeras, alguien con quien hablar, hay un poco de libertad y tenemos más actividades y cosas. Eso es importante para evitar los malos pensamientos, relató en un reportaje exclusivo a Infobae.

Luego, se explayó: “Cuando empecé con contención psicológica se me vine el mundo abajo. Volver a revivir todo, y pensar lo que me había pasado, no solamente en ese momento y en ese día, sino anteriormente. Esto no viene de ese año o ese día, viene desde mucho tiempo. Creo que la peor parte ya la pase, porque estaba sola y no tenía a nadie, solo a mí misma, así que cambié mucho en mi forma de ser”.

Confesó que “siempre va a llevar el dolor” del momento del crimen y que se siente mal porque “terminó muriendo una persona joven”. “Ese peso lo llevaré toda mi vida. Yo hice el duelo que tenía que hacer. […] Declaré en el juicio porque lo tenía que hacer, dar una explicación y me pareció que tenía que desprenderme de todo eso”, agregó.

Explicó que no quiere hablar de “ese tema” porque ya declaró todo en el juicio. “Yo creo que todo pasa por algo, y creo que si no estuviera acá, en la cárcel, estaría en un lugar peor”, sostuvo.

Su privacidad

Subrayó que siente que “perdió totalmente la privacidad, ya que todo el mundo la conoce en la cárcel” y que por ejemplo no le preguntan el nombre. “Creo que mostraban lo que se vendía. Me hicieron un objeto. No se hablaba de mí como una persona si como un producto que se vendía”, sentenció.

Opina que fue “injusto” que mostraran las fotos de sus redes sociales y que contó “sabía que iba a tener prisión perpetua porque toda la sociedad pedía aquella pena”.

La joven, por último, admitió que se acercó a la religión, practica yoga y meditación, que disfruta de los talleres literarios que ofrece el Servicio Penitenciario.

Fuente: Cadena 3/ Infobae